Un nuevo proyecto energético no convencional busca instalarse en territorio de reivindicación Mapuche en Collipulli, comuna de la Araucanía Norte, El Parque Eólico San Andrés.. El proyecto, de propiedad de la gigante transnacional eléctrica EDP Renováveis, fue aprobado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el pasado 09 de marzo del presente año, sin realizar consulta indígena ni participación Ciudadana. Comunidades y vecinos con sorpresa, se enteran, posterior a su aprobación los planes de instalar 19 mega-aerogeneradoras en un vasto territorio comprendido entre el camino Curaco y Huapitrio en dicha comuna.
Barricada Sur Colectivo22
El Parque Eólico San Andrés
Parque Eólico San Andrés es uno de los proyectos más recientes que se suma a la oleada de proyectos de energía eólica en la provincia de Malleco. Habiendo alcanzado acuerdos de arrendamiento con los dueños del fundo Peuma, y Cesar Hompart del Fundo Taitamito más Italo Subiabre, parcélelo del camino San Andrés, este proyecto pretende instalar 19 aerogeneradoras de 235 metros de altura, además de 27 torres de alta tensión en el predio Santa Catalina de propiedad de la forestal CMPC.
El proyecto aprobado el pasado 09 de marzo, en los últimos días del gobierno de Piñera, fue comprado el año pasado por la gigante transnacional EDP Renováveis. Esta empresa es la rama renovable de la empresa energética de la privatizada empresa Energias do Portugal que tiene su casa matriz en España. Hace más de una década que EDP Renováveis tiene presencia en América Latina, en países como Brasil y México, pero apenas el año pasado que la empresa española dio los primeros pasos para ingresar al mercado chileno.
Dudosas promesas en predios en disputa
En su informe anual del año 2021, EDP Renováveis señala que apunta a establecer relaciones ‘cercanas y duraderas' con las comunidades que habitan los territorios donde instalan sus proyectos de inversión, con especial énfasis en contribuir a una transición energética equitativa y promover el 'tema cultural' en las localidades cercanas a sus proyectos. Y, importantemente, declara no tener conocimientos de violaciones a derechos de pueblos originarios en relación a sus proyectos.
Sin embargo, tres de los cuatro predios en los que se propone instalar el proyecto se encuentran en conflicto con comunidades Mapuche. La comunidad José Millecheo Levio lleva reivindicando el predio Santa Catalina desde el año 2012, de propiedad de la forestal Mininco, con una recuperación productiva de sembrado. El fundo Taitamito, del empresario agrícola César Hompart, ha sido ocupado varias veces por la comunidad Choin Lafkenche.
Finalmente, el predio de Bruno Hetz junto a dos predios forestales colindantes son reivindicados por la comunidad Trayken Mapu desde hace 7 años. La comunidad ya ha realizado un trabajo avanzado de siembra al interior del predio que colinda con el de Bruno Hetz; un vasto espacio se ha sembrado con avena, trigo y lentejas. En la recuperación existe un rewe y un espacio ceremonial a solo 330 metros del proyectado aerogenerador 14. Este mismo aerogenerador se encuentra a 670 metros del turístico Salto Chancagua. Los integrantes de Trayken Mapu no fueron informados ni consultados respecto del nuevo proyecto. Al contrario; varias veces se han acercado al dueño del fundo para consultar respecto de los rumores sobre el parque eólico, recibiendo una respuesta negativa.
Durante el proceso de evaluación ambiental del proyecto, no se ha realizado consulta indígena, como tampoco se ha realizado un proceso de participación ciudadana. Muy al contrario; tanto comunidades mapuche que se encuentran reivindicando los predios como futuros vecinos campesinos no han sido contactados ni informados en absoluto respecto del proyecto. Se enteraron por canales no oficiales posteriormente a la aprobación del proyecto el pasado 9 de marzo de 2022.
Los impactos ambientales del proyecto: Aves, aguas y caminos
Si bien los proyectos de energía renovable tienen fama de ser 'limpias', 'sostenibles' y generar menos contaminación que las energías fósiles, los parques eólicos tienen una serie de impactos ambientales. El impacto más emblemático es la muerte de avifauna; de aves migratorias, carroñeras y rapaces como también murciélagos quienes colisionan con las aspas en movimiento como así se ven afectados de diversas formas con estos aerogeneradores que modifican drásticamente el ambiente natural.
Menos conocidos y estudiados son los impactos sobre las aguas superficiales y subterráneas que genera la instalación de aerogeneradores. Tanto el cableado subterráneo como la instalación de los fundamentos de los aerogeneradores además la instalación de caminos puede interferir con las aguas superficiales y subterráneas. El Parque Eólico San Andrés en particular se encuentra a menos de 100 metros de los cursos de agua. Y en caso de que sus obras subterráneas pudieran requerir, la empresa proyecta agotar napas de agua que interfieran con su proyecto.
En Collipulli, una de las afectaciones más importantes y duraderas que dejó la instalación del Parque Eólico Malleco fue el impacto sobre las rutas r35 y r49. El cual producto del traslado de las descomunales máquinas pesadas que son los aerogeneradores destruyeron las rutas provocando una serie de socavones e irregularidades que aumentan exponencialmente la peligrosidad de las rutas, que los conductores deben hasta el día de hoy esquivar manejando por las rutas rurales de Collipulli. El estado deplorable de las rutas ha provocado accidentes de tránsito que al día de hoy deja el saldo de dos muertos. Ahora el Parque Eólico San Andrés pretende trasladar sus máquinas por las rutas utas R-23 (Camino Huapitrio), R-333 (camino Salto Chancagua), R-35 (Camino San Andrés) y R-49 (Camino Curaco).
¿Quién gana y a costa de quién?
La empresa EDP Renováveis es la 16 más importante del mundo en energías renovables no convencionales. Según el informe anual de 2021, la empresa las ganancias de los inversores superó los 800 millones de euros (aproximadamente 700.000.000.000 pesos chilenos). En comparación, la empresa gastó 6.6 millones de euros en aportar a comunidades. En otras palabras, lo que se pagó a las comunidades locales corresponde al 0,8% del monto que se llevaron los inversores, portugueses y chinos en su mayoría.
Esa discrepancia se repite a nivel local. Mientras comunidades y futuros vecinos campesinos del proyecto en su gran mayoría no han establecido relación con la empresa, otra es la situación para los latifundistas y las forestales quienes han firmado contratos de arrendamiento con la gigante portuguesa. Bruno Hetz, dueño del fundo Peuma, por ejemplo logró asegurarse el 2% de las ganancias netas que generan los aerogeneradores en su predio durante los 35 años de su operación1. En el mismo periodo, el Parque Eólico San Andrés proyecta generar entre 10 y 20 puestos de trabajo.
¿Y adónde va la energía? Va inyectado en el Sistema Eléctrico Nacional, la gran red de líneas de transmisión que lleva la energía desde las hidroeléctricas del sur hacia los centros urbanos y las mineras del norte. En el caso del proyecto Eólico San Andrés, EDP Renováveis comunicó al momento de comprar el proyecto su intención de vender la energía para la producción de hidrógeno verde; combustible que se utilizará en la minería del norte y para la exportación.