[resumen.cl] Este jueves se aprobó el proyecto de biodigestores para la meganchanchera que la empresa Coexca S.A. está operando en San Agustín del Arbolillo, cercana al límite de las comunas de San Javier y Cauquenes. En las dependencias del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Talca, manifestantes acompañaron la votación. Posteriormente en una declaración pública denunciaron que la empresa ya se encontraba operando el proyecto sin que este estuviera aprobado con Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Las autoridades regionales alegaron que de no estar construido el biodigestor, los impactos ambientales serían mayores. Mientras tanto, manifestantes argumentan que las grandes dimensiones del proyecto harían imposible mitigar las emanaciones de olores que ya están afectando a familias en el sector del Arbolillo en el límite de San Javier y Cauquenes.

Coexca S. A., la empresa que ha emplazado la chanchera en San Javier, es una empresa mediana en el mercado nacional de la carne, es propiedad de los hermanos Jaime, Ángel y Claudio Soler Cortina. El proyecto original fue rediseñado para intentar mitigar sus impactos ambientales mediante un proyecto de biodigestores.

La empresa aseguraba que con su proyecto de biodigestores, es decir, circuitos de descomposición anaeróbica en un espacio cerrado y supuestamente aislado, no se generarían impactos suficientes. Para los vecinos en cambio, la declaración de la empresa no valía nada y solicitaban que se realizara un estudio que evaluara los impactos que se podrían generar con una eventual puesta en marcha del proyecto.

Anteriormente, las juntas vecinales, cooperativas agrícolas, además de vecinos que forman parte de la comunidad del sector rural de la comuna habían realizado acciones legales contra el proyecto de biodigestores que había presentado unicamente una Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Los vecinos señalan que en la DIA no se habrían evaluado correctamente cuestiones clave, tales como la dispersión de olores de las megapiscinas de descomposición anaeróbica, la afectación a la salud de la población local ni su impacto en el balance hídrico de la zona, caracterizada por una escasez hídrica grave durante la temporada seca. Tampoco se habría considerado la opinión de la población local para el desarrollo de este proyecto.

También puedes ver: [INFOGRAFÍA] La agroindustria de cerdo amenaza a Cauquenes y San Javier

Además de esto, los demandantes hacen hincapié en que el desmesurado volumen de producción del proyecto que fue inaugurado en octubre de 2017 podría generar impactos a gran escala en la zona. Con una proyección de ventas anuales de 231.744 individuos, este proyecto representa una carga instantánea mensual de 144.288 cabezas, divididas en 29.600 reproducción y 114.688 de engorda. El proyecto también incluye piscinas anaeróbicas y un embalse de tratamiento de aguas tratadas de purines de 76,76 hectáreas.

La empresa construía sus planteles en enero de 2016 pese a mantener una situación irregular en los permisos de cambio de uso de suelo.

Mientras los recursos legales llevados adelante por los vecinos no prosperaron, continuó la evaluación ambiental del proyecto, el que fue votado por el Comité de Ministros este jueves en dependencias del Servicio de Evaluación Ambiental de la región del Maule.

Votación del proyecto en dependencias del Servicio de Evaluación Ambiental en Talca. Foto: Facebook Maule Sur sin ciudad de cerdos.

Según señalaron desde la agrupación Maule sur sin ciudad de Cerdos señalaron a través de un comunicado en Facebook «Aunque como Agrupación creemos que el proyecto si es avance, sigue siendo de alto riesgo para nuestra zona, pues por la ambición de producir grandes volúmenes de carne, genera un tonelaje alto de residuos por tratar, lo que se traduce en una cantidad de gases más compleja de manejar. Además no tratará todos los desechos y los olores seguirán pues no se trata aquellos generados en los planteles, en la piscina de acumulación ni canales de conducción» indicaron.

Biodigestor ya estaría funcionando de forma irregular: SEA lo constató en terreno hace semanas aún cuando el proyecto sólo fue aprobado hasta este jueves.

En una declaración pública, desde la agrupación socioambiental Maule Sur por la Vida acusaron que el propio director del Servicio de Evaluación Ambiental de la región del Maule, René Christen » indicó que hace 2 semanas visitó el criadero, evidenciando que el biodigestor, proyecto en evaluación, ya se encuentra construido y recibiendo purines (desechos de los cerdos). Cabe mencionar, que por Ley, ningún proyecto que deba someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, puede ser construido sin tener la Resolución de Calificación Ambiental, con la que claramente no cuenta puesto que el día de ayer se sometió a votación» señalaron.

Debido a esto, los integrantes se preguntan por qué el Director del Servicio no denunció el acto ilegal en el que incurre la empresa. Junto a esto, señalaron que las autoridades presentes explicaron a la comunidad que si no aprobaban el proyecto, la empresa utilizaría un sistema peor, basado en una enorme piscina de 76 hectáreas de desechos. Por su parte, los opositores al proyecto expresaron que que con esto se pone en serio riesgo al sector secano de San Javier y Cauquenes, ya que cuando la producción aumente, se incrementarán también los olores y el riesgo de propagación de enfermedades.

En su declaración, los vecinos de la agrupación señalaron que no descansarán hasta sentir seguridad y hasta que el último cerdo no sea retirado, recalando que no quieren sufrir lo que tuvieron que soportar los habitantes de Freirina en la provincia de Huasco, afectados por el megaproyecto de Agrosuper que terminó colmando su paciencia y generando protestas masivas en 2012, las que finalmente lograron expulsar a la industria del territorio.

Desde la agrupación señalaron que acordaron junto a Seremis y a la Municipalidad de San Javier, realizar un trabajo que pretende ejecutar una «fiscalización constante» sobre el megaproyecto agroindustrial.