El fallecimineto del escritor mexicano, ocurrido ayer a los 74 años, sorprendió al mundo de las letras y artes en castellano, entre ellos su compatriota Elena Poniatowska, quien dijo que se trata de «una pérdida infinita, porque era un gran hombre en el que se unían la literatura con la crítica política y social. Además él siempre dedicó sus escritos a la gente más valiosa de México».
Por su parte, la poeta uruguaya Cristina Peri Rossi, calificó a Pacheco como «un gran poeta y un buen amigo, un hombre nada vanidoso, tímido y generoso». «Era un amigo entrañable y lleno de humor. Allí donde se encuentre sonreirá tambien exceptico ante la muerte como lo fue ante la vida», afirmó Rossi. La escritora consideró la poesía del mexicano como «sencilla, directa e irónica, que le dio un aire muy fresco y marcó definitivamente a la generación de los años setenta».
Jorge Volpi, integrante del movimiento literario denominado la «Generación del crack», declaró que Pacheco «era un hombre de una enorme erudición y al mismo tiempo de una gran lucidez». «Era muy generoso, una especie de guía cívico, siempre discreto, siempre defendiendo posiciones cercanas a la izquierda pero con una enorme discreción y al mismo tiempo con un enorme brío. Un gran poeta y autor de algunas obras en prosa imprescindibles de la segunda mitad del siglo XX en la literatura mexicana», indicó.
Homero Aridjis, quien inició su carrera literaria en los años 60, al igual que Pacheco, destacó su vena crítica y precisó que deja un ejemplo de enorme disciplina literaria. «(Él y yo) abrevamos de escritores como Juan José Arreola, Juan Rulfo y Octavio Paz. Nuestros inicios en la literatura fueron paralelos, leyendo a Cortázar, a Borges; hicimos juntos la antología de poesía mexicana Poesía en Movimiento, prologada por Octavio Paz», recordó Aridjis. «Era un hombre muy culto, con gran conocimiento literario, disciplinado y con gran rigor crítico, no sólo en sus lecturas sino en su propia obra. Yo creo que deja un ejemplo de calidad literaria tanto en poesía como en prosa», añadió.
El grupo de rock Café Tacvba, que se inspiró en el libro de Pacheco «Las batallas en el desierto» para componer su canción «Las batallas», lo despidió en su cuenta de Twitter con la frase: «Descanse en paz, José Emilio Pacheco».
La escritora y periodista mexicana Cristina Pacheco, viuda del escritor, confirmó que el poeta se había golpeado la cabeza en una caída en su habitación dos días antes de su muerte, pero no quiso ir al hospital. «Por un estúpido golpe en la cabeza no voy al hospital. Fue un golpe y ya», le dijo Pacheco a su esposa, quien no estaba en su casa en el momento del incidente porque se encontraba grabando un programa cultural.
En declaraciones a la emisora MVS reproducidas por la agencia Efe, Cristina explicó que luego del golpe recibido en la tarde del viernes, ambos cenaron y el poeta se quedó dormido a una hora temprana, luego de escribir una artículo para el semanario Proceso dedicado a Juan Gelman. «Nunca despertó de ese sueño, estuvo siempre plácido, tranquilo», contó la viuda de Pacheco, quien tomó conciencia de la gravedad de la situación a la mañana del día siguiente. «De ahora en adelante tengo que hablar en pasado de una persona que está totalmente presente en mi vida. Todo lo que yo diga de él es pasado. Pero puedo hacer algo, puedo hacerlo real conmigo y que sea un presente distinto porque no entiendo la vida sin él», concluyó.
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