Este martes, en la población Centinela 2 de los cerros de Talcahuano, la Intendenta Van Rysselberghe iba a «inaugurar la demolición» de los bloques de la población. El único problema era que, en los bloques tovavía quedan muchas familias que no se han ido, por la sencilla razón que no tienen donde ir y el Estado se ha negado a entregarles un subsidio de arriendo y en su reemplazo les ha ofrecido mediaguas.
Los bloques de Centinela 2 fueron construidos el 2001 y el 2007, la ex ministra de Vivienda, Patricia Poblete condonó la deuda a los vecinos, reconociendo que los departamentos tenían «fallas en su construcción». Estas fallas provocaron el colapso de algunos bloques, por lo que era necesaria una nueva construcción y de calidad.
Sin embargo, las cosas se hicieron de espaldas a los vecinos, declaran quienes conversaron con Resumen. Se comenzó por fijar las fechas de abandono de los departamentos y de demolición, sin establecer con anterioridad que pasaría con los vecinos. Los pobladores afirman que, la propia presidenta de la junta de vecinos, Rosalba Bello, dijo que si no hacían abandono de los departamentos, serían los propios carabineros quienes los desalojarían y de hecho se han montado de punto fijo en la población.
Al no tener alternativas, muchas familias se han quedado ahí. Soportando el frío, pues los departamentos han quedado sin aislación térmica, ya que los vecinos han ido sacando las planchas que antes les protegían. También han soportado el miedo a adictos a la pasta base que ingresan a los departamentos vacios, en busca de cañerías de cobre o especies para vender y conseguir dinero. Ante esto, los carabineros les responden a los vecinos que si ellos quiesieron quedarse ahí, deben asumir las consecuencias.
En estos momentos, no continúan las emigraciones, sino que se han registrado retornos de familias a los bloques. Volver a armar lo que desarmaron, porque sencillamente no tuvieron dinero para pagar un arriendo, que generalmente excede los 100 mil pesos.
Las familias han rechazado las mediaguas, pues las cosideran indignas. Explican que, la mayoría de ellos proviene de campamentos, e ir a vivir a una mediagua, representa un completo retroceso en la calidad de vida que han alcanzado. Ellos demandan un subsidio de arriendo con el que puedan pagar una casa que les ofrezca condiciones satisfactorias para vivir.
Los vecinos agregan que, en muchas ocasiones fueron presionados por la propia presidenta de la Junta de Vecinos para que abandonaran los departamentos, lo que les induce a creer en que hay una vinculación entre ella y la intendencia. No se explican como, se llegó a esta situación… nos están echando a la nada… Pareciera que las autoridades no supieran de dignidad. , afirman.
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