Nuevamente las autoridades de la sede local de la UTFSM demostraron el espíritu autoritario y antidemocrático que los ha caracterizado por décadas, utilizando la herramienta del desalojo y la represión policial para enfrentar la protesta y el descontento de sus estudiantes.
Hace solo unos años, sus autoridades incluso cerraron el semestre académico, con el consiguiente daño económico para las familias, en su mayoría de origen popular, y es que los directivos de la Santa María de Hualpén no tienen mayor pudor en recurrir a la violencia en post de mantener un modelo universitario heredado desde la dictadura militar, por mucho que ello devele el temor propio de los mediocres o los oscuros intereses personales de quienes usufructúan a costa de familias trabajadoras.
Esta vez el desalojo se saldó con 15 estudiantes detenidos, y se realizó a la par del desalojo de los dos campus de la Universidad Católica penquista, en esta estrategia combinada de dilación, cerco comunicacional y represión es con lo que gobierno pretende acabar al menos por este año con las demandas de los estudiantes.