Codelco ha comunicado el cese de las funciones de la operación de la fundición Ventanas situada en el complejo industrial Puchuncaví-Quintero, comunas en que su población sufre distintos perjuicios producto de la contaminación de diversas plantas relacionadas con minería, producción de energía, procesamiento de combustibles y la elaboración de productos químicos. La medida fue confirmada por el presidente Gabriel Boric. Serían casi 350 trabajadores/as afectadas con esta medida, según la empresa estatal.
Aniceto Hevia
Representantes de las organizaciones sindicales han expresado su rechazo a este cierre, denunciando que las autoridades, incluyendo a Máximo Pacheco, actual presidente del directorio de Codelco, les han engañado, pues habrían tenido pleno conocimiento de este plan sin comunicárselo. Junto con ello, han calificado esta medida como injustificada, en tanto la fundición Ventanas ha cesado ya algunos días sus operaciones mientras que las afecciones de la población por la contaminación ambiental persiste.
Si bien, Codelco indica que la empresa mantendrá un diálogo activo con las dirigencias sindicales de Ventanas a través de una mesa de trabajo, «con el propósito de asegurar los puestos laborales, con opciones como la reubicación o planes voluntarios de egreso especiales», las y los trabajadores muestran su escepticismo ante ello, señalando que harán lo posible por retrotraer esta decisión.
La situación que se presenta ante trabajadores/as que ven amenazados sus empleos, sobre todo quienes están bajo subcontrato, y un gobierno que comienza a enfrentar el primer movimiento de protesta sindical, está marcada por la ausencia de un plan de industrialización sobre los recursos que actualmente siguen exportándose como materias primas. Este plan, junto con controlar la extracción de recursos, y con ello su precio, también permitiría establecer procesos seguros para el ambiente y la salud humana, comercializar productos manufacturados, asegurando su calidad, generando mayores ingresos y abriendo nuevas fuentes laborales para la población local.
No obstante, el Gobierno parece carecer iniciativas transformadoras en este sentido, no sólo por la ausencia de planes para su concreción, sino por las recientes promesas de Gabriel Boric al empresariado internacional, en su reciente gira, de garantizar la incolumidad de las condiciones comerciales que han conducido al país a la desindustrialización casi absoluta y, por cierto, a la extracción de bienes comunes al más bajo costo para ellos. En síntesis, en este conflicto se pondrá en evidencia lo problemático de implementar una medida que, si bien puede ser justificada, parece precisar de un itinerario mayor que responda a sus propias repercusiones.