Por Big Data
Desde hace algunos años es bastante común escuchar de tanto en tanto respecto de las criptomonedas. Pero ¿Qué son? y ¿Cómo funcionan? ¿para que sirven?.
Hace algunos días, Elon Musk, fundador de PayPal, Space X y Tesla, y uno de los personajes íconos del mundillo tecnológico, sorprendió a todos al anunciar que su compañía de autos eléctricos, Tesla Motors, dejaría de aceptar Bitcoin como medio de pago, revirtiendo de esta forma la decisión de la compañía a este respecto tomada hace algún tiempo. El anuncio por supuesto sacudió al mercado de las monedas virtuales sobre todo porque las razones dadas por Musk fueron principalmente medioambientales, pero ¿cómo puede afectar una moneda virtual al medio ambiente?
Te puede interesar: ONU Mujeres: 8 de cada 10 empresas tiene menos de 40% de mujeres en sector tecnológico
Partamos por el principio. Las criptomonedas, son un tipo de divisa virtual alternativa y de control descentralizado, el control de cada una funciona a través de una base de datos que es usualmente una cadena de bloques (blockchain) que sirve como una base de datos de transacciones financieras públicas, aunque con varias diferencias respecto de lo que sería un depósito bancario de toda la vida.
El hecho de que las criptomonedas sean digitales no es la diferencia más importante con las monedas tradicionales. La mayor diferencia, desde mi punto de vista, está dado en que las criptomonedas NO están aseguradas por el gobierno como sí lo están los depósitos bancarios. Esto significa que las criptomonedas almacenadas en línea no tienen las mismas protecciones que tiene el dinero depositado en una cuenta bancaria. Es decir, si almacenas una criptomoneda en una cartera o monedero digital provisto por una compañía, y la compañía cesa sus operaciones o sufre un ataque informático, es posible que no se pueda actuar ni recuperar el dinero como podría hacerlo con el dinero que se guarda en los bancos o cooperativas de crédito.
El Bitcoin (la criptomoneda mas conocida a nivel mediático) fue creada el año 2009 por una persona (o personas) desconocidas bajo el alias de Satoshi Nakamoro bajo esta tecnología blockchain, que es una especie de libro contable en donde se registran las transacciones realizadas por medio de criptomonedas. A diferencia de otras, el valor de Bitcoin se determina por el número finito de monedas que se pueden crear, que para este caso son 21 millones.
Una cuestión relevante es que no todas las monedas de Bitcoin están en circulación y las nuevas van siendo generadas por un proceso descentralizado y complejo conocido como "minado" en donde se utilizan computadoras para resolver complejos problemas matemáticos, proceso que ha generado preocupación por su impacto ambiental y he aquí el meollo del asunto dado que el punto crítico estaría dado por la creación de estas monedas y no tanto por su uso o regulación.
Hace unas semanas parecía que Tesla Motors y particularmente Elon Musk, lo apostaban todo al Bitcoin al aceptar la moneda digital para comprar vehículos eléctricos, razón por la cual se disparaba su valor y no pocos sacaban cuentas alegres, pero, como dice la canción… murió la flor. Mediante un comunicado publicado hace unos días por Musk, cofundador de Tesla, la empresa ha declarado que cesan sus operaciones con Bitcoin a la hora de comprar sus vehículos.
Al apostar por el Bitcoin y aceptarlo como moneda de cambio por sus autos, Tesla entró en una paradoja curiosa. De un día para otro había comenzado a fomentar el uso de combustibles fósiles. Algo completamente contrario a la visión de una empresa de autos eléctricos y productos no contaminantes que supuestamente tiene. La razón está dada por el alto consumo de energía que se utiliza para "minar" Bitcoin y para realizar cada una de las transacciones con ésta y otras monedas virtuales. Energía que a menudo proviene de combustibles fósiles como el carbón. De ahí el abandono que ha hecho la compañía de este método de pago.
A raíz de esto, todo este mercado está experimentando caídas absolutamente espectaculares: Bitcoin ha caído más del 21% en las últimas 24 horas, Ethereum un 31%, Dogecoin (42%) o Shiba (48%). Entre otras razones aparentes, también estaría un anuncio del gobierno chino que ha vuelto a confirmar que prohíbe a los bancos operar con criptomonedas.
Por otro lado, la actitud fría de China hacia estas divisas digitales se remonta a hace más de una década y si bien el país no las prohíbe completamente, los entes reguladores declararon en 2013, que el Bitcoin no era una moneda real y prohibieron a las instituciones financieras y de pago realizar transacciones con ella. En ese momento, citaron el riesgo de que el Bitcoin se pudiera utilizar para el lavado de dinero, así como la necesidad de "mantener la estabilidad financiera" y "proteger el estado del yuan como moneda fiduciaria".
Todo esto parece sepultar, por el momento, el despliegue de las monedas virtuales y sin ninguna duda deja a muchos con la billetera vacía.