El periodista vasco, Pablo González Yagüe, fue detenido por servicios de inteligencia polacos el 28 de febrero, acusado de ser pro ruso, cuando cubría el ingreso de refugiados ucranianos en la frontera entre ambos Estados, cumpliendo meses incomunicado, sometido a diversos interrogatorios, sin protección consular y esta semana la justicia del país prorrogó por tres meses más su cautiverio sin juicio y sin permitir que su defensa ni su familia lo visiten. RESUMEN conversó con su abogado, el chileno Gonzalo Boye, quien indicó, entre otras cosas, que «creemos que Polonia está actuando como un Estado paria, un Estado al margen de la legalidad internacional y sobre todo de la legalidad europea y esta situación ya sobrepasa lo que es tolerable en cualquier Estado democrático y de derecho».
Por Alejandro Baeza
Pablo González, corresponsal de Publico.es, fue detenido apenas comenzaba la invasión rusa el 28 de febrero por las autoridades polacas mientras cubría desde la localidad de Rzeszow, en las cercanías de la frontera con Ucrania acusado de ser un espía ruso, sometido a interrogatorios, sin acceso a abogados ni protección consular, y por supuesto, sin haberse comunicado con su familia.
La semana pasada la Fiscalía polaca solicitó formalmente al tribunal que se prolongara la detención del reportero. En una audiencia celebrada este miércoles 25 de mayo, el juez decidió prorrogar tres meses más la prisión provisional.
La esposa de Pablo González y madre de sus hijos, Oihana Goiriena, indicó a Público.es que lamenta la decisión del tribunal y ha instado al gobierno de Pedro Sánchez a solicitar explicaciones a Polonia. «Sólo espero que esta vez el Gobierno español no dé por buenas las explicaciones y las actuaciones de las autoridades polacas» señaló.
Goiriena, que lleva tres meses sin poder comunicarse con González, denunció que Polonia sigue impidiendo que el periodista hispano-ruso pueda recibir llamadas o visitas de su familia. «Un tribunal polaco ha decidido que mi marido, el periodista Pablo González, debe seguir en prisión durante otros tres meses más y ha decidido también que mi marido no podrá recibir ninguna llamada telefónica ni de sus amigos y de sus seres queridos; ni mía ni de sus hijos ni de su madre».
Consultado por RESUMEN, su abogado, Gonzalo Boye, comentó que «Una vez más la justicia polaca no ha sido capaz de poner una sola evidencia sobre sus supuestos delitos y en estos tres meses tampoco han sido capaces ni de permitirme una visita como abogado suyo ni de permitir la visita de su familia. Creemos que Polonia está actuando como un Estado paria, un Estado al margen de la legalidad internacional y sobre todo de la legalidad europea y esta situación ya sobrepasa lo que es tolerable en cualquier Estado democrático y de derecho».
«Pablo González nació en Moscú, en 1982, con el nombre de Pavel Alexevich Rubtsov, según ha podido comprobar este diario. Sus padres también nacieron en Moscú, hijos de españoles asentados en la URSS durante la guerra civil española. Tras el divorcio de sus padres, Pablo llegó con su madre a Euskadi, en 1991, donde fue inscrito en el Registro Civil con nacionalidad española y con el nombre de Pablo González Yagüe, apellidos maternos. Por lo tanto, sus dos pasaportes muestran nombres diferentes para la misma persona» había consignado anteriormente Público.es.