Finalmente, el juicio que se llevaba a cabo en la ciudad de Besanzón, en Francia, contra el chileno Nicolás Zepeda por el femicidio de su expareja Narumi Kurosaki, acabó condenándolo a 28 años de cárcel. Arriesgaba cadena perpetua.

Por Juan Contreras Jara

Luego de nueve días de juicio, los tribunales franceses condenaron al chileno Nicolás Zepeda a 28 años de cárcel, por el femicidio de su expareja, la joven japonesa Narumi Kurosaki, hecho consumado en 2016.

La investigación contra Zepeda tardó cinco años y durante dicho proceso, no se pudo dar con el paradero del cuerpo de la joven estudiante, que desde los tribunales franceses informaron, sería responsabilidad del propio femicida, quien lo habría lanzado al río Doubs. Pese a este antecedente y a diferencia de la jurisdicción chilena, en Francia puede haber causa y condena sin existir cuerpo de delito en los casos, por ello la pena de 28 años.

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Pese a que Zepeda negó en todo momento las acusaciones en su contra, existieron antecedentes determinantes tanto para la investigación realizada por agentes franceses como japoneses en el femicidio de la joven Narumi.

Algunos antecedentes

En esta línea es preciso mencionar que el femicida fue el último en ver a la víctima, destacando una posible «cacería informática» orquestada por Zepeda, quien luego habría pirateado las diversas cuentas de Narumi, incluso después de su desaparición no resuelta. A esto se le suma la declaratoria de 15 testigos de la residencia universitaria que comentaron haber escuchado gritos desgarradores la noche que la joven desapareció, por al menos 10 minutos. 

Tres meses antes de ser última vez vista con vida, en septiembre de 2016, Zepeda y la Narumi Kurosaki habían terminado su relación. el femicida grabó un video en el que asegura que ella hizo cosas malas, que le da dos semanas para enmendar su conducta y que debe pagar parte del costo por el daño causado. El registro fue subido por el chileno a Internet y posteriormente eliminado.

Post quiebre de la relación, se constató que Zepeda le mandó un total de 981 correos durante un periodo de 40 días, esto es un promedio de casi 25 emails diarios. En uno de ellos, el escribe estar decepcionado de ella y textualmente le dice «Te quiero matar».

Además, Zepeda demostró inconsistencias, incoherencias y contradicciones en sus relatos, lo que determinó en gran medida la resolución de los jueces en el caso.