Durante el tercer invierno en mediaguas, el Gobierno sigue con la intención de naturalizar la injusticia y esconder la gravedad de la desidia y la violación de los derechos fundamentales que dicen respetar. Así, cualquiera tendería a pensar que ninguna autoridad se aproblema por esta realidad, pues cuando ésta se expresa en voz de quienes la viven, los aparatos represivos atienden por ellos.  

Si todo sigue igual, es dable pensar en un cuarto invierno con campamentos y que éstos se conviertan en materia prima de promesas electorales para las  próximas presidenciales. Sin embargo, no todo es como Gobierno y la clase política ha querido que sea, hay algunos que han enfrentado y resistido a su política y a la amenaza de sus «operadores políticos».

En la población Centinela 2, en los cerros de Talcahuano, hay unas treinta familias que no obedecieron la orden de van Rysselberghe de abandonar y desarmar sus departamentos. Cuestionaron y fueron criticados y ridiculizados por los famosos «territoriales». Se organizaron y fueron atacados por éstos mismos convertidos en matones.

Estas familias, cuando la mayoría de los vecinos creyeron en la Intendenta, dijeron que no se iban a ir sencillamente porque no tenían garantías que aseguraran la construcción de nuevas viviendas y un subsidio de arriendo satisfactorio mientras las construían. Además se rehusaban a vivir en mediaguas.

Han pasado más de dos años de esta situación y el Gobierno sólo ha tenido subsidios de arriendo de no más de 150 mil pesos y mediaguas para las 110 familias que viven en un campamento. Ellos ya han denunciado que la calidad de los deparmentos que Serviu está construyendo es muy inferior a la que tenían los anteriores, que también tenían fallas estructurales desde su fecha de entrega, reconocidas por el propio Ministerio de Vivienda. Además de estar mal construidos, tienen menos metros cuadrados que lo que en los documentos dicen tener. Quién construye: SALFA, empresa de la que es accionista Sebastían Piñera, a través de su constructora Aconcagua y que ha ganado numerosas licitaciones de obras públicas en la provincia de Concepción.

Las familias que optaron por quedarse en los departamentos, viven en los bloques 24, 25 y 26, por lo que no deben vivir en mediaguas y tampoco de allegados en otra casa, pues los subsidios de arriendo son insuficientes.

Para la vecina María Silva, este logro ha sido de bastante sacrificio, pues fueron amenazados de ser desalojados en reiteradas ocasiones y sufrieron las consecuencias de  que  el propio Serviu haya echado a correr el rumor de que por ellos (que se quedaron) no construían los nuevos departamentos y  el resto de vecinos no  podían acceder a otros beneficios, lo que provocó ataques hacia ellos, por quienes creyeron tales mentiras.

Actualmente, los departamentos están en posesión del Serviu y ellos los ocuparán hasta que ésta instituición les entregue nuevos departamentos en condiciones habitables.

La victoria de estos vecinos aun no es completa, no obstante el hecho que no se hayan sometido a las mentiras de las autoridades y sus desastrozas consecuencias, demuestra las posibilidades que abre la organización y que sólo ésta da garantías a todos quienes somos inducidos día a día a resolver individualmente nuestras situaciones.

Foto: Pobladores de Centinela 2 protestando en sus departamentos en ruinas, año 2010.

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