[resumen.cl] La Corte Suprema rechazó los recursos de casación en el fondo deducido en contra de la sentencia que condenó a dos miembros en retiro de la Policía de Investigaciones por su responsabilidad en el delito consumado de secuestro calificado de Segundo Elías Llancaqueo Millán, ilícito perpetrado en la comuna de Lautaro en abril de 1975.

En fallo unánime (causa rol 26.804-2018), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros Haroldo Brito, Jorge Dahm, Leopoldo Llanos y los abogados (i) Diego Munita y Carolina Coppo- confirmó la sentencia dictada en enero de 2018 por el ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones de Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Temuco, Álvaro Mesa Latorre, que condenó a José Amador Figueroa Toro a cumplir la pena de 12 años de presidio, en calidad de autor del delito; y a Jorge Eusebio Barriga Soto a 3 años de presidio, como encubridor, sentencia que había sido ratificada por la Corte de Temuco en septiembre de 2018.

Segundo Llancaqueo Millán era un comunero campesino que fue detenido por personal de la Policía de Investigaciones de Lautaro con posterioridad al golpe militar de 1973. Durante su detención fue sometido a torturas y diversos apremios por parte de los policías, quienes le acusaban de tenencia ilegal de armas y le exigían al prisionero que les entregara los supuestos pertrechos.

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Luego de varios días de suplicio, Llancaqueo Millán conduce a los funcionarios de Investigaciones hacia un sector rural de la comuna de Lautaro con la finalidad de señalarles el lugar donde estaría escondido en armamento. Una vez en el lugar, y utilizando el follaje y topografía del sector, Segundo Llancaqueo se escabulle de sus captores, que se habían hecho reforzar por otras unidades, y escapa de los policías.

Llancaqueo permaneció escondido un largo período de tiempo, siendo socorrido por familiares y amigos para subsistir y permanecer oculto. Esporádicamente concurría hasta su vivienda para visitar a su pareja y sus dos hijas pequeñas, hasta que en la noche del 5 de abril de 1975 fue capturado nuevamente por funcionarios de Investigaciones en las cercanías de su casa, en circunstancias en que se dirigía hacia su vivienda.

Su pareja había sido apresada por los policías y sacada del domicilio momentos antes y abandonada en un descampado cercano. Ella y vecinos del sector pudieron escuchar los gritos de dolor y de auxilio de Segundo Llancaqueo, así como los disparos efectuados por la horda de agentes policiales que habían invadido el sector.

Los agentes policiales le ejecutaron en 1975 y luego hicieron desaparecer su cuerpo. Hasta la fecha sigue siendo un detenido desaparecido.

Sus ejecutores, los exPDI José Amador Figueroa Toro y Jorge Eusebio Barriga Soto deberán ahora purgar sus respectivas condenas.