Por A.Baeza / Resumen.cl
En la previa del encuentro entre la Universidad de Chile y O’Higgins de Rancagua que terminó en un empate a 2 tantos el día ayer en el Estadio Nacional, el volante David Pizarro y el delantero Isaac Díaz se acercaron al memorial en la galería del recinto con un ramo de flores de manera sorpresiva cuando La U realizaba la preparación física. La acción -que fue aplaudida por buena parte de la hinchada que ya estaba en el estadio- es un homenaje a la memoria de los cientos de detenidos, torturados, muertos y desaparecidos de aquel espacio cuando fue ocupado como campo de concentración por la dictadura, en el contexto de las cercanías a conmemorar un nuevo año del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
En palabras de Pizarro, con la acción cumplía una promesa que hizo en Copa América, mientras que Díaz al parecer tenía un motivo personal.
El Estadio Nacional como centro de tortura
Inmediatamente -al día siguiente del golpe- el 12 de septiembre del 73, la dictadura cívico-militar que encabezaba Pinochet utilizó el Estadio Nacional como centro de detención, transformándolo en un verdadero campo de concentración donde llegaron a recluir a más de 7 mil detenidos, siendo la mayor cárcel de las dictaduras sudamericanas . En palabras del sitio memoriaviva.com:
«Las personas pasaban la mayor parte del día sentadas en las graderías del Estadio, por donde se paseaba una persona encapuchada reconociendo a militantes de izquierda, los que eran separados del resto de los detenidos. Años más tarde se logró establecer que ese encapuchado era un ex militante del Partido Socialista quien colaboró con los servicios de seguridad del régimen militar.»
En el nacional hubo asesinatos, tortura, agresiones sexuales y violaciones, por ende desde 2003 fue declarado sitio de memoria y se conserva una parte los viejos tablones de madera de la época pese a las sucesivas remodelaciones, y se mantienen fotografías que recuerdan los horrorosos hechos ahí cometidos.