Esta semana se cumplieron 20 años del inicio de la utilización de la base de Guantánamo en territorio cubano ocupado ilegalmente, como centro de detención y tortura por Estados Unidos, siendo uno de los mayores recintos de violación a los derechos humanos a nivel mundial, incluyendo a niños. Hasta el día de hoy prácticamente toda la comunidad internacional solicita reiteradamente su cierre.

Por Alejandro Baeza

El 11 de enero de 2002 llegaron desde Afganistán los primeros 23 detenidos al centro de detención de la marina estadounidense en Guantánamo, territorio ocupado ilegalmente perteneciente a Cuba. Desde entonces han pasado por ahí 780 personas incluyendo niños, muchos de ellos sometidos a diversos tipos de tortura. De ellos, 20 eran niños y adolescentes, el menor de ellos reportado con 13 años de edad.

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La primera parte del vuelo, realizada en un C-17, partió de la base de las tropas estadounidenses en Kandahar, Afganistán, y aterrizó en España. Allí se traspasó a los prisioneros al C-141 con el que siguió el viaje hasta Guantánamo, dando origen al nuevo uso que tendrá a partir de entonces esta base militar.

Reacondicionada como centro detención por George W. Bush enmarcada en su fracasada «guerra contra el terrorismo» luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, se transformó en un símbolo mundial de vulneración a los derechos humanos, torturas y violación del derecho internacional por parte de los Estados Unidos, ya sea en gobiernos republicanos como demócratas.

La prisión más infame del mundo continúa operativa con 39 prisioneros y sigue marcando uno de los tantos motivos de vergüenza para la nación norteamericana.

Las técnicas de tortura

El ahogamiento fingido (waterboarding), la privación de sueño, el aislamiento en lugares estrechos o la exposición a temperaturas extremas fueron algunas de las técnicas de tortura utilizadas por Estados Unidos en Guantánamo. Así fue conocido por la opinión pública tras la revelación de documentos clasificados por WikiLeaks en 2011.

El paquistaní Majid Khan se convirtió en el pasado octubre en el primer recluso de Guantánamo que relató públicamente ante un jurado militar en esa base los métodos de interrogación. "Mientras más cooperaba, más me torturaban", dijo ante un jurado militar en la base.

En el contexto de la conmemoración de los 20 años de este centro de detención, relatores de derechos humanos de Naciones Unidas se refirieron a las detenciones arbitrarias sin juicio y a las torturas, como prácticas "inaceptables" para cualquier gobierno, pero particularmente para el estadunidense, que se dice protector de los derechos humanos. Asimismo, sostuvieron que Guantánamo es un símbolo de la falta sistemática de rendición de cuentas y prohibición de la tortura patrocinada por el Estado, así como de la impunidad de la que gozan los responsables.

"Cuando un Estado no responsabiliza a quienes han autorizado y practicado la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, envía una señal de complacencia y aquiescencia al mundo", declararon en un comunicado conjunto.

Los expertos «pidieron al gobierno estadounidense que cierre el centro carcelario, que regrese a los detenidos a sus hogares o a terceros países seguros respetando el principio de no devolución, que brinde remedio y reparación a quienes hayan sido torturados y detenidos arbitrariamente por sus agentes, y que obligue a que los responsables de los actos de tortura que rindan cuentas en línea con las leyes internacionales de derechos humanos» según consigna el portal de noticias de la ONU.

Al no ser territorio norteamericano, los métodos de interrogatorio y las garantías para los detenidos no responden ante las leyes de Estados Unidos ni de Cuba, siendo un limbo donde nadie ejerce jurisdicción. Motivo ideal para su utilización violando el derecho internacional.

Territorio de Cuba bajo ocupación militar ilegal de Estados Unidos

Como parte de la conmemoración de los 20 años de este horrible centro de torturas, el canciller cubano Bruno Rodríguez, emplazó una vez más a las autoridades norteamericanas al cierre del recinto militar.

"Base Naval de EEUU en Guantánamo alberga historia de 20 años de ignominia", escribió Rodríguez en su cuenta de Twitter, donde emplazó: "Póngase fin a esa cárcel atroz".

En la primera Constitución de la República de Cuba, Washington obligó a incluir la llamada «Enmienda Platt» que forzaba a Cuba a ceder algunas partes de su territorio a Estados Unidos tras la intervención en último momento en la guerra de independencia cubana contra España.

En 1903, Estados Unidos impuso el Tratado cubano-estadounidense en el que Cuba cedía a «por el tiempo necesario y para los propósitos de estación naval y estación carbonera» dos territorios, en Guantánamo y en Bahía Honda. Éste último nunca se hizo efectivo. Esto, a cambio de «La suma anual de dos mil dólares en moneda de oro de Estados Unidos».

Estados Unidos le «arrienda» este territorio por $4.085 dólares al año, ($280 mil pesos chilenos mensuales), una cifra ínfima que el gobierno cubano se ha negado a cobrar desde que triunfara la revolución, pese a que el país sigue enviando el cheque año a año.