Juan Contreras Jara / resumen.cl
El pasado jueves, un familiar de las vecinas afectadas en una de las zonas rurales de Santa Juana, denunció a la municipalidad de la comuna por abandono en cuanto al abastecimiento de agua potable. Hilda Pezo Pezo, de 97 años de edad y Teresa Soto Pezo, de 70 años; viven en la localidad de Tanahullin, junto a la ribera del rio Biobío. Ambas ancianas tuvieron que juntar aguas lluvias y utilizar una vieja puntera, para poder consumir el vital elemento, durante un mes.
Por medio de Facebook, Ariel Ríos, nieto y sobrino de ambas ancianas, dio a conocer el déficit constante de agua potable, que afirmó se vive en las zonas rurales de Sata Juana. El afectado apuntó a que "el motivo principal de esta sequía en Santa. Juana, es que ésta es una de las comunas con mayor cantidad de superficie plantada, con eucaliptos y pinos en la provincia".
Sobre la denuncia, Ríos relató que "al llegar donde mi abuela y mi tía, me percato de que no tienen agua potable, les pregunto y me dicen que hace un mes están sin agua. Me dijeron que se estaba arreglando con el agua de la lluvia que habían recogido y con una puntera vieja, que no brinda agua potable, que puedan consumir. Mi abuela tiene 97 años y mi tía 70, entonces tiene que ver con el no otorgar un elemento básico, un elemento fundamental, declarado por las Naciones Unidas, como lo es el agua potable".
Al percatarse de esta situación, Ariel llamo a la municipalidad de Santa Juana, desde donde lo derivaron a distintos departamentos, "cuando ya me contestan me dicen que no me pueden atender porque estaban en reunión y no estaba el encargado, que intentara dentro de una hora. Llame nuevamente y esta vez ni contestaron mi llamada. A través de redes sociales, me consigo el número del supervisor del concesionario de los camiones (aljibe) y esta persona me dice que no han venido a dejar a gua porque los caminos no están aptos para pasar y yo le dije que eso no era verdad, porque toda la familia ha venido a visitar en vehículo toda la semana, incluso en autos bajos. Luego me dijo que iba a enviar un camión a ver si podía pasar", explicó Ríos.
La irregularidad prosiguió al llegar el camión aljibe a dejar agua a dicha localidad "obviamente el camión pasó sin ningún problema, llegó al estanque, lo llenó y me dice que alguien debe firmar la planilla, yo le respondí que mi abuela no sabe escribir, a lo que me contestó que yo podía firmar. Me pasó un documento, me pasó otro, me pide alrededor de 3 o 4 firmas, le pregunté por qué y me dijo que esto era así, le pedí los documentos y me doy cuenta de que lo que me estaba haciendo firmar, era en fechas donde no vinieron a dejar agua" denunció Ariel.
Ríos agregó además que "yo le dije que me estaba engañando, haciendo firmar un servicio que no había prestado y me dijo que si no firmaban le iban a quitar el beneficio a sus familiares de la entrega de agua potable. Lo que hice fue hacerle observaciones al lado de las firmas, poniendo sin abastecimiento de agua, alcancé a hacer dos o tres comentarios y me quitó violentamente la planilla de las manos. Me dijo que yo no era inspector, que no podía hacer eso, se puso nervioso, asustado se subió al camión y se fue. Como no me respondieron desde el municipio, recurrí a las redes sociales".
En enero de este año, Santa Juana fue una de las 10 comunas de la región del Biobío, beneficiadas con el proyecto de Agua Potable Rural, financiado por el Fondo Social Presidente de la República y el Gobierno Regional (Gore), pese a ello, la realidad rural sigue siendo la misma. Una hora más tarde y luego de la denuncia en Facebook, llegó hasta el domicilio de las ancianas, personal de la municipalidad. "Me dijeron que no estaban al tanto, que la concesionaria debió haber avisado que no podía pasar, dijeron que no iba a volver a ocurrir; a lo que respondí que eran ellos los responsables de la entrega del agua potable no el concesionario. No estaban cumpliendo con el servicio que depende del Estado".
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En un contexto de acelerado cambio climático y una escasez hídrica progresiva proyectada para la zona centro-sur de Chile, los sistemas agroindustriales o de monocultivos forestales instaurados sobre sucesivos cambios de uso de suelo, se conforman actualmente como un inadecuado, y muchas veces peligroso ecosistema artificial. Entre los principales riesgos ambientales de los monocultivos está el alto consumo de agua, la influencia sobre ecosistemas acuáticos y cuencas, el peligro de incendios forestales de grandes magnitudes y su contribución a la pérdida de biodiversidad, entre otros impactos.
La escasez hídrica, explica Ariel Ríos, se ha ido desarrollando en Santa Juana, a la par con la expansión de las forestales, que se implantaron en gran parte de la región del Biobío, durante el siglo XX y todo lo que ha transcurrido de siglo XXI. "Yo nací en el año 78, cuando se masificaron estos monocultivos. Me crie acá, aprendí a nadar en los canales que habían en Santa Juana durante los veranos y ahora no hay absolutamente nada. Viví todo el proceso y sin duda, la sequía está relacionada con los monocultivos de pino y eucaliptus".
Con esta denuncia, Ariel Ríos y sus familiares esperan que el municipio se preocupe por lo sectores rurales más alejados, "porque hay problemas de camino, de locomoción colectiva, hay problemas para que la gente se atienda en las postas rurales y que son casi todas personas de la tercera edad. La municipalidad se comprometió con llevar esto al GORE y realizar un sumario a la concesionaria de camiones, que a toda vista aquí hay un problema de corrupción, porque son dos las empresas que tienen a su cargo el suministro de agua potable en la región" apuntó.