[resumen.cl] Una histórica jornada de elecciones de vive el día de hoy enfrentando a Gabriel Boric, representante de la centroizquierda, y José Antonio Kast, el representante de los grandes grupos económicos y la ultraderecha pinochetista. Un día clave que puede definir el devenir de la nueva Constitución, el modelo del país y un grave retroceso en derechos y justicia en caso de ganar el seguidor de Pinochet.
Finalmente el día hoy se celebrará el balotaje presidencial chileno. Si bien en la prensa nacional se ha intentando plantear como enfrentamiento entre «dos polos», lo cierto es que sólo una de las opciones representa un extremo y es la de la ultraderecha pinochetista de Kast, mientras que Gabriel Boric ha apostado por una candidatura de centroizquierda cada vez más cercana al centro que a la izquierda.
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Kast realizó su campaña apelando a un discurso populista que va en la línea de articulaciones políticas como las de Bolsonaro en Brasil y Trump en Estados Unidos. Sus propuestas han estado centradas en el miedo que tratado de imponer el progresismo, así como rescatar los elementos más significativos de la derecha pinochetista, es decir, un férreo orden represivo y de persecución a la disidencia política, una defensa a la cultura conservadora y la Constitución de 1980 heredera del pensamiento de Jaime Guzmán y, así como un dogmatismo en torno a las ideas neoliberales.
Por su parte, Gabriel Boric se ha ido instalando en el sentido común de la política chilena, logrando concitar el apoyo de la ex Concertación y la izquierda hasta el Partido Comunista, pero intentando proponer un sistema socialdemócrata.
Quien sea que gane, se verá enfrentado con un Congreso muy empatado en ambas cámaras que hará muy importante la negociación, ya sea con las fuerzas políticas de oposición o ante las eventuales movilizaciones en las calles.
Asimismo, el resultado será muy importante para el proceso constituyente, pues de ganar el representante del pinochetismo hará lo posible dentro de sus atribuciones para entorpecerlo aun más para que no haya borrador al 4 de julio. Mientras, de ganar Boric, seguramente se verá agilizado, toda vez que el resultado también le acomodará al proyecto progresista que gobernará desde marzo.
Finalmente, la pregunta es si Boric tomará el cambio constitucional para llamar a nuevas elecciones y consolidar de inmediato el cambio de régimen político. Eso permitirá destrabar el Congreso y viabilizar las transformaciones necesarias para Chile, ese desafío es una gran interrogante.