«En los 35 años de camino editorial, la historia, la memoria, la verdad y la justicia en torno a la dictadura ha estado al centro de nuestro quehacer editorial, y hemos visto la continua exclusión de esos libros de las adquisiciones para las bibliotecas de los Centro de Recurso para el Aprendizaje CRA de la Subsecretaría de Educación (MINEDUC), como también, ocurre frecuentemente con las Bibliotecas Públicas, espacios cada día más encapsulados en una tecnocracia de los rankings.» Así exponen Silvia Aguilera y Paulo Slachevsky, integrantes del comité editorial de LOM, la denuncia de exclusión y censura de libros que tratan situaciones propias de la memoria colectiva nacional.
Aniceto Hevia
En el artículo Censuras y exclusiones en las bibliotecas públicas, publicado en El Mostrador y reproducido en el blog de la propia editorial, se explica que a través de solicitudes de acceso a la información por Ley de Transparencia fueron conocidos los criterios empleados para excluir de las órdenes de adquisición libros que abordan situaciones del pasado reciente del país, muchas de ellas vinculadas a luchas político sociales y violaciones de derechos humanos. Entre las observaciones recurrentes que registraron estarían:
-"no recomendado. El contenido del texto supera el nivel escolar de Ed. Media. Requiere mediación por tratamiento de temas sensibles y violencia, considerando que los libros para la biblioteca deben estar en estanterías abiertas a los usuarios."
– "no recomendado. Presenta escenas crudas y violencia que requieren de mediación".
El y la autora de esta denuncia afirman a propósito de ello que «no deja de ser irónicamente absurdo, en tiempos en que las y los jóvenes son expuestos cotidianamente a una exacerbada violencia en las redes y medios, que los evaluadores del CRA consideren que no pueden exponerse narrativas que hablen de violaciones a los derechos humanos. Es como si en Europa prohibieran en bibliotecas escolares todo texto relacionado con el nazismo, por ser un temas sensible y violento».
La exclusión de textos habría afectado a textos de diversos géneros y disciplinas, como historia, memorias y también literatura, como es el caso de las obras del más connotado autor de novela negra en Chile, Ramón Díaz Eterovic. Algunos de sus trabajos propuestos se habrían calificado como "No recomendado / El contenido del texto no es recomendable para el nivel y la temática requiere de una mediación y diálogo considerando...".
Ante esta situación, los integrantes de LOM, señalan: «Así, ante la oportunidad de que a través la ficción se pueda incentivar una reflexión más profunda en torno a la criminalidad o la violencia delictual, potenciando sentidos en torno a la búsqueda de la verdad, la justicia, etc. el CRA decide clausurar la posibilidad de abrir otra entrada al tema y motivar el debate. Y, por defecto, se desentiende de tal responsabilidad, dejando que el discurso sobre la criminalidad y delincuencia de las redes, radio y TV sea el que se instale en las consciencias de las y los alumnos».
Puedes leer: CUENTO| Helado de vainilla
En distintos pasajes del artículo sus autores contrastan la situación denunciada con el discurso gubernamental respecto a la necesidad de asumir «las deudas del pasado» como primer paso para una convivencia democrática con esta práctica censuradora, concluyendo:
«Triste pensar que instituciones como el Ministerio de Educación, bajo uno de los gobiernos más progresista, supuestamente, y en pleno siglo XXI, se transformen en guardianes de la "historia oficial", censurando en los hechos nuestra memoria histórica y social, limitando el acceso a obras que podrían ayudar justamente a revertir la fragmentación de los discursos y sentidos colectivos, y a la construcción de una democracia más consistente».
Hasta el cierre de esta publicación, las instituciones aludidas no han contestado a las afirmaciones de los editores.