La Región del Biobío es, después de la Metropolitana, la región que sufrió la mayor cantidad de violaciones a los derechos humanos en Chile, incluyendo ejecuciones y desapariciones. Es especialmente destacable el elevado número de prisioneros políticos y víctimas de tortura. Sin embargo, a pesar de que han transcurrido 50 años desde el golpe militar, esta región aún carece de un Sitio de Memoria en manos de los sobrevivientes de los centros de detención y tortura. Esta situación es particularmente dolorosa. En el caso de Talcahuano, la Mutual Bautista Van Schouwen ha estado luchando por recuperar el Sitio de Memoria de El Morro desde 2010, habiendo logrado incluso una declaración de Monumento Histórico por parte del Consejo de Monumentos Nacionales en el año 2016.
Por Joaquín Pérez
Es vergonzoso que en Concepción, una ciudad de tradición histórica patriótica y liberal, donde sus calles recuerdan a jefes militares mapuches y líderes independentistas que lucharon contra el régimen colonial, en las últimas décadas nos llenemos con nombres de puentes y calles de personajes ligados a un catolicismo profundamente cuestionado por la sociedad, de personeros del ala golpista de la democracia cristiana (Ester Roa, Patricio Aylwin) y no exista una sola calle, ni una sola plaza, ni un solo monumento, que recuerde a Salvador Allende.
El municipio penquista ha negado incluso la solicitud de nombrar una plaza de la Población Lorenzo Arenas con el nombre de Jane Vanini, así como el Municipio de Talcahuano tramita por meses, en este emblemático año, la instalación de una escultura en recuerdo del dirigente social y sindical detenido desaparecido, Rudy Cárcamo, en el Barrio Higueras en Talcahuano, sin que su instalación se haya podido materializar hasta el momento.
Algo similar pasa en Lota, una comuna profundamente comprometida con el proyecto de la Unidad Popular, con cientos de víctimas y que aún no cuenta con un memorial.
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Resulta hasta cruel cuando se aprecia que la administración central del Estado y la administración municipal de Concepción levantaron dos memoriales en la capital regional, con dineros públicos, con vergonzosas omisiones de nombres, sin que se haya hecho nada para corregir tan grave situación, a pesar de las denuncias que por años existen en esta materia.
Es penoso ver el estado de memoriales como el de la Universidad de Bio Bio, ex Universidad Técnica del Estado (UTE), una Universidad Estatal, donde no se puede ni leer en nombre de los estudiantes y el profesor asesinado, siendo la única universidad estatal de la región.
Los golpistas, desnudados por la historia, como viles criminales a pago de una potencia extranjera, mocitos de las grandes transnacionales de las que recibían financiamiento, que no solo traicionaron a su pueblo, sino que además lo masacraron, hoy vaciados de toda argumentación en su defensa, solo apuestan por el silencio y el olvido. Esa es su batalla, la disputa esta ahí en el espacio público, eliminando las horas de historia, manipulando los textos escolares de historia, su victoria no es conseguir que la población avale el golpe, eso es imposible, ni que crean que Pinochet es bueno y Allende es malo, esa batalla la saben perdida. Su apuesta es convencer a la gente que lo mas importante «es el futuro», «dar vuelta la pagina» o simplemente cancelar, negar, instalar el mas absoluto silencio, ignorancia y oscuridad sobre los hechos acontecidos, a través de los medios que desde las instituciones poseen. Esa batalla en Concepción, hoy la están ganando los golpistas, no es coincidencia que una región que fue considerada zona roja, donde Allende ganó en cada una de sus postulaciones a presidente y no solo la última, hoy sea un caladero de votos para la ultraderecha.