
Mireille Fanon en el Auditorio de Sociología UdeC apoyada por traductoras
Entonces, la visita de Mireille Fanon vino a poner el énfasis en un marco jurídico que todavía no existe, pero que en el caso del pueblo Mapuche es muy importante, ya que el 2025 se van a cumplir 200 años del Tratado de Tapihue, que fue un tratado que firmó el Estado de Chile con el pueblo Mapuche reconociendo su independencia y autonomía territorial desde el río Biobío hacia el sur. No obstante, desde la década de 1850 en adelante, y luego, con el asalto final durante 1881-1883, el Estado chileno toma posesión militar de este territorio, de aproximadamente 10 millones de hectáreas, es decir, el territorio que equivale más o menos desde Concepción hasta Valdivia. En ese proceso colonial de ocupación de su territorio ancestral de Wallmapu (Gulumapu), el pueblo Mapuche sufrió lo que hoy día llamaríamos un genocidio. Entonces, el mensaje que trajo Mireille Fanon al seminario, es algo que justamente ciertos sectores del pueblo mapuche reivindican, que es más que nada la recuperación de territorios. El pueblo Mapuche pide justicia. Justicia en sus territorios ocupados inicialmente por el Estado, luego por colonos, hoy mayormente sometidos a monocultivos de plantaciones forestales, y donde el genocidio no ha sido reconocido. El 2025 tiene un significado especial para las luchas decoloniales del mundo por el centenario del nacimiento de Frantz Fanon, más también tiene un significado especial para el pueblo Mapuche, porque también se cumplen 200 años desde que el Estado de Chile firmó el tratado de Tapihue, el cual hasta el día de hoy está completamente desconocido.
Entonces, la visita de Mireille Fanon a la Universidad de Concepción es un hito en el marco de los Derechos Humanos a nivel internacional, particularmente por la defensa de los derechos humanos del pueblo mapuche, donde hay un conflicto territorial histórico que no se ha resuelto. A pesar de la institucionalidad vigente de la ley indígena de 1994, esta ha sido hecha por un derecho colonial, enfatizó Amaya Alvez en el seminario. Desde ahí se han construido instituciones como la CONADI, que se implementó a partir de 1997, sin embargo, desde entonces, el conflicto y mecanismos neocoloniales del estado y extractivismos en territorios Mapuche no han mermado, todo lo contrario, han aumentado ostensiblemente. La militarización desde 2021 es evidencia de ello, así como también la persecución en contra de diversos activistas Mapuche. Existe un desafío, justamente, para poder ampliar el concepto, los conceptos que se utilizan a nivel jurídico. Sin embargo, como el derecho internacional de los derechos humanos no acompaña, está limitado, justamente, a los marcos jurídicos nacionales, en el cual el concepto de genocidio no existe. Tampoco hay un reconocimiento político del genocidio y daños transgeneracionales producidos por el Estado contra el pueblo Mapuche. Tampoco se reconoce el daño territorial del extractivismo forestal y su proyecto neocolonial en los territorios. Todo lo contrario, hoy se levantan discursos que hablan de una supuesta sustentabilidad del extractivismo forestal, de su contribución a mitigar los efectos del cambio climático, entre otros argumentos que no tienen correlato con la degradación socioambiental que producen en los territorios. La falta de agua, la proliferación de camiones aljibe en las zonas rurales, los megaincendios, la contaminación de ríos y mares con las descargas de plantas de celulosa, son evidencia de ello.
Se mencionaron casos Australia o Canadá, donde los Estados han reconocido el daño y los genocidios históricos y, por lo tanto, se han preparado e implementado medidas reparatorias.
Eso en Chile aún no ocurre, y la visita de Mireille Fanon a la Universidad de Concepción puso el énfasis en eso. Creo que es un hito relevante para la Facultad de Ciencias Sociales, para la Universidad de Concepción, en su compromiso con los pueblos originarios, con la interculturalidad, con estar presente en las problemáticas relevantes del acontecer de esta zona centro-sur del país, llamada históricamente Wallmapu por el pueblo Mapuche, donde hay que respetar, justamente, estas culturas otras, su diferencia ontológica para mirar el mundo, su legado en el trato con la naturaleza, con los ríos, con los territorios en su conjunto. En el marco de la crisis ambiental planetaria que vivimos, donde el capitalismo sigue cometiendo crímenes contra la naturaleza y culturas ancestrales que la defienden, creo que la visita de Mireille Fanon fue un hito significativo, porque nos recordó que las luchas de descolonización de pueblos históricamente oprimidos por el estado y el capitalismo extractivista en este caso, son luchas con mucho significado, difíciles, pero que son necesarias para construir mundos más justos y realmente sostenibles para la vida.
En ese sentido, también tenemos desafíos pendientes con investigaciones, que puedan contribuir justamente a generar evidencia de estos procesos reivindicativos, que no son violencia, no son terrorismo, sino que son simplemente un pueblo que busca un reconocimiento de su historia, de su derecho al territorio, a vivir bajo sus conceptos de mundo, y no de los que insistentemente trata de imponerles el colonialismo, de los hechos genocidas contra seres humanos y la naturaleza que acontecieron y siguen ocurriendo, y que no se reconocen. Creo que esta visita de Mireille Fanon, en alguna medida, vino a poner el énfasis en eso.
* Robinson Torres Salinas es profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Concepción