[resumen.cl] Gran parte de los analistas justificaron el primer cambio de gabinete de este segundo mandato de Piñera en los errores comunicacionales de los Ministros de Educación y Cultura salientes. En el primer caso el tema era evidente para todos, el Ministro de los bingos tenia que salir antes de horadar más la popularidad del gobierno. En el segundo caso, Cultura, los problemas comunicaciones no eran tan graves, aunque si El Mercurio se había puesto su empeño desde el primer día en la destitución de Alejandra Pérez, con editorial incluida.

Sin embargo, el cambio de gabinete que traería tranquilidad nuevamente al gobierno en materia comunicacional, fue un tiro a los pies de Piñera. El nombramiento de Mauricio Rojas en Cultura -amigo del canciller Roberto Ampuero- desató una tormenta comunicacional, que no solo traspasó el ámbito propio de la cultura, el patrimonio y los derechos humanos, sino además las propias fronteras del país, en algo que se hace tan insostenible para Piñera como cada día que prolongo a Gerardo Varela en el Ministerio de Educación.

Mauricio Rojas, es presentado pomposamente como historiador y economista, con un par de publicaciones de escaso peso académico, como escritor por un par de textos – uno sobre conversos con su amigo Roberto Ampuero y otro de loas al primer gobierno de Piñera-.

Pero la pobreza de su curriculum o su escasa pertinencia en temas de cultura y patrimonio, no fue lo que más resaltó en su llegada al Ministerio, sino el énfasis en su condición de "converso", de "ex militante del MIR", cuestión desmentida por la militancia mirista y el exilio chileno en Suecia. El manto o la historia de Rojas, para presentarse como exiliado o ex militante de izquierda, presentaba una serie de incongruencias. Lejos de ser un mirista converso al neoliberalismo como Ominami, Rojas aparece como un aprovechado que mintió sobre su condición de perseguido para obtener beneficios económicos, recibir los beneficios de los refugiados políticos en Suecia, la posibilidad de estudiar becado en ese país, donde rápidamente pasó de partidos de derecha a extremaderecha.

Resulta tan incongruente la historia de Rojas, que se transformó en un diputado de un partido anti migración siendo el inmigrante y hoy aparece como "negacionista", tras la revisión de sus opiniones explayadas en un libro de Ampuero, en donde niega los horrores de la dictadura militar cargando contra el Museo de la Memoria. Resulta casi surrealista que un tipo que se hizo pasar por víctima de la dictadura para autoexiliarse y luego vivir de la solidaridad europea con las víctimas de Pinochet, hoy se presente negando lo ocurrido.

Dentro del curriculum de Rojas, también hay un paso por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, la misma que hoy esta en centro del huracán de la política española por entrega de títulos falsos a la derechista presidenta del gobierno de Madrid Cristina Cifuentes, denuncia que le costo su destitución, así como un titulo falso al actual líder de la derecha española Pablo Casado, cuestión que hoy lo mantiene en tribunales.

Rojas y El Museo de la Memoria

Las declaraciones de Rojas sobre el Museo de la Memoria: "más que un museo se trata de un montaje cuyo propósito que sin duda logra, es impactar al espectador dejarlo atónito, impedirle razonar", desataron la repulsa unánime del mundo de la cultura, el arte, el patrimonio y los derechos humanos, a ello se fueron sumando organizaciones y personalidades del mas diverso tipo. Entre ellos el poeta Raúl Zurita, quien calificó las declaraciones de Rojas de "alucinantes y ofensivas" y llamó por "dignidad" a todos los trabajadores de la cultura a negarse a participar de cualquier instancia en que Rojas se encuentre presente.

Las declaraciones de Rojas así como la polémica que desataron sus palabras ya pasaron las fronteras nacionales y han sido reproducidas por las principales agencias internacionales.

El listado de organizaciones o personalidades que condenan las palabras del nuevo ministro y exigen su salida crece hora tras hora, al interior del ministerio es una posición prácticamente unánime entre las asociaciones gremiales del nuevo ministerio, también entre los trabajadores de la cultura y organizaciones ligadas a este ámbito como el patrimonio. En el mundo de los derechos humanos y la memoria histórica la situación se repite, la comisión de derechos humanos de la Cámara de Diputados ya ha citado a este ministro antes de cumplir 48 horas en su cargo.

Sostenerlo en el cargo sera un lastre para el gobierno de Piñera, agravará aún más las problemáticas que presenta este nuevo Ministerio aún sin implementar y sobre el cual solo hay incertidumbre, sobre Mauricio Rojas estarán todos los ojos y sobre él apuntarán todos los dardos.

Solo como detalle, ya están convocadas dos manifestaciones pidiendo la salida de Rojas, una del mundo de la cultura encabezada por la Asociación Chilena de Barrios Patrimoniales para este lunes 13 de agosto a las 13:30 en Ahumada con Huérfanos y otra del mundo de los derechos humanos el día miércoles 15 de agosto a las 16:00 horas en la explanada del Museo de la Memoria.