El nuevo código forestal en Brasil potenciará la deforestación legal del Amazonas

[resumen.cl] Brasil vive un contexto del debilitamiento de las protecciones legales sobre la selva amazónica que podrían dejarla a merced de la deforestación para el potenciamiento de los agronegocios y proyectos de extracción de recursos naturales. El artículo 12, item 5, que fue agregado a la solicitud del Estado de Amapá para modificar el Código Forestal de 2012, permite ahora que en cualquier Estado de la región amazónica, los privados pueden reducir sus tierras protegidas del 80% al 50% si las zonas estatales de conservación y las reservas indígenas representan más de 65% del territorio de ese Estado. Investigadores reportaron que con esta pérdida de protección, más de 15 millones de hectáreas de selvas tropicales se encuentran en riesgo de desaparecer. 

Empresas multinacionales y latifundistas locales mantienen una nociva estrategia para generar productos agrícolas en regiones de América del Sur que tienen protecciones legales débiles. La agroindustria vegetal de monocultivos como la soja y agroindustria animal para la producción masiva de carne en Brasil, junto a la extracción mineral, son las principales amenazas para la selva amazónica, tanto en las áreas de prioridad de conservación biológica como en las tierras indígenas.

La advertencia de un debilitamiento de las protecciones legales de la selva amazónica vino de un equipo de investigadores de la Universidad de Sao Paulo, del Instituto Tecnológico de Estocolmo y la Universidad de Tecnología Chalmers en Gotemburgo.

La investigación fue publicada recientemente en Nature Sustainability y apuntó a que el código forestal brasileño requería que los dueños de la tierra en el amazonas mantuvieran por sobre un 80% de sus tierras como reservas legales para la protección natural, pero estos requerimientos pueden ser reducidos en un 50% en el caso de que en un Estado determinado, el 65% de su territorio tenga zonas estatales de conservación o reservas indígenas.

El estudio determinó la potencial reducción en los requerimientos de las reservas legales desde un 80% a un 50% a través de modelos relacionados con la consolidación de la tenencia de la tierra, usando para ello bases de datos actualizadas sobre la propiedad de la tierra. El estudio advierte que dependiendo del resultado de los procesos de designación de la tierra y las prioridades políticas, es posible que entre 6,5 y 15,4 millones de hectáreas de tierras privadas, anteriormente protegidas, ahora estén disponibles para una deforestación legal.

«Unas 15 millones de hectáreas podrían quedar desprotegidas como resultado de esta regla en el nuevo código forestal y son equivalentes a aproximadamente la totalidad del déficit de la reserva legal que debe compensarse o restablecerse en Brasil y consisten principalmente en selva tropical» señaló Gerd Spavorek, profesor de la Universidad de Sao Paulo y coautor del estudio al portal ScienceDaily «La pérdida de estas áreas, en pos de la agricultura podría anular el esfuerzo para regularizar las reservas legales en Brasil y provocar pérdidas enormes para la biodiversidad, perjudicar los servicios ecosistémicos de gran valor para la sociedad, tales como el suministro de agua y aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero» agregó.

«La remoción de la protección legal no significa que estas zonas vayan automáticamente a ser cortadas, pero es importante prestar atención al actual contexto político, el cual siguiere un debilitamiento de los mecanismos de prevención de la deforestación» señaló a Sciencedaily Flávio Luiz Mazzaro de Freitas, investigador del Instituto de Tecnología de Estocolmo y primer autor del estudio.

Por otra parte el investigador Gerd Spavorek exclamó que «La creación de zonas de conservación o reservas indígenas en estos estado puede tener el efecto secundario de incrementar la probabilidad de más deforestación, esto es esquizofrénico»

 

 

 

El estudio indica que los estados de Amazonas, Roraima, Acre y Amapá presentan unas 80 millones de hectáreas de selvas tropicales en terrenos públicos no designados. Por lo tanto es probable que si se crean zonas de conservación y reservas indígenas en estos estados, este artículo legal permitirá que propietarios privados reduzcan reservas legales y abran grandes zonas para deforestación legal y expansión agroindustrial.

 

Bolsonaro buscar comprar a los pueblos indígenas de la Amazonía mientras se debilita la protección legal de la selva.  

En su discurso al tomar el título de presidente, Bolsonaro declaró que Brasil "tiene recursos minerales abundantes, tierras fértiles bendecidas por Dios". Durante su primer día como presidente, ordenó que la demarcación de tierras indígenas pase a ser responsabilidad del Ministerio de Agricultura, el cual es dirigido por Tereza Cristina da Costa la llamada «musa del veneno» por su apoyo a los agrotóxicos. Además, era la anterior líder de la bancada ruralista que presiona constantemente en la Cámara de Diputados para potenciar los intereses empresariales de la agroindustria. Esta medida despojará la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) de su tarea de identificación y delimitación de territorios ancestrales indígenas.

Bolsonaro afirmó también que la tierra indígena Raposa Serra do Sol es «el área más rica del mundo» y que "Se puede explotar de forma racional, dándole ‘royalties’ a los indios e integrándolos en la sociedad". En la zona hay reservas de uranio y niobio, entre otros minerales.

Este lunes había renunciado la directora de la agencia de protección ambiental de Brasil después de que el presidente Bolsonaro señalara en Twitter que el gasto de la institución para arriendo de vehículos le parecía excesivo, según informó La Tercera. Los vehículos son usados por la agencia para vigilar la deforestación ilegal en el Amazonas, y los gastos incluían mantenimiento, combustibles y seguridad armada contra quienes destruyen la selva para distintos negocios.

Precisamente, el avance de la deforestación y del despojo de tierras campesinas e indígenas en pos de intereses empresariales se desarrolla, según múltiples denuncias, de la mano de organizaciones criminales que usurpan tierras incluso mediante asesinatos con sicarios.

 

La deforestación del Amazonas brasileño pone en riesgo a todo el planeta en este contexto de cambio climático y pérdida de biodiversidad global

Según datos del proyecto MapBiomas, la selva amazónica, cuyo 60% está dentro de las fronteras del Brasil, ha perdido unas 36 millones de hectáreas en los últimos 30 años. Mientras que otras estimaciones han advertido que de continuar el ritmo de la década pasada, en 2030 la selva amazónica estará reducida en un 40%. Según estimaciones recientes del Instituto Nacional de Investigaciones sobre el Espacio de Brasil, se ha registrado un aumento en la tasa de deforestación en los últimos años. La pérdida de selva amazónica aumentó hasta las 800.000 hectáreas de vegetación entre agosto de 2015 y julio de 2016. En 2014 la cifra era de 620.00 hectáreas perdidas. Ahora, con una eventual entrada en vigencia de nuevas leyes, esta tasa podría aumentar. Recién a finales de diciembre, Brasil eliminó 11 nuevas áreas protegidas en la Amazonía, las cuales alcanzan una superficie de unas 600 mil hectáreas, según había informado Mongabay

 

Incendios y deforestación en la selva brasileña. Foto: Jim Wickens / Ecostorm. Fuente: https://www.nytimes.com

 

Brasil encabeza la lista de emisiones de gases invernadero en América Latina, con 486.229 kilotones de dióxido carbono (CO2) emitidos en 2015, ocupando el puesto 12 a nivel mundial. La deforestación de la selva y sus incendios asociados generan un 10% de las emisiones de gases invernadero. Pero además de esto, la conservación de la selva amazónica juega un rol fundamental en el ciclo del carbono del planeta. La selva tropical más extensa de la Tierra es primordial para la absorción del gas de efecto invernadero CO2 de la atmósfera y como reservorio de biodiversidad a nivel planetario.

Los investigadores de este estudio sugirieron que deben tomarse urgentes medidas legales por las gobernaciones estatales que disminuyan el riesgo de deforestación extensiva. Además indicaron que los incentivos económicos pueden ayudar debido a la tendencia global que los consumidores no compren productos que se originan en zonas de deforestación. Por lo tanto, también las exportaciones agrícolas podrían ser afectadas si se incrementa la deforestación en el Amazonas.

 

Fotografía principal: Deforestación en el Estado de Maranhão. Fuente: Felipe Werneck – Ascom/Ibama. Extraída de Wikimedia Commons.

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