Los compuestos clorados, como el hipoclorito de sodio, pertenecen a la categoría de desinfectantes. Esto quiere decir que son productos que se emplean para reducir la carga de microorganismos en superficies inanimadas como pisos, mesones, sanitarios, etc. No se recomienda su empleo sobre superficies metálicas, puestos que las corroe, ni sobre piel o mucosas, ya que puede llegar a causar quemaduras.

Por Arnoldo Miranda Tassara*

El hipoclorito de sodio que se comercializa para uso doméstico está formulado al 5%. Se recomienda que para utilizarlo en el hogar con fines desinfectantes se diluya al 0,1%, esto se consigue agregando 20 ml de hipoclorito (aproximadamente 4 cucharaditas) por cada litro de agua. Incluso diluido, el hipoclorito puede generar irritación en los ojos, nariz, vías respiratorias y piel. Para asegurar su efectividad, se recomienda no mezclar este desinfectante con detergentes y preparar el producto diluido al momento de utilizarlo.

Es importante que la dilución de hipoclorito se haga de manera correcta, ya que emplearlo más concentrado puede producir náuseas y vómitos, además de dificultad respiratoria. Para prevenir intoxicaciones por este agente desinfectante, es recomendable realizar su aplicación manteniendo el lugar ventilado y no mezclarlo con productos ácidos como vinagre, limón u otros, ya que se generan vapores tóxicos.

* Académico de Química y Farmacia de la Universidad San Sebastián