Tras largas semanas de tomas, marchas, paros y negociaciones, los estudiantes de la Universidad de Concepción lograron torcerle la mano a la corporación en los tres puntos del petitorio: acceso, democratización y financiamiento.
En relación al financiamiento, se supo que los estudiantes obtuvieron el congelamiento durante tres años de los aranceles en términos reales, un 30% de rebaja de la cuota básica de matrícula que se aumentará a un 35% el 2014, y la reducción permanente de un 80% en los costos de egreso.
Pero ¿qué sucedió concretamente con las demandas de acceso y democratización?
Demanda acceso: alternativa dentro de la desigualdad
La forma que tienen los estudiantes secundarios de continuar sus estudios superiores en las 25 universidades tradicionales y ocho privadas más (UDP, U Mayor, Finis Terrae, U. Andrés Bello, Adolfo Ibáñez, U. de los Andes, U. del Desarrollo y Alberto Hurtado) es la PSU.
La PSU deja a cerca de 12 mil estudiantes de establecimientos municipales, con promedio sobre 6, que no logran sacar 400 puntos. El resultado de la PSU es un reflejo del sector económico del que los postulantes vienen. Según especialistas en el tema, los estudiantes que provienen de familias con más recursos les irá mucho mejor que a las familias pobres, en promedio, según el portal de investigación Ciper, ser del quintil más rico asegura 150 puntos de ventaja sobre el quintil más pobre.
Esta prueba es discriminatoria y desigual porque mide la cantidad de conocimiento adquirido, no la inteligencia ni las aptitudes, pero el conocimiento no está igualmente distribuido en nuestra sociedad a diferencia de la inteligencia y las aptitudes, por lo tanto no es justa una prueba que mide la oportunidad de aprender más que capacidad de aprender.
Conscientes de esta desigualdad los estudiantes movilizados de la Universidad de Concepción (Udec) conformaron un grupo de trabajo en el cual se debatiera sobre una nueva forma de acceder a estudios superiores en esta casa de estudios, Viviana Mora, miembro de esta iniciativa nos cuenta que desde el año pasado que están trabajando en torno a este tema, plantean un cambio en la lógica de ingreso que solo considera la PSU como instrumento de decisión de quién entra o no a la universidad, para esto formaron una comisión negociadora que se planteó como objetivo un sistema de ingreso que fortalezca la educación pública y a los estudiantes secundarios pobres.
¿Cómo se concretiza este plan de acceso?, Cristobal Aguilera, miembro al igual que Viviana de esta comisión nos señala que esta iniciativa se dividió en dos planes, uno a corto plazo que implica los años 2013 y 2014, que consiste en abrir 50 cupos que se dividen en 18 carreras que hasta el momento están participando, principalmente ingenierías, ciencias sociales y algunas carreras científicas, a estos cupos son a los que pueden optar estudiantes secundarios que hayan realizado sus estudios de enseñanza media en liceos municipales que tengan un índice de vulnerabilidad sobre el 65%, en este momento, solo de la provincia de Concepción. Con esta medida abarcarán liceos municipales, los dos por uno y liceos nocturnos. Para el 2015 funcionaría como un propedéutico, en el cual se debería abrir el 10% de los cupos de cada carrera.
Para las movilizaciones del 2014 los estudiantes ya se proyectan nuevas demandas, entre ellas está ampliar este beneficio a estudiantes de toda la región, para lo cual exigirán a la universidad que costeé completamente la educación de estos estudiantes, tanto estadía como alimentación. Lo anterior igualmente se había incluido dentro de sus exigencias, pero la universidad se negó a que estos estudiantes accedieran gratuitamente. Viviana señala "en el discurso se adhieren a este plan, pero en la práctica cuando se necesita compromiso en la parte de financiamiento se desvinculan".
Organización y solidaridad
Considerando que en nuestro país la deserción de estudiantes en la educación superior es altísima, un 30% deserta el primer año y en segundo año esta cifra asciende al 43%, los estudiantes movilizados de la Udec no solo se plantean el abrir estos cupos de ingreso, sino que proyectan un trabajo previo con los estudiantes secundarios, para lo cual consideran fundamental la organización tanto de universitarios como secundarios. La idea es intervenir y apadrinar a los estudiantes en sus respectivos liceos.
Es un desafío que amerita una discusión y trabajo constante y comprometido señalan los estudiantes en relación a este proceso de intervención. La organización que los estudiantes tengan en cada carrera será lo que determinará el devenir de este proyecto, ya que es el respaldo de este plan. Viviana explica que "nosotros en las carreras tenemos grupos de apoyo, en total nosotros en la comisión somos 20 pero cada uno tiene 10 personas por carrera con las que trabaja directamente, por lo tanto es un grupo de estudiantes amplio que debe ser comprometido. Nuestro objetivo es trabajar desde el liceo con los estudiantes, el proceso comienza antes de que ingresen a la universidad, solo el plan piloto comenzaría cuando ingresen, nosotros desde el otro año comenzaríamos a intervenir los liceos y esto sería con los grupos de estudiantes que estamos participando."
Para el 2013 en el plan piloto, Cristóbal señala que determinaron que antes de entrar a clases en marzo realizarán una especie de nivelación académica y ya cuando ingresen a clases implementarán una red de apoyo académico, técnico y psicosocial para que no deserten.
Para los estudiantes el ingreso no solo tiene que ver con lograr la gratuidad de la educación superior, porque ¿quiénes son los que acceden a esta universidad o a toda la gama de tradicionales? Lo que los estudiantes constatan es que nuevamente en este campo se percibe la desigualdad que traspasa nuestra sociedad, por lo tanto se plantean abrir los estudios superiores como una alternativa más para las familias trabajadoras más empobrecidas. Con este avance en la demanda de acceso los estudiantes fortalecen el objetivo de establecer una educación pública y al servicio de la comunidad, asimismo se vinculan a través de un trabajo constante con los secundarios. Viviana comenta "Nosotros abrimos una opción concreta de alternativa a la PSU, esto ya es un avance, nosotros pasamos de la reacción de decir no a esta prueba a plantearnos un proyecto que necesita organización de las carreras y que igualmente sostiene una organización permanente con los estudiantes secundarios, pasamos ya no solo de apoyarlos y unirnos en marchas sino que ahora se plantea un trabajo permanente y a largo plazo",
Democratización: a copar los espacios de decisión
Desde la segunda mitad de los años sesenta las universidades en Chile que componían el sistema universitario sufrieron un cambio que se denominó Reforma Universitaria, cuyo objetivo, levantado por los estudiantes, fue modificar los contenidos y las orientaciones de las funciones universitarias, estableciendo un nueva estructura de autoridad que permitió el acceso de la comunidad universitaria en los espacios en los cuales se tomaban decisiones. Este proceso se vio truncado con la llegada de la dictadura que propició la desaparición de las incipientes propuestas democratizadoras.
Actualmente, la educación superior aun se rige por estatutos orgánicos de la Dictadura que fueron confeccionados con el objetivo de fortalecer la figura predominante de rectores delegados y para expurgar los planteamientos políticos de la Reforma universitaria de las décadas anteriores. Como se señala primero en el artículo n°49 de la ley 18.962 (LOCE): "los estudiantes y funcionarios están excluidos de participar con voto en las elecciones de las autoridades unipersonales o Colegiadas de la Universidad".Si bien la LOCE fue modificada por la Ley general de Educación, aún continúa vigente esta regulación, puesto que la LGE no se pronunció respecto de estas materias. Asimismo el DFL 2 2010, en sus artículos; artículo 56 letra e), artículo 67 letra e), y artículo 75 letra e), señala prohibiciones explícitas para la libre asociación universitaria, además de manifestar que tanto estudiantes como trabajadores deberán ser excluidos de la elección de autoridades así como no estarán facultados para optar a dichos cargos. En el caso particular de la Universidad de Concepción, la corporación señala en su artículo n°50 que "sólo podrán participar, en las elecciones de Directivos de las Facultades, los académicos que tengan nombramiento por media jornada o más en la Universidad, además de la jerarquía y otros requisitos, en su caso".
La democratización se vuelve un tema muy sentido para el estudiantado de la Universidad de Concepción y un sector de los trabajadores, asegura Catalina Gaete, miembro de la comisión negociadora para la democratización. Los asuntos en los cuales los estudiantes exigen participar tienen que ver con lo académico, interviniendo en los planes y programas de estudio que las carreras imparten, en el perfil del estudiante y profesional que saldrá luego de sus estudios e intervenir propositivamente en los presupuestos de las facultades donde muchas veces no hay injerencias en, por ejemplo, la posibilidad de contratar docentes o poder solicitar mayor cantidad de infraestructura como laboratorios, salas adecuadas,etc. Lo que los estudiantes manifiestan como objetivo es ir aprendiendo y conociendo el funcionamiento de la universidad para poder reconstruirla, plantean la idea de una universidad diversa tanto a nivel socioeconómico como sus diversas realidades locales, ya que esto la nutre y permite que la construcción de conocimiento sea diversa y sirva a la sociedad en general. Catalina señala que "si hoy día la universidad carece del ingreso de parte de la comunidad más pobre significa que tal vez no tendrá profesionales con la visión e interés por construir para las realidades de esas personas. Para eso las propuestas de acceso y democratización se vuelven fundamentales"
Respecto de las propuestas que establecieron los estudiantes en relación a este tema, Catalina señala que el objetivo fue ampliar la participación estudiantil en los consejos de carrera, consejos directivos y consejos de departamentos que son en el fondo donde se toman las decisiones. "Lo que buscábamos era aumentar nuestra participación en estos espacios y la integración de estudiantes en los espacios en los cuales aun no habían representantes, sirviendo estos para adquirir información que luego utilizaremos para tomar nuestras decisiones. Esto no solo de estudiantes, sino ampliándolos también para los trabajadores. En relación a esta alianza estudiantes-trabajadores la universidad se mostró totalmente en contra"
Producto de las movilizaciones, los estudiantes avanzaron aumentando la participación de estos en los Consejos de Carrera, en las facultades se obtuvo que en sus consejos se aumentara de dos a cuatro representantes estudiantiles, y en los consejos académicos en los cuales participan el rector, los decanos y un miembro de la Federación de estudiantes, se obtuvo que en esta instancia también participaran miembros de las federaciones de los campus de Chillán y Los Ángeles. Se estableció la necesidad de hacer visible la encuesta docente sus resultados e intervenir en la construcción de las mallas curriculares, el compromiso de la construcción del claustro para el 2013 tanto a nivel universitario como por facultades, y un compromiso explícito de no dejar pasar al campus universitario a carabineros sin motivo alguno. Asimismo se proyecta progresivamente ir abriendo más espacios en los Consejos Directivos y de departamento, también el compromiso de nueva infraestructura para la Federación de Estudiantes. Catalina agrega "nosotros sabemos que para copar estos espacios democratizados necesitamos tiempo y espacios para poder encontrarnos y discutir sobre qué es lo que queremos, por eso también exigimos horarios protegidos, que nos permitan trabajar en esto"
Lo logrado por los estudiantes se convierte en un desafío y es parte de una lucha política que exige aun más de lo que son organizativa y políticamente, ya que han obtenido estos espacios que ahora deben copar responsables y cooperativos, siendo conscientes que desde aquí solamente no se solucionarán los problemas, pues la fuerza de la movilización es la única que les permitirá avanzar en sus exigencias. Catalina señala que estos espacios los entienden como una herramienta más en la lucha por sus objetivos y que lo que se proponen a corto plazo es lograr una relación efectiva con los trabajadores y lograr influir en la visión y misión de la universidad. " Nosotros queremos que la universidad este al servicio de la comunidad y que los profesionales que salgan de ésta tengan una conciencia social de su trabajo, sean críticos y propositivos hacia el bienestar colectivo"