Este 21 de mayo, en el mismo discurso en que Bachelet afirmó que «hemos propuesto reconocer a las aguas como un bien nacional de uso público», anunció que «los bosques son un pilar importante de nuestra economía y hay que apoyar la inversión en ellos, una que sea social y medioambientalmente sustentable. Con ese fin, prorrogaremos la vigencia del DL 701».
La presidenta confunde o, lisa y llanamente, miente al nombrar por bosques a las plantaciones forestales. Un bosque es un conjunto diversos de árboles y otras espcies que conviven en un espacio determinado. En ellos hay ciclos regulados naturalmente que aseguran su sustentabilidad y servicios ambientales, tales como la provisión de agua y alimentos.
Nada de esto es propio de las plantaciones forestales, dispuestas exclusivamente para proveer de madera al negocio forestal, con árboles exóticos de rápido crecimiento, que al ser plantados al mismo tiempo y en razón de 1600 por hectárea consumen grandes cantidades de agua, provocando la escasez hídrica que actualmente padecen miles de personas en las comunas calificadas «de vocación forestal».
Contradictorio, Bachelet reconoce que esta situación ha sido agravada por «la sobreexplotación de las cuencas y del mal uso de los derechos de agua» y minutos después declara que los monocultivos forestales, se expandirán con financiamiento estatal.
Prorrogar la vigencia del Decreto 701 significa continuar con la bonificación estatal para los gastos de plantación forestal, cubriendo el 90% de los gastos de los pequeños propietarios, el 75% para los medianos y un 50% para los grandes. Todos irán a vender la madera al duopolio de Forestal Mininco y Arauco, controladores del precio. Y, finalmente también serán sus dueños quienes seguirán siendo los beneficiados con el consumo de agua.
Aumentar la fabricación de pulpa de celulosa es uno de los propósitos de la expansión forestal. En febrero de 2014 se aprobó el proyecto de Modernización y Ampliación de Planta de Celulosa Arauco (MAPA). Según el informe que Celulosa Arauco presentó al Servicio de Evaluación Ambiental, continuará captando agua del río Carampangue. Cuando la ampliación esté funcionando tendrá un consumo promedio de 2.2m3/segundo, o sea de 2.200 litros por segundo equivalentes a 190.080.000 de litros al día. Si se considera que la Superintendencia de Servicios Sanitarios reporta un consumo medio de 117 litros de agua por habitante, en el territorio correspondiente a la distribución de Essbio, se puede establecer que el consumo diario de agua de esta planta, será mayor que la de los habitantes de la provincia de Arauco y Concepción juntas.
Qué veracidad puede tener el reconocimiento del agua como bien nacional de uso público cuando se promueve su explotación y agotamiento en beneficio de privados.
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