El líder del Partido Conservador de Inglaterra, Boris Johnson, renunció esta mañana a su cargo de primer ministro del Reino Unido, dejando como legado principal el Brexit que le impulsó llegar al cargo, el pésimo manejo inicial de la pandemia, fiestas y escándalos, cuestionamientos por financiamiento del partido, así como la persecución política y autorización de la extradición a Julian Assange.
Por Alejandro Baeza
Adelantándose a las investigación que realiza el parlamento británico en su contra que todo hacía indicar que le costaría su destitución, Johnson presentó su renuncia esta mañana luego de tres años en el cargo "La voluntad de mi partido es que haya un nuevo líder del Partido Conservador y un nuevo primer ministro", indicó.
Johnson, de 58 años, venía siendo cuestionado desde 2o2o, primero por su negacionismo inicial y su pésima gestión de la pandemia, pero también por haber sido descubierto realizando fiestas masivas en medio de los confinamientos y cuarentenas nacionales, por lo que el Parlamento inició una investigación en su contra para una eventual moción de censura para destituirlo de su cargo, la que fue suspendida por la invasión de Rusia a Ucrania en la que el Reino Unido fue de los principales interventores por parte de la OTAN.
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Sin embargo, uno de los hechos más importantes durante su mandato ocurrió cuando la ministra del Interior, Priti Patel, firmó el pasado viernes 17 de junio la orden para extraditar al periodista Julian Assange, a Estados Unidos, que lo solicitó para enfrentar cargos por «espionaje», lo que fue calificado WikiLeaks como «un día negro para la democracia británica».
Asimismo, al premier británico se la acusaba de vínculos con los financiadores del derechista Partido Conservador, de haber protegido a sus cercanos políticos de acusaciones de acoso y corrupción.
De hecho, fueron las recientes revelaciones en cuanto a que Johnson conocía las acusaciones de abuso sexual contra Chris Pincher, un parlamentario conservador, fue la gota que rebalsó el vaso.
Johnson podría mantenerse como Primer Ministro hasta que el Partido Conservador elija un nuevo líder, proceso que podría tardar semanas, aunque parlamentarios conservadores ya señalaron que debe salir del puesto de inmediato para poner fin al caos que envuelve al gobierno.