[resumen.cl] El ataque armado que realizó el estadounidense John Cobin (que ya había golpeado una mujer con un bate hace unos días), profesor de economía en la Universidad Andrés Bello hasta 2015 y amigo, en sus propias palabras, de Axel Kaiser y José Antonio Kast, el día de ayer en Reñaca contra un manifestante, nos recuerda este tipo de acciones habituales en aquel país, pero particularmente además porque el criminal pertenece a un grupo armado de extrema derecha, racista y fundamentalista cristiano de Estados Unidos llamado «League of the South» o «Liga del Sur», involucrado en una serie de ataques de odio con víctimas fatales.

El ataque en Reñaca, Viña del Mar, lo realizó el supremacista blanco estadounidense John Cobin (actualmente detenido por la PDI), con años de residencia en Chile en respuesta a una manifestación en aquella playa que llevó la cultura «flaite», despreciada y la vez temida por la clase alta. Paradójicamente , ésta se produjo tras los incidentes en que residentes que vistiendo chalecos reflectantes agredieron a manifestantes que participaban de las protestas del estallido social chileno, y donde fue el mismo sujeto quien atacó con un bate de béisbol a una mujer que ya estaba en el suelo sin que Carabineros interviniera, ni menos aun, lo detuviera.

Foto. Crédito Agencia Uno: John Cobin, detrás de un carabinero levanta su bate para golpear a una mujer que está inclinada. No fue detenido.

El terror de ver a «los rotos» en su espacio de la clase alta hizo que Cobin disparara su arma de fuego (vistiendo también el chaleco reflectante) hiriendo de gravedad a uno de los participantes de esta manifestación. La respuesta no se hizo esperar y por primera vez en la historia hubo barricadas en el exclusivo Reñaca, e incluso ataques a locales comerciales.

Sin embargo, lo más preocupante de este suceso es el prontuario de John Cobin , pues es orgulloso militante de "League of the South" (LS) o "Liga del Sur" (en referencia a la Confederación), una organización armada, supremacista blanca, fundamentalista evangélica y de extrema derecha de Estados Unidos, fundada en Alabama e involucrada en una serie de crímenes de odio en aquel país.

Antes de llegar a Chile buscando el sueño del neoliberalismo extremo y mientras era parte de este grupo, Cobin intentó una carrera política: En 2006 quiso llegar a la «Cámara de Representantes» compitiendo por el «Partido Libertario» en un distrito de Carolina del Sur, aunque apenas obtuvo el 2.48%.

Tras este fracaso se dedicó a escribir columnas de opinión para diarios de derecha tanto en Chile como en Estados Unidos, preferentemente en la sección «Cartas al director», con algunos títulos como  "The Global Warming Myth" (el mito del calentamiento global),  "Why Alternative Energy Is Not Viable" (Porqué las energías alternativas son inviables), "Our Enemy, the Government School" y un guiño a su segunda patria,  "Will They Now Crucify the Man Who Rescued Chile?", una apología al dictador Augusto Pinochet escrita junto a Karen Araujo. Además, tiene un programa radial/podcast llamado «Red Hot Chile» y desde el inicio del estallido social ha escrito una serie de textos donde plasma su visión en la materia, reflejando su pavor ante el nuevo paradigma en su web escapeamericanow.info que fue rápidamente cerrada, pero que de todas formas fácilmente se puede acceder a ella en el imborrable mundo del caché de internet. En ella además, invita a racistas y supremacistas blancos a migrar al paraíso neoliberal de Chile, escapando de una supuesta persecución progresista, de ahí el nombre de su sitio «Escapa de EEUU ahora».

Está casado con la chilena Pamela Sepúlveda Mendoza (quien figura como propietaria de la camioneta Mahindra patente HBGF15 desde donde disparó), hace clases de economía en la Universidad Andrés Bello y asegura ser amigo de Axel Kaiser y José Antonio Kast.

La Liga del Sur: Movimiento racista, religioso, político y armado

Quizás uno de los elementos que destaque fue la utilización de un arma de fuego contra manifestantes, algo poco habitual en Chile, pero que se entiende al ver que pertenece a la "Liga del Sur" ("League of the South" o LS en inglés), catalogada dentro de la «alt-right» de EEUU es uno de los tantos grupos de extrema derecha identificados con el bando derrotado en la Guerra Civil norteamericana, como lo es también el Ku Klux Klan. Este grupo armado, con su dirección en Alabama, plantea que su objetivo es crear una nueva «república sureña libre e independiente» sólo para hombres blancos conformada por los estados que fueron parte de la Confederación, con una visión neoliberal a la chilena rechazando cualquier injerencia estatal, promoviendo el libre porte de armas de fuego (incluso de carácter militar) para los ciudadanos mientras que a su vez, se definen como un movimiento religioso que pretende retornar a la tradición y cultura cristiana conservadora (algo así como los Opus Dei pero evangélicos). Hay que dejar en claro que hablar de racismo en el sur de Estados Unidos o de grupos neo-confederados quiere decir, nada menos que, defender la idea de la esclavitud de las personas afrodescendientes.

La organización fue creada en 1994 y contó con la participación como socio fundador de Jack Kershaw, el abogado de James Earl Ray, hombre condenado por asesinar a Martin Luther King.

Si bien en un momento era una organización que se dedicaba a discutir su fantasía autoritaria, racista y neoliberal, desde el asenso de Donald Trump su actuar se ha visto alentado como ha ocurrido con muchos de agrupaciones de esta línea.

En agosto de 2017 se produjo la llamada "Unite the Right" («unir a la derecha») una manifestación en Charlottesville, Virginia, en que participó Liga del Sur junto a muchas de estas organizaciones neo-confederadas y neo-nazis que pretendía unir a todos estos grupos de extrema derecha, pero que encontró una contra-manifestación antifascista que se le opuso en calle y que terminó con un auto embistiendo a los llamados «antifas» dejando como resultado una mujer muerta y otras tantas personas heridas.

Sin embargo, no fue la única víctima ese día. Horas antes seis hombres golpearon brutalmente en un estacionamiento a un joven afroamericano de 20 años hasta asesinarlo. De estos, cuatro fueron sentenciados culpables por un tribunal el 8 de febrero de este año, entre ellos Watkins Davis de 50 años, miembro activo de Liga del Sur.

John Cobin, orgulloso militante de esta agrupación, llegó a Chile hace unos años donde ha logrado formar una red considerable y adquirió la nacionalidad. Hace un tiempo escribió un artículo titulado Bring Your Gun to Chile? en donde ofrece su ayuda a estadounidenses militantes de grupos de extrema derecha racistas, para traer sus armas a Chile, planteando que Carabineros puede proporcionar toda la documentación necesaria para el proceso y dando el número telefónico de su contacto, un tal «Suboficial Jiménez» del Departamento Control de Armas y Explosivos ubicado en Vidaurre 1456, Santiago.

John Cobin junto a funcionarios de Carabineros

Hace un tiempo, la revista The Clinic le dio un espacio de dos entrevistas para que expresara sus ideas. En una de ellas, plantea un punto de suma gravedad que nos recuerda nefastas experiencias de nuestro pasado reciente: «Tenemos un proyecto, Vergel Libertad, en Curacaví. Es un sueño traer 400 o 500 familias conservadoras en lo social, a favor de la vida, de los matrimonios normales y en contra del aborto. Hay mucha gente interesada de Estados Unidos, Canadá, algunos en Australia y en Europa occidental.» Una suerte de espacio de refugio para blancos del mundo, tal como lo quiso ser Villa Baviera.

Luego afirma «Soy un neoliberal, no hay una persona más neoliberal que yo en este país.» Ante la pregunta si cree que hay alguien que se le acerque plantea «Seguramente Hermógenes Pérez de Arce, mi buen amigo, y Axel Kaiser.»

Posteriormente plantea «Conozco a toda esa gente, Lavín, Cristian Larroulet. Los aprecio mucho. Su metodología es un poco distinta pero sus conclusiones son muy parecidas.»

Si bien Cobin ya no puede ser expulsado del país por sus actividades, el Ministerio Público debe dar una señal clara que no permitirá que civiles armados puedan disparar impunemente bajo la excusa de «sentirse amenazados» en el espacio público que no contempla la legislación chilena como legítima defensa, y menos aun cuando se trate del ejercicio una manifestación o protesta, por lo que debe pegar con el máximo castigo establecido en la ley.