«Adiós a las armas, adiós a la guerra, bienvenida la paz», afirmó Timochenko en el acto en el que las FARC concluyeron su proceso de dejación de armas que pone fin a más de medio siglo de conflicto armado. Varios guerrilleros, entre ellos Jesús Santrich, comenzaron una huelga de hambre para exigir el cumplimiento de la ley de amnistía e indulto.
Por Gara
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) completaron ayer el proceso de dejación de armas en manos de la ONU que marca el final de un conflicto armado que se ha prolongado durante 53 años y el paso a una nueva etapa, la transición de guerrilla a partido político. La ONU procederá ahora a la destrucción de las 7.132 armas entregadas, con las que se elaborarán tres monumentos.
El acto simbólico de dejación de las armas se desarrolló en la zona veredal de Buenavista, en Mesetas, departamento de Meta, uno de los antiguos bastiones de la guerrilla, en presencia del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y del jefe del Estado Mayor Central de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverry, Timochenko.
Santos dio por cerrado el conflicto con las FARC. «Hoy 27 de junio es un día muy especial, un día que jamás olvidaremos, ¡el día en que las armas se cambiaron por las palabras!». «La mejor noticia para Colombia en los últimos 50 años», aseguró, aunque añadió que «quedan aún deberes recíprocos» que cumplir para que el acuerdo de paz «se traduzca en una paz justa, estable y duradera».
«Adiós a las armas, adiós a la guerra, bienvenida la paz», afirmó Londoño, quien aclaró que ayer no terminó la existencia de las FARC, sino su alzamiento de 53 años y que la guerrilla entra en la etapa de la legalidad para desarrollar su actividad sin armas. Recordó que «la paz significa que la participación política estará abierta a todos», por lo que confió en que el Estado cumpla su palabra, como lo han hecho las FARC, y pidió el cese de toda persecución política y la implementación de lo acordado.
Londoño advirtió de que «las trágicas experiencias del pasado no podrán repetirse», en referencia a la muerte de quienes dejaron las armas, y consideró «lamentable» que muchos guerrilleros, simpatizantes o acusados de pertenecer a la guerrilla sigan en prisión a seis meses de la expedición de la ley de amnistía e indulto que «les garantizaba su libertad en diez días».
Para denunciar que esta situación que vulnera los Acuerdos de La Habana y exigir al Gobierno y al poder judicial el cumplimiento de la ley de amnistía e indulto, guerrilleros de las FARC, entre los que se encuentra el miembro del Estado Mayor de las guerrilla y de la delegación de paz Jesús Santrich, se declararon en huelga de hambre.
«Después de seis meses de firmada la ley de amnistía e indulto y tratamientos penales especiales, esta solo ha beneficiado a 832 de los 3.400 prisioneros reconocidos por las FARC», dijo Santrich, quien criticó «la falta de voluntad política» del Gobierno, cargó contra el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, por su «demora» en la entrega de las certificaciones y acusó a jueces y fiscales de poner palos en las ruedas de lo acordado, incumpliendo la ley, para no liberar a los presos.
Voces de Paz, que impulsará el tránsito de las FARC a la vida política, instó al Tribunal Constitucional a demostrar «estatura histórica» tras completarse la dejación de armas, que consideró debe ir acompañada por «una amnistía inmediata para más de 2.000 guerrilleros» presos, y calificó de «tramposas» las «pretendidas renegociaciones» del acuerdo de paz suscrito con el Gobierno en el Congreso. Subrayó que lo importante es que «la paz no es el desarme», sino «la implementación plena» del acuerdo.
Fuente: http://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gara/editions/2017-06-28/hemeroteca_articles/las-farc-en-huelga-por-la-amnistia-subrayan-su-compromiso-con-la-paz