El Vicepresidente Oriol Junqueras, junto a 7 consellers (ministros) del Gobierno Catalán han sido puestos en prisión por rebelión y sedición, esperando altísimas condenas, el presidente de la naciente República Catalana Carles Puigdemont y el resto de los Consellers que permanecen refugiados en Bélgica, se mantienen libres, pero bajo la amenaza de una orden de captura internacional que saldría mañana del mismo tribunal, lo que amenaza provocar un conflicto diplomático al interior de la Unión Europea.
La mesa de parlamento catalán, está citada a tribunales el próximo lunes 6 de noviembre y se espera que los máximos representantes del parlamento catalán sufran la misma suerte.
Los presos, al igual que los líderes sociales y culturales detenidos anteriormente, permanecen recluidos en cárceles madrileñas, mientras la reacción no se hizo esperar, en un ámbito que supera al independentismo catalán, incluyendo a las fuerzas soberanistas del resto de las nacionalidades existentes en el estado español, además de la izquierda española: Izquierda Unida y Podemos.
Los catalanes se volcaron al centro de Barcelona y frente a los ayuntamientos de cada ciudad, para protestar por la medida y exigir la libertad de los prisioneros políticos. En Cataluña la acción represiva española ha vuelto a unir a independentistas con soberanistas o federalistas, lo que constituye la inmensa mayoría de la sociedad catalana. Un alcalde PSC y varios concejales socialistas se han desmarcado de la posición de la dirección de su partido que hasta el momento a apoyado las medidas de excepcionalidad del gobierno español. Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y que ha tenido una posición intermedia, ha declarado hoy su reconocimiento como gobierno legitimo al de la República Catalana y mostrado su rechazo a las detenciones de presos políticos.
La diputada de la Izquierda Catalana (CUP) Gabriela Serra se ha dirigido directamente al presidente español Mariano Rajoy para advertirle que con la prisión de los ministros del gobierno catalán y los lideres sociales Sànchez y Cuixart «No sólo no nos ha derrotado, ni siquiera nos ha vencido». Ante lo que ha definido como «una de las más graves de agresiones contra la democracia", Serra ha recordado que el español ha sido el único gobierno europeo capaz de disolver un parlamento y encarcelar a los responsables de un ejecutivo. Recalcando el tibio posicionamiento de los gobiernos europeos «que hacen ver que no ven y no oyen».
Serra ha advertido en perfecto castellano a todos los pueblos del estado español que de ahora en adelante deben «ir con cuidado» ante la situación de regresión democrática y vuelta al totalitarismo, del cual los actuales gobernantes de España, son sus herederos políticos.
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