San Pedro de los Tacos

La apertura del Colegio que los jesuitas construyeron en medio del humedal los Batros,, ha traído aparejado además de la destrucción medioambiental un fuerte impacto vial, ya no solo en sectores residenciales al interior de la Villa San Pedro, sino que en la propia Ruta 160.

Pero los Tacos no son exclusiva responsabilidad del negocio educacional de los Jesuitas.  El pésimo diseño del biovias, los cruces férreos a nivel, la explosión inmobiliaria y con ella del parque automotriz, son parte de este desarrollo vial y urbanístico caótico.

Esto viene a dejar nuevamente en evidencia la absoluta falta de regularización que existe en San Pedro para todo tipo de negocios.  Cualquiera puede venir a invertir a esta nueva urbe neoliberal, no importando el daño medioambiental, el impacto cultural o vial.

Ni los Chicagoboys de Pinochet podrían haber generado un modelo más desastroso y caótico que este.