En el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de estado en Chile, y en reconocimiento a las miles de mujeres que sufrieron violaciones sistemáticas de los derechos humanos durante ese oscuro período de nuestra historia, nos vemos en la obligación de expresar nuestro profundo rechazo y preocupación ante las recientes declaraciones de negacionismo por parte de la diputada Naveillán, en relación a la violencia político sexual sufrida por las mujeres. La violencia política sexual fue ejercida de manera sistemática por agentes del Estado, ejercida sobre en el cuerpo-territorio de las mujeres, buscando el castigo y disciplinamiento de las mujeres.
La violencia Política Sexual es un hecho ampliamente documentado y reconocido por múltiples instancias nacionales e internacionales, así como por numerosos testimonios de sobrevivientes valientes que han compartido sus historias con el objetivo de preservar la verdad y justicia. Desestimar estos testimonios y calificar esta violencia como una «leyenda urbana» es un peligroso intento de distorsionar la realidad histórica y minimizar el sufrimiento que se vivió durante aquellos años de represión.
En este contexto, expresamos nuestro firme rechazo a las afirmaciones de la diputada que pretenden ignorar la violencia política sexual. Negar la existencia de tales atrocidades es una afrenta no solo a las mujeres que vivieron este horror, sino a todos los valores de verdad, justicia y respeto por los derechos humanos que como sociedad debemos defender. Es responsabilidad de todos y todas preservar y transmitir la historia con veracidad, de manera que las futuras generaciones puedan aprender de nuestros errores y construir un futuro basado en la dignidad y el respeto mutuo.
En memoria de todas las mujeres que vivieron situaciones de violencia política sexual y en solidaridad con sus familias, reafirmamos nuestro compromiso de lucha por la verdad, la justicia, la reparación, la memoria, y garantías de no repetición. Llamamos a todas las personas a unirse a este esfuerzo.
La Monche, Mujeres por la Memoria
Colectiva Urdiendo Memorias
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Fotografía principal: Catalina Herrera