[resumen.cl] Turquía ha cumplido sus amenazas de atacar las posiciones kurdas al norte de Siria bajo el pretexto de limpiarlas de «terroristas» y crear una zona segura. Ante esta acción millones de civiles que viven en el norte de Siria corren peligro ante los bombardeos e incursiones militares que ya se registran en la zona. El Estado turco considera a las principales organizaciones militares del pueblo kurdo (YPG/YPJ) como terroristas por la alianza que mantienen con el PKK (partido de los trabajadores del Kurdistán) que durante décadas ha mantenido una guerrilla por la liberación nacional del pueblo kurdo. Por su parte los kurdos argumentan que su lucha es legítima, ya que tras el reparto de la zona por las potencias coloniales no quedó ningún territorio con autodeterminación de su pueblo.
Tras el estallido de la guerra siria los grupos kurdos controlan en el norte del país entre un 20% y un 25% del territorio sirio, incluyendo zonas árabes como Raqqa, la antigua capital del ISIS. Esto ha sido tomado como una amenaza para la seguridad de Turquía, actualmente bajo el mando del conservador e islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo. Turquía no había podido atacar esta zona, ya que los kurdos contaban en su territorio con fuerzas norteamericanas debido a su alianza táctica contra el grupo ISIS (autodenominado Estado Islámico)
Sin embargo, recientemente el presidente Trump anunció la retirada de EE.UU. de la zona argumentando que «¡Las estúpidas guerras interminables, para nosotros, están terminando!». Esta acción que fue tomada como una traición por los kurdos, dio luz verde a Turquía para desarrollar lo que ha denominado como operación 'Fuente de paz' en el norte de Siria, la cual seguiría los pasos de lo que en 2018 significó la invasión turca de la ciudad kurda de Afrín, en la cual fueron masacradas miles de personas, principalmente kurdos/as. Ante la actual situación la ONU ha declarado que se «prepara para lo peor». En sus portales de información las fuentes kurdas proporcionan hora a hora datos sobre el conflicto bélico. "Aviones de guerra turcos han empezado a bombardear zonas civiles, hay pánico entre la gente" indicó por su lado un portavoz de los fuerzas kurdas, Mustafa Bali.
La Comandancia General de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) que agrupa a las fuerzas kurdas declararon que "zonas fronterizas con el norte y el este de Siria están al borde de una catástrofe humanitaria", además agregaron que "Este ataque provocará el derramamiento de sangre de miles de civiles inocentes ya que nuestras zonas de frontera están densamente pobladas". Las FDS que han sido uno de los principales grupos en combatir el terrorismo islámico mantienen a miles de prisioneros del Estado Islámico, muchos de ellos con nacionalidad siria, iraquí o europea. Con el ataque de Turquía estos prisioneros altamente peligrosos podrían escapar, han afirmado grupos kurdos. De hecho en Raqqa el ISIS aprovechó el ataque turco, para perpetrar un atentado contra los kurdos, ya que siguen los enfrentamientos entre el terrorismo islamista y las fuerzas kurdas en la que fuera la antigua capital del Estado Islámico.
Las posiciones kurdas están siendo atacadas por Turquía con el apoyo de la oposición siria y grupos cercanos al islamismo vinculadas al partido de gobierno en Turquía. Ante el abandono de los norteamericanos al parecer el único posible aliado que le quedaría a los kurdos es el gobierno sirio y el apoyo de Rusia. Al respecto han señalado los portavoces kurdos que "Todas las opciones para evitar que el territorio caiga en manos de los turcos están sobre la mesa", lo que supone una especie de guiño al ejército regular sirio para combatir en conjunto a las fuerzas turcas.