De la noche aurinegra a la identidad ferroviaria

Emerson Mora Le Fort / resumen.cl

¿Si el sábado 9 del mes en curso fue la noche minera, por qué el sábado 2 de marzo no fue la noche ferroviaria?, ¿por qué ahora la insignia lleva CCD (Corporación Club Deportivo) y no lleva la CDF (Club Deportivo Ferroviario)?, la respuesta «a la chilena" sería: la sociedad cambió, el fútbol también, no te quedes en el pasado. Pero la respuesta es «a la vialina".

En esas jornadas, dentro de la cancha, se vieron dos equipos parejos en fuerza y ganas, en ambos encuentros hubo expulsados por entradas fuertes y fue muy poco amistoso, se peleó cada pelota como si se jugaran puntos. En el trato del balón, quizás, hubo una sutil diferencia que permitió mayor fluidez de la rotación de la esférica para los aurinegros, aunque la efectividad fue cuestionada, por la gran cantidad de opciones de gol desaprovechadas en el primer tiempo y también en la segunda mitad. Esto hizo ruido, en el nuevo Collao, a los hinchas que afirmaban, mientras compraban sopaipillas y café, falta un 9. Comenzando el segundo tiempo Gerson Valle anotó un "gol de camarín", en el minuto 54 apareció un paraguayo, de esos que hacen goles, sacando uno de otro partido, un gol de antología fue el de Pedro Pablo Solís, cuando pegó un zurdazo fuera del área, metiendo la pelota a un ángulo, tapándole la boca a los impacientes de siempre. Lo mismo pasó en la cancha de Coronel, cuando apareció otro "paragua" chilenizado, Bibencio Servín, quien había sido criticado por su estado físico, dando un brinco, cabeceando y metiéndola adentro del arco de Lota Schwager. El global fue de 4-2. En el rectángulo de pasto surgen muchas interrogantes, pero se ve un plantel que puede ser protagonista en los dos frentes: Campeonato de Segunda Profesional y Copa Chile.

Carabineros agrediendo a adolescentes en estadio Bernardino Luna de Coronel

Fuera de la cancha el espectáculo naturalizado de Carabineros de Chile continúa. Su grupo de elite, conocidos con la sigla FF.EE, maltrataron a un grupo de hinchas, menores de edad, por saltar el muro del estadio Bernardino Luna de Coronel, que no tiene baños para los hinchas visitantes y la separación del publico con jugadores y árbitros son unas mallas oxidadas, parecidas a las que se usan en los gallineros. Realmente es un recinto deportivo que no entrega ninguna seguridad, menos con provocaciones de quienes, se supone, deben proteger a la población. El cerro era más seguro y cómodo para ver fútbol.

La interrogante más compleja, es cómo se fortalece la institución de Fernández Vial. Quizás sea un tema sentimental para algunos, pero es un asunto beneficioso en lo concreto, volver a vincular un club con los funcionarios que laboran en un medio de transporte de pasajeros y carga que, aunque lo desmantelaron, no va a desaparecer; esto incluso puede significar, un aporte económico a la institución, solo hay que tener voluntad y gestión. El otro provecho de rescatar la identidad ferroviaria se vincula directamente con el primer equipo, esto genera una cohesión social, al rememorar el pasado con una de las fuentes de trabajo más importantes, durante el siglo XX, que tuvo la sociedad chilena; también la unidad entre todos los integrantes del plantel al adquirir sentido de pertenencia a un grupo social que trasciende el fútbol, además de la cohesión emocional del grupo al ser integrantes de un equipo, que no es solo un club de fútbol, sino una parte importante de la clase social que hace mover el país. Ese debería ser perfil del jugador que vista, o sangre, la camiseta con el escudo C.D.F A.F VIAL, en cualquier cancha de fútbol. Así como lo hacen los mineros del carbón, de Lota y el mundo.

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