El 11 de septiembre de 1973 los militares traidores bombardeaban La Moneda en Santiago. La imagen de la bandera nacional ardiendo junto al palacio destruido dio vueltas al mundo, como una de las brutalidades más atroces de la historia moderna. Soldados, marinos, carabineros y aviadores, sirviendo los intereses de empresas extranjeras, digitados desde Washington por sus amos del imperio, derrocaban al presidente constitucional de Chile, Salvador Allende, mancillando todos los símbolos patrios y republicanos.
Por Joaquín Pérez
Aquel día durante los combates en La Moneda, el presidente Allende personalmente intentó resguardar el acta de la independencia de Chile que permanencia en el Salón Carrera, que en esos momentos se incendiaba producto de los bombardeos de la Fuerza Aérea. Allende le pidió a Eduardo"Coco" Paredes que le entregara el acta a Mirian Contreras la «payita», para que la protegiera. Cuando payita, junto a otros sobrevivientes del bombardeo a La Moneda, abandonaron el edificio por Morandé 80, fueron detenidos por soldados. Uno de estos le exigió sacarse la chaqueta que tenía puesta, rompiendo un documento que tenía en su interior, sin escuchar sus advertencias: ella le habría señalado que no lo hiciera, pues se trataba del acta de la independencia de Chile. Un simbolismo claro de lo que estaba ocurriendo en ese momento, un uniformado rompía nuestra independencia.
Por esto el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) expropiaría siete años más tarde, específicamente el 30 de marzo de 1980, la bandera sobre la cual Bernardo O’Higgins juró la independencia de Chile, fue secuestrada del Museo Histórico Nacional desde su antigua sede de calle Miraflores. Se trató de una acción emprendida en protesta contra la dictadura de Augusto Pinochet, estos símbolos patrios no podían permanecer en manos de estos criminales y traidores a la patria. La bandera no fue devuelta al Museo Histórico Nacional hasta el 19 noviembre del año 2003 cuando dos madres de detenidos desaparecidos del MIR, Edita Salvadores y Luz Encina, la devolvieron al pueblo de Chile.
El carácter patriótico de la lucha antidictatorial, estaba clara entre los jóvenes comunistas, que el en 1983 iniciaron la lucha armada contra la dictadura a través del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
El 18 de septiembre de 1973, no hubo fondas ni ramadas, el país entero estaba bajo estado de sitio y toque de queda. Aquel día se cometían crímenes tan horrendos como la Masacre de 19 vecinos de Laja y San Rosendo en nuestra región, donde son asesinados cobardemente: Manuel Becerra Avello (18 años), Luis Armando Ulloa Valenzuela (41 años, 5 hijos), Juan de Dios Villarroel Espinoza (34 años, 4 hijos), Jack Gutiérrez Rodriguez (45 años), Heraldo Muñoz Muñoz (28 años), Federico Riquelme Concha (38 años) Alfonso Macaya Barrales (32 años), Wilson Muñoz Rodríguez (26 años), Fernando Grandón Galvez (34 años, 8 hijos) Luis Alberto Araneda Reyes (43 años, 4 hijos) Juan Antonio Acuña Concha (33 años, 3 hijos), Dagoberto Garfias Gatica (23 años), Mario Jara Jara (21 años), Raúl Urra Parada (23 años), "scar Sanhueza Contreras (23 años), Jorge Zorrilla Rubio (25 años) Jorge Lamana Abarzúa (27 años) , Juan Carlos Jara Herrera, (17 años ) Rubén Campos Lopéz (39 años).
Lo que ocurría en nuestra región no era muy distinto a lo que ocurría en otras zonas del país. Ese mismo día 18 de septiembre también ocurrió el asesinato de 12 personas en el puente sobre el río Pilmaiquén en Osorno, sólo por dar un ejemplo.
Aquel 18 de septiembre 1973 es asesinado el sacerdote catalán Joan Alsina Hurtos de 10 balazos sobre un puente del río Mapocho en Santiago, otros sacerdotes detenidos y torturados correrían la misma suerte días sólo días más tarde, como Miguel Woodward detenido y torturado en el buque escuela Esmeralda, es asesinado en el Hospital Naval de Valparaíso. O el sacerdote Gerardo Poblete asesinado en Iquique. Lo anterior fue una clara señal de que nadie estaba a salvo de los criminales que asaltaron el Gobierno, bombardearon La Moneda y tomaron el poder.
Son muchas las personas asesinadas y desaparecidas en aquella fecha, algunas de ellas; Jorge Ávila Pizarro, médico del Hospital Psiquiátrico, militante del MIR detenido y trasladado al Estadio Nacional. El 20 de diciembre de 1973 la familia logró averiguar que se encontraba muerto desde el 18 de septiembre de 1973 y enterrado en el Patio 29 del Cementerio General.
El 18 de septiembre de 1973 es detenido en su domicilio del campamento «Trabajadores al Poder», Juan Guillermo Fuentes Ravanal, de 24 años de edad, obrero y militante del MIR, fusilado horas después en el Regimiento de Quillota, junto a los militantes socialistas Luis Alberto Barrera Riquelme (45 años) y Miguel Enríquez Maldonado Bao (23 años).
El mismo 18 de septiembre, a las 19:30 horas, detienen en Cauquenes a Jorge Yáñez Olave, periodista, Jefe del Comité Local del MIR y Jaime Torres Salazar, Dirigentes obrero del MIR. Ambos estaban trabajando en la conformación del Sindicato de Celulosa Constitución (CELCO) fueron trasladados para ser fusilados en la playa de Constitución junto a otros tres militantes de izquierda y luego desaparecieron sus cuerpos. El 18 de septiembre de 1973, fue detenido también por carabineros Juan Bautista Ávila Velásquez, militante del MIR, en el interior de Liquiñe, junto con su hermana Yolanda Ávila Velásquez y su cuñado José Gregorio Liendo Vera, alto dirigente del MIR de la zona de Panguipulli. Es desaparecido alrededor de la tercera semana de octubre de 1973, en el trayecto desde la Cárcel a la Comisaría de Carabineros ubicada en calle Beauchef, en la ciudad de Valdivia, después de haber estado detenido e incomunicado durante 21 días.
El 18 de septiembre de 1973 en horas de la mañana, fue detenido con su hijo, por una patrulla del Regimiento de Paracaidistas y Fuerzas Especiales de Peldehue, Manuel Segundo Maldonado Miranda 43 años, obrero agrícola, dirigente campesino del MCR, presidente del Asentamiento «El Esfuerzo Campesino» ex fundo Santa Inés de Lampa.
El 20 de septiembre es asesinado y su cuerpo lanzado a la vía pública. La autopsia señala que tenía múltiples heridas de bala cráneo encefálicas y torácico abdominales.
Sobran ejemplos para demostrar cómo la dictadura derechista que encabezó Pinochet ha sido el régimen más antipatriota de toda la historia de Chile, mancillando todos los símbolos patrios, pasando por encima de la voluntad popular para servir a un gobierno extranjero y sobre todo, matando, torturando y desapareciendo a decenas de miles de compatriotas. Nadie ha matado más chilenos.