Como es tradicional cerca de un millón de trabajadores marcharon por las calles de La Habana en Cuba, ratificando su apoyo al proceso político en la isla, Cientos de miles lo hicieron en las calles de Caracas en Venezuela, pidiendo al presidente Chavez acelere las transformaciones sociales y pase más empresas al área social, igual cosa demandaron los trabajadores en Bolivia y Ecuador.
En Paraguay, miles de trabajadores se manifestaron por las principales calles de Asunción y recordaron al presidente paraguayo, el ex obispo Fernando Lugo, su promesa de reformar el país, carácter similar tuvieron las manifestaciones en Uruguay y Brasil, donde las promesas de transformación social se sienten incumplidas por parte de los trabajadores.
Un carácter especial tuvo el día del trabajo en Puerto Rico, ya que allí además de un carácter de clase la fecha tiene un significado de reivindicación nacional, ya que en Estados Unidos no se conmemora la fecha y por lo cual no es feriado. A pesar de ello más de 30 mil trabajadores boricuas marcharon por las calles de San Juan, rechazando los planes del actual gobernador de la Isla, quien planea privatizar empresas estatales y un plan de despidos que afectaría a más de 30 mil trabajadores.
En México y Nicaragua los actos del 1º de Mayo fueron suspendidos por el temor a la propagación de la gripe porcina.
En naciones aún sometidas a la esfera de influencia de los Estados Unidos, como Perú y Colombia, las protestas adoptaron un carácter antineoliberal y de protestas contra los respectivos gobiernos. En el caso del último de los países los trabajadores denuncian la sistemático y masivo asesinato de lideres sindicales