El estudiante está acusado de haber lanzado una bomba Molotov a un vehículo policial, en medio de una protesta al interior del campus central de la Universidad de Concepción.

El pasado lunes 24 de noviembre, se inició el tercer juicio contra el estudiante Pablo Toledo Sepúlveda, quien está acusado de haber lanzado una Bomba Molotov a un carro policial, en octubre de 2012, tras una jornada de protestas y movilizaciones al interior de la Universidad de Concepción.

La causa ha tenido un largo tramite, y prueba de ello son los 2 juicios que ya se han realizado por esos hechos. En el primero de ellos, el joven fue absuelto. Mientras que en el segundo, fue condenado. Por eso el resultado de este tercer juicio es definitivo, sin que exista más posibilidad de recurrir a ninguna instancia.

Y así lo entiende el propio Pablo, quien en las últimas horas expreso cómo se siente ante esta definitiva instancia, a la salida de la sala 3, del tribunal de juicio oral en lo penal de Concepción, donde se desarrolla la audiencia, "bueno, la primera sensación es estar un poco cansado ya, de tanto tiempo de llevar este juicio. Confiado por las pruebas que hemos presentado y esperando que esta vez me absuelvan nuevamente como en el primer juicio." Sobre lo que han sido estos días de juicio agregó, "confiado y esperar la absolución no más. Nos dimos cuenta que el criterio de Carabineros no fue el mismo en el segundo juicio, que hubo contradicciones… Ahora hay que esperar."

TESTIMONIO CLAVE

Esta jornada de jueves declaró la perito bioquímica de Carabineros, quien intentó explicar cómo el acusado de lanzar bombas Molotov, no tenía rastro alguno en sus manos o vestimentas. Terminando así de rendirse la prueba por parte de la fiscalía. Además se inició la etapa de entrega de pruebas de parte de la defensa, a cargo del defensor penal público, José Ignacio Mora, que tiene incluido en su lista de testigos al del director regional de la Fundación Techo, Pedro Cisternas, quien ha declarado en favor del estudiante en los 2 juicios anteriores.

El profesional, también abogado fue detenido en la misma manifestación y ha señalado que desde el comienzo de este caso, que él pudo observar como un funcionario de Fuerzas Especiales de Carabineros, sacaba desde una caja al interior del bus en el que se encontraba retenido, dos botellas de vidrio, bajando luego del vehículo. Cisternas reconocería una de esas botellas como las que se supone Pablo llevaba en su mochila. Así lo hizo en 2 ocasiones frente a los jueces que han conocido de este caso y se espera que lo ratifique el próximo lunes cuando testifique.

Se espera que el juicio finalice no antes del martes de la próxima semana. En esta causa la Fiscalía solicita una pena de 800 días de cárcel por atentado contra la autoridad y 4 años de prisión por el delito de porte de artefacto incendiario

Foto: Protesta del 18 de octubre del 2012. Por Camila Lassalle