Lejos de mostrar algún atisbo de preocupación o compromiso con las convenciones adquiridas internacionalmente, el gobierno de Sebastián Piñera aún no se ha abierto al petitorio de los presos políticos mapuche, quienes cumplieron hoy 100 días en huelga de hambre.
Por Juan Contreras Jara / resumen.cl
Los presos políticos mapuche en huelga de hambre en las cárceles de Lebu, Angol y Temuco exigen la aplicación del Convenio 169 de la OIT sobre pueblos originarios, cuyo artículo 10 señala que cuando son condenados por la legislación vigente «Deberá darse la preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento.»
Tras los cien días de huelga de hambre y los distintos emplazamientos que le han realizado las comunidades mapuche de todo el territorio, el gobierno de Sebastián Piñera y el representante de la cartera de Justicia y DDHH, Hernán Larraín, permanecen impávidos frente al latente riesgo de muerte de los comuneros.
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Sumado a esta situación de abandono, hay que agregar la complicidad mostrada por el actual ministro del Interior Victor Pérez, con los grupos de ultra derecha que orquestaron los violentos hechos en los municipios de Victoria, Curacautin, Traiguén y Ercilla perpetrados por civiles, durante el toque de queda y en presencia de carabineros y militares.
En lo que respecta a los ocho comuneros presos en Angol, la situación es gravísima. Sumado a los tres meses que llevaban la semana pasada en huelga de hambre, restaron el suministro de líquidos lo que adelantará indudablemente el daño causado por el largo periodo de ayuno.
Actualmente, se encuentran hospitalizados y bajo observación seis comuneros. Los primeros en ser trasladados fueron Antu Llanca y Danilo Nahuelpi este domingo. El lunes en la madrugada trasladaron a Juan Calbucoy, Juan Queipul, Sergio Levinao y Freddy Marileo. En la cárcel permanecen Reinaldo Penchulef y Víctor Llanquileo: todos ellos iniciaron el 6 de agosto una huelga seca, debido a la nula respuesta del gobierno frente a los tres meses que llevaban en huelga de hambre líquida.
Con respecto a la situación de los o presos políticos y al contexto que sostiene hoy sus demandas, Rodrigo Curipán, vocero de los comuneros, relató que la situación es grave y el gobierno permanece indiferente. "Lamentablemente los mapuche deben hacer sacrificios enormes para que se aplique algo que debería estar funcionando." Y agregó, en el marco de las agresiones contra miembros de comunidades mapuche "ha quedado al descubierto el racismo que existe, no de la sociedad chilena sino que de un grupo de personas ideologizadas por la derecha y respaldada políticamente por el gobierno".
El vocero añadió en este sentido "solo ellos que tenían contacto con el gobierno, pudieron hacer una redada violenta contra los mapuche, acompañada por una policía que ha actuado siempre violentamente contra las comunidades. No nos van a avasallar y creemos que la gente que enarboló en su momento la bandera mapuche tampoco se va a dejar engañar, independiente de los grados de credibilidad en la opinión pública que buscan implantar".
Por otra parte, el caso de Celestino Córdova es de extremo cuidado, tanto así que el personal del hospital Intercultural de Nueva Imperial tiene preparados los implementos de reanimación, pese a que el Machi especificó que no quería ser asistido médicamente. Desde el 15 de julio permanece en dicho centro médico debido a una serie de descompensaciones relativas a los 100 días de sin ingerir alimentos y a las secuelas que le han dejado las 4 huelgas de hambre anteriores.
Giovanna Tabilo, vocera del Machi comentó que antes de ayer, "estuvo con fiebre todo el día, tuvo indigestión y durante la noche sufrió un desmayo nuevamente, lo que nos hace estar en alerta máxima debido a que su corazón esta cada día peor. El hospital tiene lista la maquinaria por si al Machi le da un paro cardiaco, hoy de verdad el machi esta en serio riesgo de muerte".
A través de un audio difundido por su vocería, Celestino Córdova expresó que "hasta mis últimos días le recordaré al Estado de Chile que no conforme con masacrar a nuestros antepasados, no conformes con el empobrecimiento espiritual, cultural y socioeconómico, ha forzado cruelmente a nuestro pueblo nación Mapuche desde la llegada de la invasión hasta el tiempo actual. Desde enero de 2013, el Estado chileno a través de su institución policial me despojó de mi rewe, de mi familia, de mi comunidad, de mi territorio y de mis pacientes".
Sumado a ello comentó que prontamente se plegará a la huelga seca, con la finalidad de que "mi desenlace no sea lento, como se lo esperan los actores de todos los poderes del Estado, el gobierno turno y todos los sectores empresariales en general." El Machi expresó que espera que "al Estado de chileno le sigan exigiendo de todas las formas devolver nuestro territorio ancestral Mapuche."
Hay que mencionar que en Lebu y Temuco también hay comuneros en huelga de hambre, exigiendo al igual que el Machi y los comuneros de Angol, la aplicación de un tratado internacional ratificado por Chile hace años, pero que aún no se ha aplicado a las situaciones judiciales de los presos políticos mapuche.
Fotografía: @matiarias.ca