[resumen.cl] La extracción de áridos afecta múltiples cuencas hidrográficas en Chile. En la comuna de San Javier hay varias faenas irregulares o ilegales. Dos de ellas, Bekal en el río Loncomilla frente a San Javier y Buena Vista en Orilla de Maule han funcionado por años en la ilegalidad. Una auditoría de Contraloría estableció que extrajeron al menos 16 y 170 veces más material de lo autorizado, respectivamente. Además, ingresaron a extraer con maquinaria directamente al río, como constatan imágenes aéreas.
Este miércoles, el alcalde de San Javier, Jorge Silva, acompañado por su equipo asesor, llegó a la fiscalía de la comuna para presentar una denuncia por extracción ilegal de áridos. Estas dos empresas estarían involucradas en evasión de más de $3.500 millones de pesos por concepto de derechos municipales no pagados.
«Estas empresas estarían adeudando más de 3.500 millones de pesos por concepto de tributo o derechos por la extracción establecida en nuestra ordenanza. Por lo tanto solicitamos que se investigue y hemos dispuesto la suspensión de la faena y la posible clausura de las mismas», Silva.
También puedes ver: Extracción ilegal de áridos sobrepasó 170 veces lo autorizado en San Javier: Municipalidad busca recuperar 3.500 millones de pesos en patentes impagas
La auditoria de Contraloría reportó modificaciones al escurrimiento de las aguas de los ríos Maule y Loncomilla «donde se efectuaron rellenos de terreno en el cauce del río para la extracción de material y trabajo de maquinaria, sin contar con las autorizaciones de la Dirección General de Aguas».
Áridos Buena vista en Orilla de Maule
En el sector de Orilla de Maule la empresa Áridos Buena Vista SpA (Transfactor Group) se asentó ilegalmente en un terreno público, dentro del río Maule, para extraer y procesar áridos. Al menos 170 veces más de lo autorizado según el informe de Contraloría.
Imágenes satelitales de 2003 muestran cómo era el sector donde hoy está la planta de procesamiento de Áridos Buena Vista.
En 2006 se observan las primeras huellas de caminos. En 2010 se observa maquinaria, camiones y una intervención en el río.
En 2013 no se observó maquinaria y se registró un aumento de la vegetación.
En agosto de 2016 se observó maquinaria de procesamiento en el lugar, así como retroexcavadoras en el propio lecho del río. En febrero de 2019 gran parte de la vegetación de la isla del río fue arrasada del lugar. En enero de 2020 la intervención se profundiza hasta los niveles que vemos hoy.
En el mismo sector, por la ribera norte del río, en la comuna de Maule, otras faenas se instalaron entre 2010 y 2012.
Áridos Bekal en el río Loncomilla frente a San Javier
En el río Loncomilla, la empresa Bekal extrajo al menos 16 veces más de lo autorizado, según el informe de Contraloría.
Este 2021 una retroexcavadora estuvo por meses enturbiando el río Loncomilla justo frente al mirador de la población Juntas Viejas. La remoción de sedimentos se extendía por varios kilómetros río abajo del Loncomilla, por la ribera poniente frente al pueblo de San Javier.
Imágenes satelitales muestran que en el sector llamado Puente Viejo donde hoy opera Bekal, en 2009 ya se observaban caminos, así como huellas de maquinaria y de camiones en las actuales zonas de extracción.
En 2009 ya se registra un enorme socavón en la orilla del camino. En 2013 se aprecian dos socavones. A finales de 2013 ya se instala la planta de procesamiento de áridos en el mismo lugar y a partir de entonces la degradación ambiental de la zona se ha incrementado.
Impactos de la extracción de áridos en cursos de agua
Cabe señalar que las intervenciones con maquinaria pesada pueden generar cambios de las características morfológicas, hidrológicas y ecológicas de los cursos de agua.
Los principales efectos morfológicos de la minería de áridos son la degradación del lecho del río, cambios en las pendientes del cauce, erosión e inestabilidad del suelo en las orillas.
Algunos efectos hidrológicos son, el descenso del nivel freático y cambios en la frecuencia de las llanuras de inundación del río. Además, la extracción genera incremento de la turbiedad del agua y estratificación de la columna de agua debido al incremento de la profundidad en el sitio de dragado.
Mientras tanto, los principales impactos ecológicos de la minería de áridos son: destrucción de hábitats ribereños y acuáticos, con una reducción de su biodiversidad, lo cual puede producir invasiones de especies foráneas.
El denominado efecto «barrera» que se suele generar en las obras de extracción de áridos puede afectar significativamente a las comunidades biológicas, incluyendo peces nativos. Estas faenas pueden generar la modificación de los hábitat físicos para especies acuáticas y la alteración las redes alimentarias entre estas especies.