El caso de Alonso Osses: condenado a 3 años de cárcel por una molotov "fantasma"

Graves irregularidades denuncia la familia y redes de apoyo del joven temuquense Alonso Osses, único condenado del Estallido Social en la capital de la Araucanía. Tanto los antecedentes de su detención, como las pruebas supuestamente no registradas por Carabineros y su posterior condena, ya son materia a dirimir por parte de la Corte Suprema, tras la presentación de un recurso de queja. 

Por Juan Contreras Jara

A comienzos de 2022, el abogado de Alonso Osses debió recurrir a la Corte Suprema debido a la condena de tres años y un día que pesa en su contra, por su supuesta participación en el ilícito de transporte de una molotov durante el Estallido Social en Temuco.

Tanto la defensa como la familia del joven, acusan irregularidades en su caso, partiendo por su detención y posterior formalización. Alonso Osses es el primer condenado del Estallido Social en Temuco y las pruebas en su contra resultaron ser, como de costumbre, declaraciones de funcionarios de Carabineros que no registraron la evidencia del supuesto transporte de molotov, argumentando que fue por sobrecarga de trabajo. Pese a esto, el joven fue igualmente sentenciado a tres años y un día de cárcel, condenado bajo la ley de control de armas.

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Yessica Aguirre, mamá de Alonso Osses, relata que el proceso judicial contra su hijo ha golpeado fuertemente a su familia, sumergiéndoles en profundos cuadros de angustia y estrés. «Alonso está mal psicológicamente hablando. Estamos todos mal. Tengo una hija con una guagüita de 8 meses, que ha tenido que sostenerme a mí como mamá, porque me quiebro fácilmente. Psicológicamente, estoy muy mal. Él no es un chico delincuente, pero esto no da a pensar que la justicia no es justicia, porque no es solamente mi hijo».

El caso de Alonso: Su detención

Alonso Osses fue detenido el 21 de octubre de 2019, en pleno Estallido Social, a tres cuadras de la plaza Teniente Dagoberto Muñoz, en cercanías del hospital regional de Temuco, donde se reunió con tres amigos más para retornar a su domicilio.

Mientras la comunidad realizaba un cacerolazo en dicha plaza y tras la arremetida de fuerzas especiales de Carabineros, Alonso y compañía dejaron el lugar y luego de haber caminado tres cuadras en dirección al cementerio de la comuna, se encontró nuevamente con efectivos policiales, quienes lo detuvieron bajo el argumento de que habían visto a una persona portando una bomba molotov con sus mismas características: polerón gris y tez blanca. Este fue el único criterio de los funcionarios para detener al joven.

Cabe destacar que quienes vieron a una persona con tez blanca y polerón gris, supuestamente, manipulando una bomba molotov en cercanías de la plaza Teniente Dagoberto Muñoz, no fueron quienes finalmente detuvieron a Alonso. Es decir, los funcionarios que detienen al joven, lo hicieron basándose en las vagas características que les dieron otros carabineros por radio a través de un aviso.

Estando ya en la 2º Comisaría de Temuco, Alonso fue separado de los demás presos comunes y llevado a una celda aparte, en compañía de dos adolescentes. No fue hasta su audiencia de formalización, que Alonso y su familia se enteraron de que se le estaba imputando el delito de transporte de bomba incendiaria.

Las contradicciones de Carabineros y la bomba Molotov que nunca apareció 

Sumada a la irregular detención del joven temuquense, basada únicamente en el supuesto aspecto de una persona (tez blanca, polerón gris), hay que agregar que durante la audiencia de formalización, donde Alonso quedo en prisión preventiva, las versiones de los policías comenzaron a chocar y de la supuesta bomba Molotov, no se supo nunca más.

«El primer relato de Carabineros dice que el joven tiro una bomba al suelo, pero en calle Carrera, o sea,  ya no era en la plaza y por arte de magia la bomba se esfumó. Según ellos no sacaron fotos, no hay pruebas, no hay nada. Después ellos cambiaron el parte, porque el primero decía que él manipuló una bomba y la tiró al suelo. El segundo parte decía que mi hijo transportaba una bomba Molotov», fustigó Yessica Aguirre.

Los dos efectivos policiales que supuestamente vieron al joven portando el artefacto incendiario, argumentaron en audiencia que no tenían registros de la prueba por que habrían estado sobre cargados de trabajo y no alcanzaron a tomar ni siquiera una foto. Es decir, la bomba Molotov jamás fue expuesta por Fiscalía como prueba porque los funcionarios no la tenían.

En esta línea, la madre de Osses enfatizó en que, «ninguno de los dos fue coherente con lo que dijo. Se supone que los dos carabineros estaban juntos y uno dice que lo vio a 10 metros y otro a 30 metros. Uno dice que lo vio en un tumulto de gente de 60 personas y el otro dice que eran como 20 personas. Uno no se acordaba de qué color era la mochila y el otro decía que era de color gris, cuando la mochila era azul».

Las pericias al cuerpo de Alonso, las medidas cautelares en su contra y su condena

Durante la audiencia de formalización, el perito a cargo de realizar las pruebas al cuerpo, ropa y mochila de Alonso afirmó que el joven no presentaba ningún rastro de bencina o algún tipo de acelerante. Pese a esto, el tribunal determinó que Osses representaba un peligro para la sociedad por lo que quedó en prisión preventiva.

Fue a inicios de noviembre de 2019 que su familia pudo revertir la cautelar en la Corte de Apelaciones de Temuco, en donde el magistrado consultó al fiscal si efectivamente habían pruebas para mantener al joven bajo prisión preventiva y este respondió que no, por lo que le cambiaron la cautelar a arresto domiciliario total.

Cabe destacar que debido a la falta de pruebas en su contra, meses más tarde, los tribunales temuquenses volvieron a cambiar las medidas cautelares contra Osses, esta vez, de arresto domiciliario total a firma quincenal.

Pese al nulo avance investigativo en su contra, principalmente, porque el delito que se le inculpa no logró ser presentado como prueba, Alonso Osses fue condenado el 25 de octubre de 2021 a tres años y un día de cárcel por el delito de transporte de bomba Molotov. Dicha sentencia fue ratificada por la Corte de Apelaciones de Temuco, que argumentó que no había pruebas para desestimar las acusaciones en contra del joven.

La Corte Suprema

Actualmente, el caso de Alonso es materia de la Corte Suprema, a través de un recurso de queja presentado por su abogado, debido a las serias irregularidades desprendidas de su caso. Actualmente, el máximo tribunal del país estaría ad portas de entregar su decisión a la familia del joven temuquense, veredicto que debería conocerse esta semana.

Cabe destacar que esta sería una instancia decisiva para Alonso Osses y su familia, debido a que él no entraría en el grupo de beneficiarios del proyecto de Amnistía, porque el delito que se le imputa forma parte de la ley de control de armas.

Pese a que no se pudo acreditar mediante pericias la existencia de combustible o algún acelerante en su cuerpo, ni se presentó la prueba de la supuesta la bomba Molotov, ni siquiera por medio de una foto, Osses tendría que cumplir la totalidad de su condena.

 

 

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