Los peonetas y choferes de la Coca Cola a nivel nacional desde la década del 2000, han sufrido una serie de conflictos laborales y sindicales por las condiciones precarias de trabajo y de sub-contratación en que se encuentran.
Su proceso de articulación nacional y regional ha estado sujeto a un largo y complejo proceso, debido a los reveses que han tenido en la conformación de sindicatos y en la expansión de su federación. Y bajo este escenario, es que en este artículo se pretende describir desde los mismos actores como se ha desarrollado dicho proceso.
Historia previa de los sindicatos en Concepción y Fenasipec
La Federación Nacional de Sindicatos de Peonetas Coca Cola y Ramos Conexos (Fenasipec) es la organización que agrupa a gran parte de los sindicatos de las empresas contratistas que prestan servicios a la Embotelladora Andina S.A. y Embotelladora Embonor.
En la actualidad, esta organización tiene presencia en la zona norte, centro y sur del país, congregando a más de 1500 trabajadores. Esta organización nace el año 2007, explica uno de los principales dirigentes de los peonetas, producto de que la federación antigua (FENASIPETRA) estaba totalmente corrompida. Es así, como uno de los principales sindicatos habría renunciado legalmente a dicha federación, para fundar posteriormente la actual federación que se originó en un comienzo en la región Metropolitana.
En el caso de los subcontratados de la provincia de Concepción, su proceso de articulación sindical ha estado sujeto a avances limitados que no se han logrado mantener. Puesto que, de tres sindicatos impulsados en el mismo sector (Talcahuano), dos de ellos se habían disuelto abruptamente. En el caso del primer sindicato que era de empresa, se creó hace 5 años, mientras que el segundo que era inter-empresa hace dos años, durando ambos menos de un año. Según Gerardo Carrillo y Rodrigo Venegas (presidente y tesorero del sindicato actual), plantean que los dos primeros sindicatos se habrían disuelto porque eran organizaciones que no tenían funcionamiento orgánico y porque los niveles de participación social eran nulos.
Proceso de desarticulación y debilitamiento sindical
Esta nula proyección de la organización sindical que estuvo presente desde hace 5 años en la provincia de Concepción se debió exclusivamente, según los dirigentes sindicales, a la falta de motivación de las bases sindicales y la negativa del sector empresarial mayoritario (Embonor y empresas contratistas) de mejorar las condiciones económicas de los trabajadores. La falta de motivación de los trabajadores tenía como indicador la inasistencia a las reuniones periódicas de los sindicatos que convocaban los dirigentes, generando paulatinamente que los sindicatos estuviesen activados principalmente por los dirigentes. Finalmente, estos bajos niveles de participación, llevarían a que los trabajadores mostraran un rechazo a pagar las cuotas sociales para el fondo económico del sindicato.
En cuanto al factor económico del descontento con la organización sindical, los trabajadores consideran que la asociación no lograba mejoras económicas en sus salarios. Esto se debe a la negativa por parte del sector empresarial (contratistas - planta) frente a estas demandas y la ausencia de respuesta en el caso de a la embotelladora EMBONOR, quien se justificaba en que dichas peticiones los trabajadores debían realizarlas a las empresas contratistas porque ellas eran quienes los contrataban. Según el presidente del Sindicato de Talcahuano-San Pedro, no todos los empresarios se habrían negado a las mejoras salariales o las exigencias, pues incluso el dueño de Transportes Vargas Benet plantearía que las movilizaciones podrían generarles beneficios a ellos, porque los fletes que paga EMBONOR son muy baratos. En los últimos siete años -comenta Gerardo Carrillo- han existido cuatro instancias de movilización menores, en que los trabajadores se han paralizado por tiempos muy breves para exigir mejoras salariales o para frenar políticas de recortes de los beneficios sociales que han tenido. Estos actos de presión se realizaban no desde las agrupaciones sindicales, sino que desde las asambleas de los trabajadores, por tanto dichos arreglos no se han hecho dentro del margen de la negociación colectiva.
En el caso de los sindicatos de Chillán y los Ángeles, los dirigentes de FENASIPEC nacionales y de la provincia de Concepción comentan que en estas ciudades previamente al proceso de afiliación a la federación, ya existían sindicatos. Gustavo Godoy plantea que las características que asumen los sindicatos en Chillán y los Ángeles son distintas, pues en el caso de Chillán existe un sindicato de tipo empresa y en el caso de los Ángeles hay un delegado sindical que está afiliado a un sindicato inter-empresa de la región de la Araucanía. En ambas comunas consideran que la presencia de sindicatos, provocó un escenario de mejores condiciones laborales y los ingresos recibidos eran mucho mayores que los del sector de Talcahuano-San Pedro.
Rearticulación sindical provincial y nacional
La rearticulación sindical que se desarrollaría en la Provincia de Concepción durante estos dos meses, sería el inicio de un nuevo proceso emergente de organización sindical distinto a los dos sindicatos que existieron con anterioridad. Puesto que el proceso de constitución de los sindicatos sería impulsado principalmente por la FENASIPEC, ya que los dirigentes nacionales y regionales desde este año realizaron una gira a nivel nacional para impulsar la sindicalización de los subcontratados de la Coca Cola y la afiliación de los sindicatos existentes a la federación nacional. La razón para llevar a cabo este viaje fue que los sindicatos afiliados a la FENASIPEC y sus dirigentes planeaban impulsar un conflicto nacional que levantaba como demanda un sueldo único por oficio para todos los trabajadores sub-contratados de la Coca Cola.
El 26 de Abril del reciente año, mediante un viaje que efectuaron los dirigentes de la región metropolitana, quinta y sexta en conjunto de miembros de la agrupación de la Corriente Político Sindical, realizaron una visita inesperada al sector de las Cuatro Esquinas de Hualpén-Talcahuano, para encontrarse con los subcontratados de la embotelladora EMBONOR. En dicha instancia, los trabajadores al momento de reunirse con los dirigentes nacionales, les explicaron las condiciones de su trabajo absolutamente precarizado debido a sueldos bajos y falta de materiales de trabajo. Comentaron que el día 22 de abril un peoneta había fallecido víctima de una puñalada, en Concepción, frente a lo cual la empresa contratista en la que trabajaba no otorgó ninguna protección social a la familia. Ante esto, les explicaron a los trabajadores la necesidad de sindicalizarse producto de la lucha nacional que iban a impulsar por el sueldo por oficio y cómo habían sido sus procesos de articulación y lucha sindical.
Posterior a este encuentro, los trabajadores iniciaron su proceso de sindicalización, al comparar sus sueldos (casi al nivel del sueldo mínimo) con los sueldos de otras regiones, notaron que eran más del doble que el de ellos. Es por ello, que en menos de un mes, mediante el impulso que dio la FENASIPEC con el proceso de apoyo y acompañamiento constante de parte del Sindicato de embaladores de Talcahuano, de la Asociación regional de trabajadores del SENAME (ARTRASE) e integrantes del movimiento NO MÁS AFP Concepción, constituirían en un comienzo el sindicato con 25 personas, que posteriormente daría origen al Sindicato inter-empresa de peonetas y conductores de la Coca Cola Biobío, donde paulatinamente afiliarían la mayoría de los trabajadores de las distintas empresas contratistas de San Pedro y Talcahuano.
Proyecciones sindicales
Uno de los mayores desafíos de impulsar estas organizaciones sindicales, es el hecho de poder generar permanencia en el tiempo, vincularse entre distintos actores sociales y tener la capacidad de generar demandas sociales transversales. En el caso de esta agrupación, la nueva dirigencia sindical tiene como reto superar las experiencias fracasadas de los sindicatos anteriores, desmantelados al poco andar y satisfacer las expectativas de las bases sociales en cuanto a los ingresos económicos recibidos, puesto que la desigualdad de los sueldos y las precarias condiciones de trabajo es algo que aqueja a las bases. Ante este escenario, se tiene que considerar que el no cumplimiento de las demandas sociales de este sector, podría generar un fracaso en las expectativas sociales sobre el instrumento de la organización sindical y la herramienta de la movilización, lo cual sería perjudicial para esta agrupación germinal. Es por ello, que el desenvolvimiento de la movilización nacional del sueldo por oficio, tendrá fuertes repercusiones en las agrupaciones de los subcontratados de EMBONOR y en este caso de la provincia de Concepción al tener sueldos tan bajos y una organización sindical sin metas cumplidas todavía.
En este contexto, los dirigentes nacionales de FENASIPEC con los dirigentes de los sindicatos afiliados, posteriormente al conflicto desarrollado del sueldo por oficio en Junio, tienen como proyecciones consolidarse en la totalidad de las regiones del país donde no existen sindicatos y no están afiliados a la FENASIPEC como es el caso de Calama, Copiapó, Coquimbo, Punta Arenas o en la región de Aysén, por medio del impulso de la consolidación de una organización nacional.
La directiva de FENASIPEC busca fortalecer la unión con los trabajadores del mismo rubro o similar como es el caso de la CCU, con la intención de generar demandas con plataformas de lucha comunes e impulsar con mayor fuerza la Coordinadora por el "Fin al Subcontrato" que aglutinaría a los sindicatos de las distintas ramas productivas en calidad de sub-contratados para impulsar un movimiento que logre modificar y transformar las relaciones de subcontratación. Ante estas proyecciones fijadas al corto y mediano plazo, los dirigentes locales de la provincia de Concepción consideran con importancia el hecho de la Unidad con los trabajadores de la CCU y la participación con otros actores sociales.