[resumen.cl] El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, condenó a 10 ex miembros del Ejército y de Carabineros, por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado de Nicza Báez Mondaca, militante mirista secuestrada por el CIRE de la región de Atacama en noviembre de 1975, en la ciudad de Copiapó.
Carroza condenó a los ex militares Patricio Román Herrera, Felipe González Astorga, Juan Valderrama Molina, Cristóbal Marihual Suazo, Hernán Portillo Aranda, José Quintanilla Fernández, Adolfo Lapostol Sprovera, Héctor Navarrete Jara y Erasmo Vega Sobarzo, junto al ex carabineros Pedro Vivian Guaita, a penas efectivas de 6 años de presidio, en calidad de autores del delito.
Según determinó la investigación del juez, Nicza Báez fue torturada por separado y en conjunto a su pareja Alonso Lazo Rojas -detenido desaparecido-. Luego de ello, "Nicza permanece privada de libertad ilegalmente en la unidad militar, siendo objeto de continuos apremios físicos que consistían en golpes de pies, de puños y de objetos contundentes, además de aplicarle electricidad y amenazarle de atentar contra la integridad de su hijo de año y medio en caso de no entregar información sobre las actividades del movimiento y de las personas que lo integraban" Tras estos hechos, el ministro acreditó " Que después de quince días de angustia permanente por las torturas recibidas y los días de encierro, se decide su traslado a la ciudad de Santiago junto a otros detenidos, pero antes de llegar a la capital, los agentes y sus víctimas se detienen en la ciudad de La Serena en el Regimiento Arica de esa ciudad, donde renuevan los interrogatorios y las torturas los agentes de la sección segunda del Regimiento de esa ciudad" Y finalmente "el traslado de la víctima finalmente concluye en el recinto de detención de Cuatro Álamos y luego en el centro de reclusión Tres Álamos, donde se le mantuvo encerrada sin derecho hasta el mes de junio de 1976, cuando recupera su libertad y decide irse al exilio, no sin antes en este periplo de encierro por más de 90 días debió soportar interrogatorios y torturas permanentes que le provocaron severas consecuencias en su estado mental y físico, fundamentalmente en el Regimiento de Copiapó como en su breve estadía en La Serena, que hasta hoy resienten su vida»