La Corte Suprema rechazó los recursos de casación en el fondo interpuestos por las defensas en contra de la sentencia que condenó a siete agentes del denominado Comando Conjunto, por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado del dirigente sindical Nicolás Alberto López Suárez, cometido a partir de julio de 1976, en Santiago.
Por Darío Núñez
La víctima, de 40 años de edad, era dirigente del Partido Comunista en la clandestinidad y miembro del Consejo Nacional de la Central Única de Trabajadores (CUT), fue secuestrado en la vía pública por agentes de este organismo represivo el 30 de julio de 1976 y desde entonces se pierde todo rastro de su persona.
En fallo unánime (causa rol 889-2020), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm, la ministra María Teresa Letelier y el abogado (i) Diego Munita- desestimó los recursos impetrados en contra de la sentencia, dictada por la Corte de Apelaciones de Santiago, que condenó al ex oficial Fach Juan Francisco Saavedra Loyola, al ex oficial de la Armada Daniel Luis Enrique Guimpert Corvalán, al ex oficial de Carabineros Manuel Agustín Muñoz Gamboa, al ex suboficial Fach Raúl Horacio González Fernández, y a los agentes civiles Juan Atilio Aravena Hurtuvia y Ernesto Arturo Lobos Gálvez a penas de 10 años y un día de presidio, en calidad de autores del delito; y a Viviana Lucinda Ugarte Sandoval a 3 años y un día de presidio, como cómplice.
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Los agentes en primera instancia condenados a penas de 15 años y un día de presidio, en calidad de autores de los delitos de asociación ilícita y secuestro calificado, el ex general de la Fuerza Aérea, ex jefe del SIFA y del Comando Conjunto en la época, César Freddy Enrique Ruiz Bunger; el ex coronel Fach Antonio Benedicto Quiros Reyes, y los agentes civiles César Luis Adolfo Palma Ramírez y Miguel Arturo Estay Reyno, alias "El Fanta", fallecieron en el curso del proceso.
Los hechos
En la etapa de investigación judicial quedó establecido que durante los años 1975 y 1976 funcionó un organismo represivo -denominado «Comunidad de Inteligencia» y conocido posteriormente como «Comando Conjunto»- conformado por miembros de distintas ramas de las Fuerzas Armadas y Carabineros, y también por algunos civiles ex miembros del grupo antimarxista denominado «Patria y Libertad».
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Dicho organismo represivo fue constituido por decisión de las Direcciones de Inteligencia de las Fuerzas Armadas y Carabineros, cuyo cuartel general se instaló en un edificio ubicado en calle Juan Antonio Ríos N° 6 de Santiago Centro (JAR 6), donde se encontraban las Direcciones de Inteligencia de la Fuerza Aérea (DIFA), del Ejército (DINE), de la Armada (SIN) y de Carabineros (SICAR).
Operativamente, el aludido organismo represivo funcionó en centros clandestinos de detención y tortura, denominados «Nido 20» (ubicado en el sector del Paradero 20 de la Gran Avenida) y «Nido 18» (localizado en el sector del Paradero 18 de Vicuña Mackenna); y posteriormente, desde octubre o noviembre de 1975, en «Remo 0», ubicado al interior del Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina de la Fuerza Aérea. Finalmente, a comienzos de 1976, los agentes operativos se trasladaron desde este último lugar -con exclusión de los miembros del Ejército, que en esa época se marginaron del organismo-, hasta el cuartel «La Firma», ubicado en Calle 18, en Santiago Centro, a la altura del 200, en el edificio del ex diario «El Clarín». El cuartel «La Firma» funcionó hasta diciembre de 1976, y corresponde a un edificio antiguo con varias dependencias, algunas de las cuales eran oficinas, otras salas de interrogatorio, y otras, calabozos.
En todos los recintos clandestinos de detención antes señalados se efectuaron torturas a los detenidos, algunos de los cuales fallecieron como consecuencias de las mismas; o se les ejecutó por los agentes, haciendo desaparecer sus cuerpos.
Eran jefes en dichos recintos el teniente de la Armada Daniel Luis Guimpert Corvalán, quien a su vez dependía del Comandante Sergio Barra Von Kretschman, director del SIN; el agente de la Fach Roberto Fuentes Morrison, quien dependía del Comandante de la Fach Juan Saavedra Loyola, y éste a su vez, del director de la DIFA, Freddy Enrique Ruiz Bunger; y el Teniente de Carabineros Manuel Agustín Muñoz Gamboa, quien a su vez era subordinado del Capitán de dicho cuerpo Germán Esquivel Caballero, siendo jefe del área de inteligencia de Carabineros el Coronel Rubén Romero Gormaz.
Tanto Guimpert Corvalán, como Fuentes Morrison y Muñoz Gamboa dirigían sendos grupos de subalternos que cumplían labores operativas, deteniendo personas para trasladarlas al recinto ya señalado, donde eran interrogados bajo torturas, ejecutados y hechos desaparecer.
Desde fines de 1975, y durante todo el año 1976, la actividad represiva del Comando Conjunto se dirigió especialmente en contra de la estructura clandestina de las Juventudes Comunistas, (JJ.CC.); pero también en contra de algunos de los militantes clandestinos del Partido Comunista (PC). Para lo anterior utilizó la información proporcionada por militantes de las JJ.CC. que, luego de ser detenidos, se transformaron en colaboradores y en algunos casos agentes, como Carol Flores Castillo, Miguel Estay Reyno y René Basoa Alarcón.
Fue así como comenzaron a ser detenidos numerosos dirigentes del colectivo comunista, tanto los que desempeñaban o habían asumido tareas de dirección de la misma en reemplazo de quienes eran detenidos, o quienes se encontraban «congelados» (ocultos en casas de seguridad) como medida de prevención ante la ola represiva desencadenada en contra de la organización.
Desde el segundo semestre de 1976, tanto las JJ.CC. como el PC. contaban con una dirección interna (dentro del país), existiendo distintas comisiones que desarrollaban su función en frentes específicos, como el frente sindical. Uno de los integrantes de dicha comisión sindical era Nicolás López Suárez, pero su contacto con el Partido (Juan Antonio Gianelli Company) había sido detenido -y se encontraba desaparecido - desde el 26 de julio de 1976. Como medida de seguridad, López Suárez se trasladó a vivir desde su domicilio en la comuna de Providencia al domicilio de un sobrino en calle República, en Santiago Centro; este sobrino trabajaba como garzón en el "Restaurante Carrera», ubicado en Avenida Libertador Bernardo O’Higgins N° 2167, y colaboraba con el trabajo clandestino del Partido Comunista, utilizándose el aludido establecimiento como «buzón».
El día 30 de julio de 1976, en el citado restaurante, Nicolás López se juntó a almorzar con la mujer de su contacto ya detenido. El dirigente señaló a su sobrino que le venían siguiendo y que quería hablar con él una vez que saliera. Asimismo, llegaron al local dos individuos que se sentaron cerca de Nicolás López y su acompañante y comenzaron a vigilarles; estos individuos ya habían estado antes en el restaurant.
Luego, aproximadamente a las 14:00 horas, su sobrino se fue a cambiar ropa para, una vez terminado su turno, juntarse con Nicolás López, pero cuando salió del local, aquel y su acompañante ya no se encontraban en el lugar así como tampoco los individuos que lo vigilaban.
Según algunos testigos, al salir la pareja del restaurant, López dejó a la mujer en un taxi, en la misma esquina del local. Su sobrino reconoció posteriormente en las fotografías que se le exhibieron a Roberto Fuentes Morrison, como una de las personas que seguía a Nicolás López y que el día de su desaparición lo vigilaba dentro del restaurant. Igualmente, la señora acompañante señaló después que una de las personas que vio en el restaurant en el día de los hechos era Fuentes Morrison, a quien conocía con anterioridad.
Señalemos que Roberto Fuentes Morrison, alias "El Wally", era un ex oficial de reserva de la fuerza aérea que había sido reclutado como agente civil para efectuar labores represivas. Este criminal fue ejecutado por un grupo operativo de la Resistencia antidictatorial el 9 de junio de 1989 en la comuna de 'uñoa, en Santiago.