El pasado 19 de abril, los principales representantes del movimiento independentista catalán, denunciaron en rueda de prensa desde el Parlamento Europeo en Bruselas (Bélgica) lo que se ha dado a conocer como CatalanGate, el caso certificado de ciberespionaje más grande de la historia.
Con 65 casos confirmados por Citizen Lab - políticos, activistas, abogados, periodistas - se vuelve a poner en relieve la guerra sucia del estado español contra los independentistas catalanes.
El movimiento catalán por la autodeterminación ha sido espiado con Pegasus, un software espía que sólo puede ser adquirido por los Estados.
Citizen Lab, laboratorio canadiense especializado en ciberespionaje, ha hecho público un informe de investigación donde pone al descubierto que el movimiento soberanista catalán ha estado bajo vigilancia permanente durante los últimos 5 años con el programa Pegasus (2017- 2021), un software espía de la empresa israelí NSO Group.
Como también ha publicado en exclusiva The New Yorker, con un total de 65 víctimas, el #CatalanGate es el caso de ciberespionaje más grande de la historia, por envergadura y por relevancia, ya que se ha producido contra todo un movimiento democrático en el Estado español, estado miembro de la UE.
Dos grandes entidades de la sociedad civil ('mnium Cultural y ANC) y los principales partidos políticos catalanes (ERC, Junts per Catalunya y CUP) que apoyan el derecho a la autodeterminación, han sido los principales objetivos de esta vigilancia a través de ciberespionaje.
El entorno de éstos -incluyendo a familiares, amigos, abogados y periodistas- también han sido víctimas de Pegasus. Los últimos 4 Presidentes de la Generalitat de Catalunya (Gobierno catalán) y los 2 últimos Presidentes del Parlamento de Catalunya han sido víctimas de este espionaje. También del entorno del expresidente de 'mnium Cultural, o los dos últimos presidentes de la Assemblea Nacional Catalana. Han sido víctimas 3 eurodiputados en activo del Parlamento Europeo y un asesor de una eurodiputada. Igualmente, existen víctimas no adscritas a ninguna organización, pero que son simpatizantes de la causa soberanista. Los casos que se han podido detectar son los de las personas de las que Citizen Lab ha podido analizar sus dispositivos móviles; pero cientos de dispositivos de militantes y activistas del movimiento no han sido todavía analizados. La cifra real de víctimas en Catalunya podría ser aún mayor, por lo que esto es seguramente sólo la punta del iceberg.
Antes y, sobre todo, después del referéndum de autodeterminación de Catalunya el 1 de octubre de 2017, los poderes del Estado español, principalmente el Gobierno y el Poder Judicial, iniciaron una ofensiva represiva sin precedentes desde el fin de la dictadura franquista (1939-1975).
Cierre de webs, violencia policial, detenciones arbitrarias, presos políticos, exiliados y cientos de perseguidos judicialmente por apoyar el referéndum.
Esta represión continuó impasible a pesar de las decisiones del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la ONU, que pidió la liberación de los presos políticos, o de la resolución del Consejo de Europa pidiendo el fin de la represión retirar las euroordenes contra los exiliados. Ante esta presión internacional, el gobierno español se vio obligado a indultar a los presos políticos en junio de 2021, pero la represión ha continuado en Catalunya.
Ahora sale a la luz esta nueva página de la represión en Catalunya llevada a cabo por el propio estado, y concretamente, se sindica a los servicios secretos españoles como responsables. Cabe destacar que según la propia empresa NSO group, ésta sólo vende Pegasus a "clientes gubernamentales/estados soberanos y los servicios de inteligencia de estos estados".
El laboratorio Citizen Lab ha podido probar que se ha atacado con software espía a 65 personas que, de una u otra forma, están vinculadas al movimiento de autodeterminación catalán. 63 son víctimas de Pegasus y 2, víctimas de Candiru, otro software que también se ha probado que se ha utilizado en este caso. El mismo laboratorio afirma de la posibilidad que el episodio de ciberespionaje sea realmente mucho mayor.
Una vez Pegasus se ha instalado, el móvil de la víctima puede convertirse, secretamente, en una herramienta de espionaje a tiempo completo, 24 horas al día.
Puede leer todos los mensajes vía SMS, correo electrónico, Viber, Facebook, WhatsApp, Telegram, Skype, Line, KakaoTalk, WeChat, Surespot, Imo.im, Mail.Ru, Tango, VK y Odnoklassiniki. Así mismo también puede leer, enviar o recibir mensajes encriptados, escuchar llamadas telefónicas, de Whatsapp y Viber, escuchar y grabar videollamadas o acceder a la agenda de contactos, calendario y contraseñas guardadas, acceder y extraer las fotografías y archivos del dispositivo, acceder al historial de navegación y al histórico de llamadas, activar el micrófono del móvil para que actúe como grabadora en directo, hacer screenshots y fotografías a través de la cámara y el acceso completo a la cámara, al micrófono y módulo de geolocalización del móvil.
Hacía tiempo que no se mostraba una imagen de unidad entre los partidos y las principales entidades de la sociedad civil catalanes como la que se mostró en la rueda de prensa para denunciar este nuevo capítulo represivo por parte del estado español.
El conjunto del independentismo se conjuró para iniciar una ofensiva internacional contra la impunidad de estos hechos, empezando por la incorporación de España como estado a investigar dentro del comité de investigación sobre el uso de Pegasus en estados como Hungría y Polonia, así como una batería de medidas dentro del Parlamento Europeo, Comisión Europea, Consejo de Europa y la ONU.
A nivel legal, anunciaron una querella colectiva a varios niveles y países de Europa, presentando querellas por el espionaje masivo sobre sociedad civil, miembros del Gobierno, representantes políticos, abogados, periodistas, activistas de derechos humanos, y sus familias y personas cercanas, llevada a cabo por la empresa israelí NSO y por su utilización por parte del CNI español.
A nivel político del Estado español, se pide la creación de una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados y la investigación del CNI, toda vez que el independentismo pide explicaciones y responsabilidades al gobierno español. Por su parte el gobierno de España no ha dado hasta el momento explicación del supuesto ciberespionaje, afirmando que los actos del CNI son secretos.
Por el momento, las relaciones entre los dos gobiernos y los partidos catalanes y españoles se han congelado a la espera de que el gobierno español tome cartas en el asunto de una forma lo bastante creíble, aspecto este de difícil resolución.
Por su parte, si desde los medios de comunicación catalanes y europeos este caso llena portadas, contrasta con el silencio de los rotativos editados desde Madrid, que vagamente han informado del caso, e incluso algunos han llegado a justificar el espionaje en una defensa de la unidad de España que no tiene limites ni precio.