Este viernes, en la escuela de Artes de de la Universidad de Concepción se realizó una charla en torno a la figura de pintor, grabador, escenógrafo y muralista chileno, José Venturelli Eade, denominada «Centenario Venturelli en el Biobío: un diálogo con estudiantes, la comunidad y la tierra».
Por Joaquín Pérez
Durante el 2024 con motivo de conmemorarse los cien años del nacimiento de Jose Venturelli, la fundación que lleva su nombre a cargo de su nieta Malva, desarrolló una serie de actividades que culminaron con una gran exposición en el Centro Cultural La Moneda, bajo el título "Humanismo y compromiso social". Como réplica de esta actividad ayer viernes se realizó en la Universidad de Concepción una charla sobre el vínculo de este destacado artista en nuestra zona, dictada por Christian Leyssen Silva.
La figura de Venturelli se entrecruza y mezcla, no solo con la pintura chilena, sino además con la cultura en general y la propia historia de Chile durante el pasado siglo XX. Hijo de la migración, su padre un ingeniero italiano, perseguido en su país por sus ideas socialistas, su madre la penquista Carmela Eade, hija de un migrante holandés. Venturelli vivió una infancia no exenta de carencias, el compromiso político de su padre, Balilla Venturelli Carelli, lo llevó a vivir detenciones y relegamientos (Tierra Amarilla), lo que afectaron fuertemente a la familia.
El mismo año que José Venturelli egresaba del Instituto Nacional en Santiago, su padre fallecía de cáncer a los 54 años. Desde pequeño José se interesó por la pintura, ya con 14 años estudió en los cursos vespertinos dibujo en la Escuela de Bellas Artes cercana a su casa, luego realizaría estudios de muralismo y grabado en el mismo lugar.
Perteneciente a la denominada generación de los 40, José Venturelli, con las influencias del muralismo mexicano y de la pintura brasileña de Candido Portinari, lideró la corriente conocida como los americanistas, que rivalizara con la corriente afrancesada en aquella generación de la pintura chilena.
Nada le fue fácil en la vida, en 1941 tuvo su primera crisis de tuberculosis, enfermedad que lo perseguiría toda su vida, sin embargo ese mismo año participó del trabajo junto Alfaro Siqueiros en el mural «Muerte al Invasor» de la Escuela México de Chillán. Al años siguiente 1942, realizó un bachiller en Ciencias (biología y química) e inició sus estudios en botánica, que lo llevarían a participar de la creación del Herbario Nacional.
En el año 1943 recibió una beca para ir a Brasil, donde conoció al arquitecto Oscar Niemeyer y entabló relación con el pintor Candido Portinari. A su retorno a Chile realizó las ilustraciones para "Alturas de Macchu Picchu" y la edición clandestina del "Canto General" de Pablo Neruda.
A esas alturas Venturelli era un destacado cuadro comunista, en 1950 en un viaje a México se casa con Delia Baraona Alfaro Siqueiros será uno de sus testigos del matrimonio, en 1951 nació su única hija, Paz Venturelli Barahona, quien más tarde estudiara medicina en la Universidad de Concepción (hasta 1973) para posteriormente estudiar medicina en China y Cuba. Paz Venturelli será la primera medico cirujana apuncunturista en Chile, a su retorno al país en 1985.
En 1959 fue invitado a China, país del cual se maravilla tanto por el proceso político que vivía a partir de la revolución popular dirigida por Mao Tse Tung, como también de su cultura milenaria. Se instaló en Pekín, donde compartió un taller colectivo de la Escuela de Bellas Artes con destacados artistas chinos como Qi Baishi, Li Keran, Fu Baoshi.
Venturelli introdujo el estudio del desnudo al natural en la Academia Central de Bellas Artes en Pekín, cuestión que no existía en aquel país. Se convirtió en una figura de respeto no solo en el arte también en la política, fue amigo personal de Zhou Enlai, quien fuera primer ministro de la Republica Popular China, desde el triunfo de la revolución en 1949 y hasta su fallecimiento en 1976.
En 1960 José Venturelli llegó a Cuba tras el triunfo de la Revolución, para realizar dos murales: uno en homenaje a Camilo Cienfuegos, en el Ministerio de Salud, y otro en el salón Soberanía del Hotel Habana Libre, allí participó en la creación del Taller Experimental de Gráfica en La Habana. A pedido del "Che" Guevara realizó la maqueta de un mural para el Ministerio de Industrias que no logro materializarse.
En el año 1961 pintara el mural para Escuela Industrial Textil de Tomé, hoy Liceo Industrial de Tomé.
Al producirse la ruptura chino-soviética en la internacional comunista, Venturelli se inclinó por el maoísmo, siendo parte de la dirección de "Espartaco", grupo que reunió a los comunistas chilenos pro chinos, que posteriormente pasaría a ser el Partido Comunista Revolucionario (PCR).
Tras el golpe militar en Chile, Venturelli salió junto a su familia al exilio, en Ginebra. Durante el exilio en Suiza su producción se evidencia fuertemente el tema de la dictadura y la violación a los derechos humanos, allí dejó un mural en técnica de mosaico de 90 m² para L´École de Balexert y los vitrales para el templo de la Madeleine.
Jose Venturelli murió en Pekin en 1988 sin poder retornar a Chile. Refiriendose alguna vez a su propia obra el artista señalo: "Sólo quisiera agregar que de todo lo que he visto y vivido han salido las imágenes que atraviesan mi pintura. De tantos dolores de una época turbulenta prefiero pensar en las luces que surgen de los gestos generosos, de los actos solidarios de tantos que buscan y se baten por la verdad. Creo que los artistas que serán recordados son aquellos que dejen como testimonio de nuestro tiempo no sólo el grito de la parturienta, sino el brillo de la mirada del niño".
Fotografía extraída de José Venturelli Eade