En Talcahuano, hace unas semanas se inició la contratación de trabajadores para las labores de limpieza y retiro de escombros por parte de la Oficina Municipal de Intermediación Laboral (OMIL). El gobierno y los medios de comunicación hicieron alarde de que eran 4.000 puestos de trabajo que salvarían a Talcahuano del desastre económico y social que hace mucho tiempo sufre.

Sin embargo, han sido los mismo trabajadores quienes han desmentido esta falsa propaganda, pues del total de 4 mil puestos de trabajo, sólo se han tomado 244, según informó a radio Bío Bío la encargada del programa, Marta Barrientos. La causa de este rechazo es el sueldo de hambre que ofrecen a los trabajadores y sus familias; el sueldo mínimo que con el pago de Fonasa y AFP, queda en unos 130 mil pesos.

Esto se suma a que a los trabajadores no se les da colación, teniendo que ellos costeársela. Los capataces en estas faenas provienen del Cuerpo Militar del Trabajo, lo que ha provocado tensas situaciones, como cuando un trababador le dijo a un militar que con ese sueldo se le hacía imposible vivir y este le dijo que si hacían protestas los apresarían de inmediato, según han relatado a Resumen, testigos del hecho.

Todo indica que estos son los empleos que prometió Piñera. El Millón de Empleos aterriza en nuestra ciudades, perpetuando la pobreza y la frustración.