[resumen.cl] Los estamentos de la comunidad educativa del Colegio República del Brasil de Concepción habían acordado modificar el reglamento escolar, cambiando algunos artículos sobre la apariencia obligatoria para las y los estudiantes, entre el cual consideraba que la falda para las niñas y jóvenes fuera una prenda optativa siendo redactada finalmente en sentido contrario por la Dirección.
Los apoderados se percataron de esta situación cuando al matricular a sus hijos e hijas debieron firmar el reglamento. «El establecimiento faltó a su palabra», denunció Ana Arce, presidenta del Centro de padres y Apoderados.
Ana comentó a Resumen que el artículo del reglamento discutido sobre la falda fue condicionado a que debe ser con la justificación del apoderado «cada vez que la use a Inspectoría General». Lo cual habría sido realizado de forma intencional de la Dirección, según la dirigenta de los apoderados.
«Que una niña tenga que pedir permiso para eso es una situación aberrante y que es considerada como inferior porque no tiene derecho a elegir», agregó.
Según la actual modificación a la Ley de Inclusión – 20.845 -: "El sistema propenderá a eliminar todas las formas de discriminación arbitraria que impidan el aprendizaje y la participación de los y las estudiantes«. En donde la participación se extiende a todos los integrantes de la comunidad educativa según las Orientaciones para la revisión convivencia escolar.
Este enfoque participativo se vulneraría «cuando los Reglamentos de Convivencia no son dados a conocer a toda la comunidad escolar, o no son vistos ni analizados por los representantes de los estamentos de la comunidad educativa, o no son consultados y eventualmente aprobados en los Consejos Escolares», cita el manual.
De esta forma, representantes del Departamento de Educación Municipal, de los profesores, asistentes de la educación, estudiantes y apoderados del colegio se reunieron a trabajar en la instancia máxima de participación existente, el Concejo Escolar, a donde llevaron las propuestas que cada estamento decidió en asamblea.
Así, los apoderados «pedimos que las niñas no utilizaran como elemento obligatorio la falda […] pues consideramos que es un elemento que no permite que las niñas estén en igualdad de condiciones con los niños«, afirmó Arce sobre cómo ésta las limita en movimiento por un pudor impuesto.
Dicha propuesta fue compartida por los estudiantes, siendo aceptada rápidamente por el resto de los estamentos, eliminando en primera instancia el que solo en periodo de invierno, dos meses para el establecimiento, las niñas pudieran optar a usar pantalón. Hasta que se dieron cuenta de la modificación de su acuerdo, el cual tienen hasta el 30 de diciembre para volver a lo acordado.
«La idea es que el colegio no fuera un centro de reproducción de estereotipos de género o discriminación», explicó la apoderada en cuanto al carácter general de las propuestas.
En la misma línea de trabajo, en contra los estereotipos de género, es que también lograron modificar la imposición sobre la apariencia de los cabellos de los estudiantes para «que en ningún momento se les asignara largos de pelo según el género», enfatizó Ana.
La propuesta que tuvo mayor resistencia por parte de docentes y del colegio quienes se rehusaron tajantemente recurriendo a argumentos autoritarios que en definitiva pretendían anular la individualidad de los estudiantes, como calificándolo de «signo de suciedad», de «que les llevaría a usar tatuajes y piercings» o simplemente asignándoles etiquetas sobre su conducta sexual. Pero fue finalmente aceptada.
«Nos ha pasado que a niños de 4to básico sus profesores los han enfrentado a sus compañeros preguntándoles frente a todos si el pelo que llevan es de niña o de niño», relató.
Además, los estudiantes propusieron que para la prebásica ya no se diferenciaran los delantales en rosa para niñas y azul para niños sino que «se eligió el delantal de color verde como el institucional del colegio y eso se aprueba», informó la presidenta.
Éstos también lograron que se hablara de estudiantes como genérico en vez de las alumnas y los alumnos en el reglamento.
«Nosotros vamos a defender la identidad con la cual se quieran definir nuestros hijos […] Van a estudiar no a que los diferencien por su género», concluyó Ana.