La Corte Suprema confirmó la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de Temuco, que condenó al ex suboficial de Carabineros Gamaliel Soto Segura por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado del dirigente campesino Alejandro Ancao Paine perpetrado a partir del 26 de septiembre de 1973 en la comuna de Cunco.
Por Darío Núñez
El ex carabinero fue sentenciado a la pena única de 15 años de presidio, al unificar la pena actual con la que ya tenía a 10 años de prisión, en calidad de autor, por el delito de secuestro calificado del médico y director del Hospital de Cunco, Eduardo González Galeno, quien también fue secuestrado en septiembre de 1973, en la Región de La Araucanía.
En primera instancia, Soto Segura había sido condenado a la pena de 12 años de presidio; la Corte de Temuco confirmó dicho fallo pero resolvió la unificación de condenas con la que había sido condenado el individuo por el crimen del médico de Cunco. Ahora, en fallo unánime (causa rol 30.338-2022), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Leopoldo Llanos, la ministra María Teresa Letelier y la abogada (i) Pía Tavolari-rechazó el recurso de casación en el fondo interpuesto por la defensa del condenado en contra de dicha sentencia y resolvió: "que se rechaza el recurso de casación en el fondo, deducido por la defensa del sentenciado Gamaliel Soto Segura contra la decisión penal del fallo de segunda instancia, de dieciocho de abril de dos mil veintidós, pronunciado por la Corte de Apelaciones de Temuco, el cual no es nulo en este acápite".
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En el fallo se le aplica al ex carabinero las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, por su responsabilidad en la desaparición del miembro del Movimiento Campesino Revolucionario (MCR).
Alejandro Ancao Paine, de 42 años de edad, viudo y padre de una hija, era dirigente del Consejo Comunal Mapuche, miembro del Movimiento Campesino Revolucionario y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). El día en que lo detuvieron se había trasladado desde su comunidad de Quechurehue hasta Cunco para hacer trámites, sin saber que estaba siendo buscado por unidades policiales de la Tenencia de Cunco.
Desde el golpe militar en adelante la Tenencia de Cunco se había reforzado con personal policial procedente de otras unidades menores de Los Laureles y Las Hortensias. A contar de la misma fecha, unidades de Carabineros bajo el mando del ex oficial Oscar Hernán Troncoso Chacón (fallecido en impunidad), comenzaron a practicar detenciones arbitrarias de campesinos y lugareños. Premunidos de listas de personas recorrían las localidades y comunidades cercanas buscando a los indicados para ser detenidos o ejecutados.
"Pregúntenle al río"
El ahora condenado, Gamaliel Soto Segura, alias "Malelo", en la época de los hechos cabo de Carabineros, portaba la lista y encabezaba las operaciones de captura. Los aprehendidos eran llevados hasta los calabozos de la tenencia de Cunco. Allí los prisioneros eran sometidos a flagelos y torturas por los propios captores. En esa condición fue visto Ancao Paine entre los presos en la unidad policial.
El 26 de septiembre Ancao Paine fue advertido por un vecino de Cunco de que los carabineros andaban buscándole para "darle el bajo", al igual que a Francisco Quidel, según había constatado con el propio Soto Segura. Ancao Paine prefirió no escapar pues señaló que había pasado por frente a la tenencia y nadie le había hecho nada; por lo que prosiguió con sus trámites. Poco después fue detenido por el grupo encabezado por Troncoso Chacón y Soto Segura.
Desde los calabozos de la tenencia se le hizo desaparecer. Cuando familiares del dirigente concurrieron a la unidad policial a indagar por la situación del detenido recibieron por toda respuesta: "Pregúntenle al río Allipén". Varios de los detenidos en la unidad policial en esas fechas fueron trasladados posteriormente hasta centros de concentración de detenidos en la ciudad de Temuco, pero no ocurrió lo mismo con Ancao Paine, convirtiéndolo de esa manera en un detenido desaparecido, ejecutado por las unidades represivas de la dictadura.