[resumen.cl] Luego de cuatro meses de negociaciones tras las elecciones de mayo pasado, finalmente se pudo conformar gobierno en Escocia, el que estará compuesto por el independentista Scottish National Party (SNP) o Partido Nacional Escocés, que obtuvo el 47,7% de los votos, junto al Scottish Green (SG) o Escocia Verde, quienes obtuvieron el 8,1%.

Tras meses de negociaciones, el 20 de agosto pasado, ambas fuerzas políticas acordaron un programa de gobierno con varios elementos interesantes, el cual fue ratificado por las bases del Partido Verde Escocés el 28 de agosto pasado. Más allá del anunciado segundo referéndum independentista y la autodeterminación ecológica, para enfrentar el cambio climático, el acuerdo contempla una serie de iniciativas para democratizar las instituciones escocesas y también su sociedad. Uno de los puntos más relevantes es una reforma para redistribuir la gran propiedad de la tierra, tanto la rural como la urbana, ante los graves problemas de vivienda que afecta al país.

En políticas de viviendas, el nuevo gobierno escocés propone una reforma de la política de alquileres o arriendo de viviendas: regulación de los precios del sector privado, prohibición de los desalojos en invierno y otorgar competencia a los municipios, así como un aumento de las viviendas para arriendos de carácter social. El acuerdo recoge la presión del sindicato de arrendatarios y arrendatarias.

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También se platea una reforma del transporte, garantizando un transporte público y barato para reducir el uso privado del automóvil.

Respeto a derechos civiles y políticos, el acuerdo de gobierno contempla, garantizar plenamente los derechos de ciudadanía a migrantes y refugiadas, reconocimiento legal de las personas trans y la firma de todos los tratados para garantizar los derechos de las personas LGBTIQ+.

Otro aspecto interesante es la propuesta de desmilitarizar completamente Escocia e instalar una Renta Mínima Garantizada.

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Sin duda la una República verde en Escocia, chocará con el conservadurismo y la corrupción de la monarquía británica, lo que allí suceda puede ser ejemplo además para otras naciones del Reino Unido, como Irlanda del norte y Gales. La materialización de un proyecto nacional de este tipo sólo se podrá materializar con la independencia del país.

Cabe recordar que en 2014 ya se realizó un referéndum independentista, el que contó con una altísima participación, cerca del 85% del padrón, donde la opción de permanecer en el Reino Unido se impuso con el 55,3% de los votos contra el 44,7% de los soberanistas. Sin embargo, uno de los principales argumentos de la campaña unionista fue precisamente que la eventual independencia de Escocia implicaría salirse de la Unión Europea y renegociar su entrada, situación que cambió drásticamente tras el Brexit, pues en la consulta respecto a la permanencia del Reino Unido en la UE, Escocia votó por amplia mayoría (67,2%) continuar en el bloque continental, siendo los más europeístas de todo el reino, por lo que una eventual victoria del soberanismo en un potencial nuevo referéndum es un escenario más que probable.

Fuente de información: Naiz