Chañaral, conocido mundialmente por las estratosféricas 350 millones de toneladas de desechos de relaves arrojados directamente al mar, la convierten en un vertedero minero que aumenta sin límites, sepultando la variada y diversa fauna que existió gracias a las condiciones especiales que poseía la bahía, hoy se ve nuevamente amenazada por las desproporcionadas extracciones pesqueras industriales que dejan al pescador artesanal chañaralino en condiciones económicas precarias a causa de los empresarios y todo su aparataje.