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Una humareda de tanques, incendios, disparos y barricadas, una humareda de noticias falsificadas, una humareda de desesperanza por lo que parece ahora el comienzo de una guerra civil completa en Ucrania.
Pero a la sombra de esas humaredas nauseabundas están ocurriendo, discurriendo y escurriéndose entre medio, otras cosas que quizás apunten a algo mejor, o, probablemente, a algo muchísimo peor.
Algo poco conocido y que despierta grandes sospechas, fue la reunión en Washington de la primera ministro de Alemania, Angela Merkel, con el presidente Barak Obama. Las noticias oficiales salieron limpiecitas y recién maquilladas, diciendo que Estados Unidos y Alemania habían acordado endurecer las sanciones contra Rusia y también contra algunos cabecillas ucranianos de la rebelión contra el gobierno de Kiev, que asumió el poder tras derrocar al presidente constitucional Viktor Yanukóvich.
Pero eso no era más que mostacillas de colores. En realidad la reunión de los jefes de gobierno de Alemania y Estados Unidos fue muy tensa, y en ella Alemania dejó en claro que no continuará apoyando la política confrontacional contra Rusia que ha impuesto Estados Unidos.
A la salida de la reunión, Angela Merkel dijo a los periodistas que no se había avanzado mucho en asuntos de seguridad y de respeto a la privacidad. Por cierto, ella no se refería sólo al grosero espionaje de Estados Unidos incluso en las comunicaciones privadas de ella y otros altos dirigentes de Alemania. Más que eso, la líder de Alemania aludía a la futura colaboración de los servicios de inteligencia de ambos países en los asuntos de Ucrania.
Por supuesto, Alemania mantiene sus buenas relaciones con Washington. Pero no le dará el gusto a Obama en cuanto a respaldar sin reservas al gobierno autoproclamado de Kiev.
Para recalcar el mal augurio de la reunión de Angela Merkel y Barak Obama, Ucrania se encargó de echar un balde de agua ensangrentada sobre su legitimidad democrática. No sólo por haber lanzado en esos momentos su gran arremetida militar contra las posiciones ocupadas por los rebeldes. Mucho peor que eso, ha quedado ya claro que fueron pandilleros neonazis apoyados por el Ministerio del Interior de Kiev, los que lanzaron andanadas de cocteles molotov al interior del edificio de los Sindicatos, en Odessa, desatando un incendio incontrolable en que murieron alrededor de 46 rebeldes.
De ellos, algunos se mataron saltando por las ventanas de los pisos altos. Más de 20 perecieron quemados vivos. Otros murieron asfixiados, y se sospecha que la gasolina de las bombas molotov podría haber sido mezclada con alguna sustancia tóxica.
Ese atentado criminal quedó abundantemente documentado, y la Unión Europea exigió de inmediato que se realice una investigación independiente, que esté blindada contra presiones del gobierno de Kiev o de agentes tanto de Rusia como de la OTAN.
En realidad, el operativo militar lanzado por el gobierno de Kiev ha impactado intensamente a la opinión pública europea, que cada vez más aparece desdeñando las publinoticias anti rusas que copan los medios de comunicación, y buscando, en cambio, las publicaciones por medios alternativos.
Para el gobierno alemán, y para la opinión pública de toda Europa, el ataque militar, con tanques, artillería e incluso helicópteros artillados, ha sido autorizado por el gobierno de Barak Obama, y con ello se evidencia un antagonismo inequívoco hacia la jefe de gobierno de Alemania, ya que Angela Merkel había viajado a Washington precisamente para instar a Obama de que escuche los planteamientos del presidente Vladimir Putin, en vez de seguir haciéndose el sordo.
En la conferencia de prensa que siguió a la reunión, un periodista le preguntó a Barak Obama por qué no se reúne cara a cara con el presidente Putin, para discutir y buscar una solución de consenso, en vez de seguir como hasta ahora tratando inútilmente de obligar a Rusia a hacer lo que Washington quiere.
¿Y sabe Ud. lo que pasó?… Pues que Obama se quedó pestañeando, carraspeó, y no respondió. La pregunta quedó vibrando en el aire, apuntándolo como un dedo.
En realidad, particularmente en Alemania, la acumulación de sanciones inútiles contra Rusia ya está provocando reacciones intensas. De hecho, representantes de las más grandes empresas alemanas, como la Siemens, la Volkswagen, la gigante química Basf, la ADIDAS y el propio Deustche Bank, que aportan fuentes de trabajo para millones de alemanes, se entrevistaron con Angela Merkel y le pidieron derechamente que se enfrente a Barak Obama para parar las oleadas de sanciones contra Rusia.
Otro borde de fricciones se está produciendo por la invitación extendida por el Parlamento de Alemania, al ex analista del espionaje de Estados Unidos Edward Snowden, para que concurra a una sesión de la Comisión Parlamentaria que está investigando el espionaje de Estados Unidos sobre políticos, altos funcionarios, industrias y bancos, incluyendo, como decíamos, la correspondencia privada de la primera ministro Angela Merkel.
Estados Unidos reaccionó con exasperación ante la posibilidad de que Snowden entregue su testimonio y sus informaciones a los congresistas alemanes. Tan furiosas han sido las presiones de Washington, que el gobierno ha tenido que solicitar al parlamento que suspenda la invitación, ya que ella provocaría un gravísimo enfrentamiento con Estados Unidos.
El gobierno reconoce que el Congreso tiene todo el derecho para invitar e interrogar a quienes hagan aportes valiosos `para su investigación, pero sugieren que sería bueno que los parlamentarios vayan a Rusia a conversar con Snowden.
De hecho, Estados Unidos ha sugerido la posibilidad de arrestar a Snowden si llega a territorio alemán, a incluso ha mencionado que podría arrestar y someter a proceso criminal a los propios parlamentarios que conozcan los secretos que Snowden tiene en su poder y eventualmente los den a conocer al público.
Ud puede imaginarse el efecto de esas amenazas a los parlamentarios alemanes.
En tanto, uno de los principales periódicos de Estados Unidos, el Huffington Post, de gran importancia en asuntos internacionales y económicos, el viernes impactó a sus lectores lanzando una advertencia escalofriante.
El analista internacional Ivan Eland dedicó su columna en ese periódico para advertir al gobierno de su país que es posible que muy pronto Estados Unidos tenga que recurrir al auxilio de Rusia para hacer frente al incontenible avance de China sobre el mundo.
Desatendiendo las palabras de Obama sobre su pretendido interés en mantener buenas relaciones con China, el analista destaca cómo la gira de Obama por el sudeste asiático se centró precisamente en los países que tienen conflictos o diferendos con la China, y que sus posturas han sido inequívocamente de oculta hostilidad, contención y freno al avance chino.
Ivan Eland destaca que es absurdo que se siga negando que Rusia es esencialmente una nación europea, y que durante siglos ha sido una aliada decisiva de occidente para encarar las más grandes crisis y guerras.
Así, Barak Obama y la OTAN parecen obstinadas en ignorar que, en caso de enfrentamiento entre oriente y occidente, Rusia será sin duda quien decidirá la diferencia entre victoria y derrota.
Y eso, según el analista del Huffington Post, es algo que claramente va a producirse en un futuro que puede estar muy próximo.
Y, oiga, como rubricando las afirmaciones del analista Ivan Eland, esta semana el Fondo Monetario Internacional dio a conocer las nuevas y últimas cifras sobre la economía de las naciones. Y las cifras más impactantes fueron las que señalan que ya este año China está desplazando a Estados Unidos como la economía más grande del mundo.
Ya el año pasado China sobrepasó a Estados Unidos en el volumen de su comercio internacional, superando los 4 millones 160 mil millones de dólares.
Y eso, en momentos en que supuestamente la economía China estaría perdiendo fuerzas. Bueno, perdiendo fuerzas porque su crecimiento fue del 7,4%. Es decir, un 500% mayor que el crecimiento de Estados Unidos... y, ojo, eso sin que China tenga endeudamiento.
Pero otros analistas de primer orden han señalado que en realidad China ya había sobrepasado a Estados Unidos en 2011 y en 2012, aunque esas cifras fueron mantenidas en reserva.
Pero eso no es todo. También esta semana, informes del Fondo Monetario Internacional señalaron que también la India dio un salto adelante, y que este año ya sobrepasó nada menos que a la economía del Japón que era la tercera más grande del mundo.
O sea, van quedando. Primero, la China. Segundo, Estados Unidos, aunque su volumen está inflado con un monstruoso endeudamiento. Tercero, la India, también si deudas considerables, y cuarto Japón, ya bastante endeudado y en pleno proceso de endeudamiento adicional.
Y de las cuatro más grandes, tres están en Asia. Y Rusia está en el fiel de la balanza.
Como ocurre siempre en los tratos entre millonarios bien educados, las puñaladas más cruentas se dan con finura y hasta con una sonrisa juguetona. Así, en medio de sus juramentos de pacífica cooperación, también esta semana la China les asestó una estocada muy cruenta a los exportadores agrícolas de Estados Unidos.
Por segunda vez en pocos meses, China devolvió a Estados Unidos un cargamento entero de maíz, al descubrir que se trataba de las joyitas transgénicas de la Monsanto. Pero esta vez China les mandó de vuelta nada menos que, fíjese bien, un millón ciento 24 mil toneladas de maíz transgénico, que Estados Unidos había enviado haciéndolo pasar como maíz natural.
Se entiende que ahora se esté anunciando que la Monsanto está a punto de poner fin a su rubro de semillas transgénicas y sustancias químicas relacionadas. De hecho aquellos agricultores estadounidenses que recibieron su maíz de vuelta, no tendrán ninguna gana de volver a usar semillas Monsanto... Bueno y posiblemente además deben haberse quedado sin plata para comprarlas.
En realidad, a nivel mundial van quedando poco países que todavía aceptan semillas transgénicas. Incluso Argentina y Brasil, que cultivaban enormes extensiones de soya transgénica, ahora están utilizando semillas criollas, seleccionadas con métodos tradicionales. Eso, a fin de que no se les cierren los grandes mercados.
Y hablando de los grandes mercados. Otro resultado menos que regular y casi malo, tuvo la gira del presidente Obama, en sus intentos de promover el Acuerdo Comercial Transpacífico, que fundamenta sus aspiraciones de reposicionarse en la cuenca de nuestro océano.
Tras largas horas de negociaciones sin llegar a acuerdo, Estados Unidos vio frustrado su anhelo de conseguir que ese vasto tratado de libre comercio pudiera aprobarse. De hecho, Japón se mantuvo muy firme en la protección de su industria y en aclarar muy bien los alcances del proyecto de Estados Unidos, de someter a los países miembros a las leyes estadounidenses sobre marcas y patentes comerciales.
Obama negó enfáticamente que su propuesta de tratado comercial haya fracasado. Pero el ministro japonés de comercio se limitó a decir... eso todavía habrá que estudiarlo más. Mucho más. Tomará tiempo llegar a una decisión.
Y hablando de tratados y de sanciones, las sanciones impuestas contra Rusia parecen no tener valor alguno en el resto del mundo. Por lo pronto, en la cumbre del Grupo de los 20, se reitero que no se aceptan sanciones que tergiversan el desarrollo de la economía mundial.
En cambio, una mayoría de más de dos tercios de los países del grupo acordó emplazar a Estados Unidos para que antes de fin de año apruebe formalmente la reforma del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, a fin de que las nuevas potencias económicas, básicamente el BRICS y otros aliados, tenga una participación proporcional en las deliberaciones y toma de decisiones.
Durante los últimos dos años, Estados Unidos ha eludido pronunciarse sobre esas reformas que actualmente dejan al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial como verdaderos feudos de Washington y la Unión Europea.
El ultimátum amenaza con que ambas instituciones serán abandonadas si Estados Unidos no responde.
Como podemos ver, el Siglo Americano soñado por la oligarquía neoliberal, está con esos síntomas que el Chapulín Colorado llamaba las "Chiripiocas". Unos tiritones afiebrados en que se dicen muchas tonterías.
Con sanciones y todo, ahora a los reyezuelos petroleros les ha dado por viajar de visita a Moscú, a tener largas conversaciones con el presidente Vladimir Putin. Recién estuvo allí el emir de Bahrain, ese paisito donde Estados Unidos tiene la mayor parte de sus bases militares en el Golfo Pérsico.
Y el emir de Bahrain enfatizó que tiene mucho interés en hacer importantes inversiones en Rusia, y además adquirir en Rusia armamento y maquinaria de tecnología avanzada.
Da la impresión de que los potentados árabes están urdiendo unos planes secretos. De hecho, en su última parada militar Arabia Saudita exhibió por primera vez baterías de misiles de alcance medio. Se trata de misiles chinos con capacidad de llevar ojivas atómicas de una potencia entre 1 y 3 megatones.
Se sabe que además Arabia Saudita ha adquirido en China otras baterías de misiles con tecnología más avanzada. Por supuesto, se dice que se trata de armas defensivas para el caso de una guerra con Irán.
Pero esa versión tiene contradicciones que no convencen del todo. Pero si no es a Irán, ¿contra quién quieren los árabes armarse de ojivas termonucleares?
Esas baterías tienen un alcance que llega hasta gran parte de Europa, y, desde luego, a los países intermedios, como Egipto, Siria e Israel.
Según la importante revista especializada Debka Files, de Israel, se ha filtrado información de que agentes del gobierno de Barak Obama están manteniendo secretas negociaciones son el poderoso movimiento islámico Hizboláh, que ha sido un factor decisivo en la guerra civil de Siria.
Hizbollah está calificado como organización terrorista, es aliado fiel de Irán, y los servicios de inteligencia de Israel sólo pueden hacer conjeturas sobre el contenido de esas negociaciones.
¿Qué giros se están dando en el Oriente Medio?… Qué extraña variante está logrando la diplomacia iraní?
¿Tienen razón los israelíes para desconfiar del futuro, de la Unión Europea y de Estados Unidos?…
Combinar bombas atómicas con sueños imperialistas y fervores religiosos fundamentalistas... es una receta extremadamente peligrosa.
Y lo más peligroso es que todo está ocurriendo a hurtadillas, en secreto, cuidando que nosotros, los simples seres humanos, no nos enteremos más que de los hechos consumados, cuando ya no hay nada que hacer.
Pero como sea, todavía hay periodistas y medios noticiosos que se atreven contar la verdad de lo que se puede ver. Es preferible mirar la realidad cara a cara. Como dicen los vaqueros, los que esconden la cabeza en la arena siempre quedan con el poto parado. Y, bueno... les pueden pasar cosas por estar así.
Hasta la vista, amigos. Cúidense.