Científicos denuncian peligroso proyecto de empresa que busca fertilizar con hierro las costas de Chile y Perú

[resumen.cl] Una empresa canadiense busca experimentar con adición de sulfato de hierro en la costa oeste de América del Sur con el objetivo de recuperar poblaciones de peces sobrexplotadas y continuar este colapsado negocio exportador. La empresa estuvo vinculada a un experimento a gran escala desarrollado ilegalmente en Canadá, y está acusada de haber engañado a comunidades indígenas locales. Científicos en Chile advierten de los peligros de modificar la poco estudiada dinámica costera en Chile y Perú.

Un peligroso experimento de geoingeniería podría llevarse a cabo en las costas de Chile y Perú ejecutado por la empresa canadiense Oceaneos, vinculada a la corporación HSRC. Su objetivo es agregar de forma artificial, grandes cantidades de hierro en zonas oceánicas para estimular la productividad primaria, es decir la producción de organismos autotrofos (fotosintetizadores) del fitoplancton, para aumentar la biomasa de todo el ecosistema y poder explotar más poblaciones de peces de interés comercial.

La empresa busca acelerar el proceso donde este elemento se integra en las redes alimentarias. Matías Bofarull, biólogo de Oceaneos, explicó a El Mercurio, parte del proceso que llevaron a cabo en el hemisferio norte: «Una vez que ocurre la siembra en mar abierto, donde desovan los salmones, los juveniles tienen esta cantidad de comida que no estaba antes. De esta forma, la población se revitaliza. Y como la población está más saludable, hay menos posibilidad de que un factor caótico los pueda destruir. Además, la probabilidad de que cuando sean adultos tengan más hijos es más grande. Y eso es exponencial»,

Sin embargo, desde la propia empresa reconocen que para su implementación faltan aún muchos estudios acerca del comportamiento y la dinámica oceánica natural: «Tenemos que saber cómo está el mar ahora, para ver la amplitud y la envergadura de este proyecto, que pueda tener sustentabilidad en el futuro. Esto es una técnica para asegurar que los recursos no se acaben», señaló Bofarull.

Peligrosa intervención de la dinámica océanica en Chile y Perú

El Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), con sede en la Universidad de Concepción y con equipos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, señaló en una declaración de prensa que la empresa Oceaneos esta realizando una campaña de propaganda para convencer a Chile sobre supuestas ventajas de estos nuevos negocios. A partir de su grupo de investigadores especializados en el área el Instituto considera que "los resultados científicos a la fecha no permiten descartar o incentivar la posibilidad de fertilizar artificialmente el océano con objetivos de eco-ingeniería, tales como mitigar el aumento de CO2 atmosférico o incrementar la pesquería. Sin embargo, el consenso internacional es que la fertilización artificial del océano debe ser prohibida por el momento".

Fertilización ilegal en Canadá.

En 2012, la Haida Salmon Restoration Corporation (HSRC) condujo una fertilización con 100 toneladas de sulfato de hierro en el Océano Pacífico norte, 200 millas náuticas al oeste de las islas Haida Gwaii, lo cual habría resultado en el incremento del crecimiento algal sobre 100 millas cuadradas.

Trabajadores de la Haida Salmon Restoration Corporation arrojan sulfato de hierro al Océano Pacífico. Foto: nature.com

Old Massett, un pueblo pesquero canadiense de menos de 1.000 habitantes, fue convencido por representantes de HSRC (Haida Salmon Restoration Corporation) para llevar a cabo el mega-experimento. Liderada por el empresario estadounidense Russ George, la empresa anunció a la comunidad que buscaba restaurar las disminuidas poblaciones de salmones en el Pacífico Norte. La aldea votó en febrero de 2011 para prestar 2,5 millones de dólares canadienses a la HSRC y así se arrojaron 100 toneladas de sulfato de hierro en el océano. Además, la empresa prometió a la aldea que recuperarían la inversión mediante la venta de bonos de carbono.

El proyecto se desarrolló de forma ilegal, ya que la fertilización de los océanos está restringida por una moratoria internacional voluntaria de la geoingeniería, además de un tratado sobre la contaminación de los océanos. Estos acuerdos permiten la investigación siempre y cuando sea regulada por los organismos ambientales de cada país.  En este caso, agencias ambientales de Canadá advirtieron que la fertilización de los océanos requeriría un permiso y se mantiene una investigación judicial en ese país. Mientras tanto, los resultados de la fertilización realizada el Pacífico norte aún generan fuerte debate.

El Grupo ETC, una organización con base en Ottawa que se opone firmemente a la geoingeniería, ha denunciado que Russ George tergiversó el potencial del proyecto para generar créditos de carbono y engañar a la población indígena de la aldea.

Además, según señala el Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), aunque la empresa Oceaneos ha negado tener enlaces directos con HSRC, su director en 2016 fue Jason MacNamee, quien también había sido director del HSRC cuando esta realizó la fertilización ilegal en el año 2012.

Peligros asociados a la fertilización con hierro: incremento de microalgas nocivas y descomposición de biomasa

Uno de los principales riesgos conocidos que puede acarrear la fertilización marina, es el incremento en abundancia de una microalga nociva, la diatomea Pseudo-nitzschia, productora de la neurotoxina ácido domoico.

Junto a esto, en respuesta a la agregación artificial de hierro, la biomasa marina podría descomponerse en aguas subsuperficiales, disminuyendo críticamente el nivel de oxígeno y afectando negativamente a organismos marinos.

El IMO señala que «es preocupante que una empresa extranjera con fines de lucro, pero sin el conocimiento íntimo de condiciones y necesidades locales, no esté preparada correctamente para evaluar los riesgos para la vida en el océano y la salud humana, ni de tampoco monitorear adecuadamente los efectos reales de esta fertilización».

Por su parte, para el vicepresidente de la empresa, José Godoy «La razón por la que nos interesa Chile y Perú, es porque son top en wild fishing [pesca silvestre]. Estamos en este momento creando el primer protocolo mundial de siembra oceánica» señaló.

La ingeniería de alteración del clima, la siembra de nubes, o el aumento de las poblaciones de salmón mediante la modificación de nutrientes, son problemas potenciales que en un futuro próximo podrían generar nuevos e impredecibles impactos ambientales y trastornos sociales. Además, la mitigación de los impactos del extractivismo (pérdida de biodiversidad, contaminación, degradación ambiental, sobrexplotación o escasez de recursos) mediante experimentales nuevos negocios, aleja precisamente a la sociedad completa de la búsqueda de soluciones viables para el origen capitalista estas urgentes y crecientes problemáticas.

Fotografía principal: Diatomea Pseudo-nitzschia

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