[resumen.cl] En cadena nacional, la Presidenta de la República Michelle Bachelet, presentó el proyecto de Reforma Constitucional a solo 5 días de terminar su mandato. La propuesta ingresó hoy día al parlamento.

Cumplir "en la medida de lo posible" parece ser la eterna canción de la Concertación y hoy, de la Nueva Mayoría. Michelle Bachelet presentó un proyecto de Reforma Constitucional entre los parámetros de la Constitución cuyo origen -como planteó la propia mandataria- es ilegítimo.

La propuesta, bastante lejos de la Asamblea Consituyente exigida por organizaciones del movimiento social chileno, deberá enfrentarse a un parlamento en que ni siquiera el conglomerado de la Presidenta está alineado. Muestra de ello es que hoy, al momento de presentar el proyecto en La Moneda, no asistió ningún miembro del Senado.

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El contenido del proyecto, según el anuncio de la mandataria, busca equilibrar los derechos -ya que solo algunos tienen protección constitucional frente a otros que no lo tienen- para que «en el futuro, toda persona podrá recurrir a los tribunales cuando estime haber sido lesionado en cualquiera de los derechos establecidos constitucionalmente».

Entre otras normas, la Reforma «Amplía el derecho al debido proceso, el derecho a huelga, al ejercicio de los derechos políticos, el derecho a la libertad individual y a la seguridad personal, derecho a la protección de los datos privados o a la calidad en la salud pública y a la igualdad ante la ley entre hombres y mujeres, especialmente en materia salarial».

El proyecto considera un reconocimiento constitucional a los pueblos originarios, pues "son parte fundamental del orden constitucional" estableciendo derechos lingüísticos, culturales y educativos para los miembros de sus comunidades.

En cuanto al régimen político, se eliminarían los quórums supramayoritarios para aprobar o modificar leyes, dejando como válidas las mayorías simples o absolutas, con la excepción de la Reforma a la Constitución que necesitaría de 3 quintas partes para ser modificada. Se elimina también, el control preventivo voluntario del Tribunal Constitucional.

La Reforma Constitucional promueve la elección a través de audiencias públicas "para todos los nombramientos de autoridades, tales como los ministros de la Corte Suprema, Ministros del Tribunal Constitucional, el Contralor General de la República y el Fiscal Nacional, entre otros".

El proyecto establece también la posibilidad de generar iniciativas ciudadanas de ley, que se podrán hacer efectivas contando con aval del 5% del padrón electoral.